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viernes, 30 de diciembre de 2016

BONSÁI



BONSÁI es una palabra de origen japonés que significa literalmente bon = 'bandeja' + sai = 'cultivar' (aunque etimológicamente procede del término chino 盆栽, penzai, que significa pén = 'bandeja' + zāi = 'cultivar') y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.
El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.
Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de culto.
En el sur de China, este arte consistía en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en maceta. Se buscaba reproducir estos árboles según los existentes en las altas montañas por lo cual utilizaban solo especies que existían en los montes y que ya poseían formas especiales en su intensa lucha contra las adversidades climáticas.
Fue llevado a Japón hace unos 800 años.
Un bonsái no es una planta genéticamente empequeñecida. Se mantiene pequeña dándole forma, podando el tronco, las hojas y las raíces cada cierto tiempo, dependiendo de la especie. Si se cultiva adecuadamente, sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie, pero si se hace de forma incorrecta, probablemente morirá.
En general, cualquier especie arbórea o arbustiva puede ser cultivada como bonsái, pero las más apreciadas por los aficionados son aquellas que poseen las hojas pequeñas de forma natural y además son resistentes al cultivo en maceta, como por ejemplo, las especies de los géneros: Acer (arce), Pinus (pino silvestre), Ulmus (olmo), Rhododendron (azalea), Ficus (higuera), Olea (olivo), Juniperus (enebro), etc.
Un bonsái suele exponerse en un tokonoma acompañado de un cartel (kakemono) y una planta de acento (shitakusa) o un suiseki (piedra-paisaje japonesa), aunque en este caso lo apropiado sería denominar a esta piedra como tenseki, ya que solo se trata de piedras que representan la estación del año (invierno, primavera, verano u otoño) con relación al bonsái y no necesariamente tienen las características propias de un suiseki.

miércoles, 27 de enero de 2016

ARTE GÓTICO



ARTE GÓTICO es una denominación del estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento siglo XV para Italia, y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el Gótico pervivió más tiempo. Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia siendo bien distinto el de París y el de Provenza, más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán, con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra y España.

El arte gótico propiamente dicho coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. Se suele indicar que este estilo sucede al arte románico, del cual se ha dicho reflejaba una sociedad ruralizada de guerreros y campesinos, el gótico coincide con el máximo desarrollo y resurgimiento de las ciudades donde aparece la burguesía, las universidades. También es en este momento que florecieron las órdenes religiosas monásticas como el Cister y mendicantes como los   franciscanos y dominicos.

Sin embargo no solamente fue una época de esplendor sino que hubo una acentuación de los conflictos y la disidencia como revueltas populares, herejías, desarrollo y crisis de la escolástica, Cisma de Occidente, y finalmente durante estos siglos acontecieron la Peste Negra y la Guerra de los Cien Años en un mundo tan cambiante que únicamente puede entenderse en términos de una mutación fundamental para la historiografía materialista, la transición del feudalismo al capitalismo.

Frente a las pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico, el gótico eleva prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a las otras artes plásticas pintura y escultura de su subordinación al soporte arquitectónico.

No obstante, hay también muchos elementos de continuidad: este sigue siendo un arte predominante religioso; el monasterio como institución apenas varía excepto en detalles formales y de adaptación a nuevos requerimientos, pero su disposición no presentó variantes, y la planta de las iglesias, mayoritariamente catedrales, siguió siendo predominantemente de cruz latina con cabecera en ábside orientada al este, aunque se complique o varíe plantas basilicales, colocación del transepto en el centro, complicación de naves, capillas y girolas. Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se suceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que hacen una obra que ellos no verían terminada, ni quizá sus hijos o nietos, sino que la construcción de estas edificaciones implica el trabajo varias generaciones. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevimiento por comenzar un desafío técnico o económico, a veces por rivalidad política, que cuando se inicia no se ha planificado en su totalidad el proyecto por lo que no se sabe cómo culminarlo, es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia.

viernes, 4 de diciembre de 2015

CRAQUELADO



El CRAQUELADO es un fenómeno de deterioro común en pinturas antiguas. Consiste en la aparición de grietas, que en los casos más graves llegan a fragmentar la capa de pintura y desembocar en su desprendimiento. Este signo de envejecimiento se suele imitar en muebles y pinturas para darles apariencia antigua.

