El MANIERISMO es un estilo artístico que
predominó en Italia desde el final del Alto
Renacimiento hasta los
comienzos del período Barroco, aproximadamente
hacia el año 1600.
El MANIERISMO se originó en Venecia gracias a los mercaderes y, en Roma, gracias a los papas Julio II y León X,
pero finalmente se extendió hasta España, Europa
central y Europa del
norte. Se trataba de una reacción anticlásica que cuestionaba la
validez del ideal de belleza defendido en el Alto Renacimiento.
El MANIERISMO se preocupaba por solucionar problemas artísticos
intrincados, como desnudos retratados en posturas complicadas. Las figuras en
las obras manieristas tienen frecuentemente extremidades graciosas pero
raramente alargadas, cabezas pequeñas y semblante estilizado, mientras sus
posturas parecen difíciles o artificiales.
Su origen etimológico proviene de la
definición que ciertos escritores del siglo XVI,
como Giorgio
Vasari, para quien maniera significa todavía "Personalidad
artística", es decir, estilo, en el más amplio sentido de la palabra. Lo asignaban a aquellos artistas que
pintaban "A la manera de...", es decir, siguiendo la línea de Miguel Ángel, Leonardo o Rafael,
pero manteniendo, en principio, una clara personalidad artística. El
significado peyorativo del término comenzó a utilizarse más adelante, de parte
de los clasistas del siglo XVII, cuando esa "Maniera" fue entendida
como una fría técnica imitativa de los grandes maestros, como un ejercicio
artístico rebuscado, en clichés, reducible a una serie de
fórmulas
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