Dentro de los acabados es uno de los más comunes, prácticos y fáciles de realizar. Se reproducen las finas grietas que se forman a menudo en la superficie de viejas pinturas al óleo, lozas antiguas y muebles ajados por el paso del tiempo.

El craquelado se produce naturalmente por la contracción gradual y dispareja de las distintas capas de pintura. Colocando una capa de base sintética secado lento y otra encima de pintura de base acuosa secado rápido obtendremos este efecto. La pintura sintética seca lentamente generando tensiones superficiales durante un lapso de tiempo mayor; por esto, la capa de pintura superior, que es acrílica y secó rápidamente, se resquebraja siguiendo los movimientos de las tensiones de la pintura de base.

Para avejentar una superficie podemos recurrir a un preparado de tipo casero o a los productos elaborados especialmente para lograr este efecto: 'craquepadores'. El resultado óptimo de éstos depende de que sigamos al pie de la letra las especificaciones de cada fabricante. Son, en algunos casos, productos muy sensibles al calor y a las corrientes de aire, los cuales modifican el tamaño de las grietas.

En forma casera, el craquelador de un componente puede reemplazarse por el efecto que produce una capa generosa de cola vinílica. En ambos casos, la dirección de las pinceladas son aplicadas en la capa intermedia serán las que definirán el sentido de las grietas.
En el caso de utilizar colores contrastantes para craquelar, el efecto queda evidente sin la aplicación de otros elementos para destacarlo.

Sobre un decoupage, la trama de las grietas puede unir estéticamente el conjunto de elementos recortados, más aún destacadas por una pátina al óleo, al agua o betún de judea. En cualquier caso, una vez que el craquelado ha terminado es conveniente dejarlo reposar durante una hora antes de esta aplicación. Cuanto más grueso sea el barniz de base, más anchas serán las grietas. Con una base fina de barniz, lograremos grietas finas.

Cuando hablamos de 'técnica decapé' nos referimos a un sistema francés de decoración que tuvo sus orígenes en la época de Luis XV.

El decapé consiste en pintar los muebles de blanco, pastel, gris… creando una veladura para suavizar e iluminar el aspecto del mueble. Las piezas decapé armonizan perfectamente con las paredes pintadas en gris pálido, azul celeste, color fucsia, verde manzana…

Los decoradores franceses, para cambiar la ornamentación de los palacios sin hacer grandes dispendios, decapaban sobre todo muebles pequeños y de asiento y luego los pintaban, de ahí la denominación de 'decapé'.

Procederemos a abrir el poro de la madera, lijando en el sentido de la veta. Mezcla a partes iguales pintura, látex y agua. Con el pincel, extiende muy poca cantidad de veladura. Acto seguido, rasca algunas zonas con un trozo de lija de forma que las rayadas descubran el color de fondo. Cuando la veladura esté casi seca, dale otra mano. Las pasadas tienen que ser rápidas y con el pincel casi seco. Rompe la uniformidad del color con una pizca de pintura al óleo. Peina el mueble con un pincel casi seco. Vuelve a pasar la lija por algunas zonas raspado, insiste en los canto. Enceras, dejas secar y frotas para darle brillo.

lunes, 23 de noviembre de 2015

GLIFO



Un GLIFO es un signo grabado o, por extensión, escrito o pintado. Por ejemplo, los glifos de la escritura maya.

Los signos gráficos utilizados en el Antiguo Egipto se denominan jeroglíficos del griego tallas sacras.

Si los signos están grabados en la roca, se habla de petroglifos.

En tipografía, un glifo es una representación gráfica de un carácter, de varios caracteres o de parte de un carácter y es el equivalente actual del tipo de imprenta la pieza que tenía grabada la letra. Un carácter es una unidad textual mientras que un glifo es una unidad gráfica. Por ejemplo, la ligadura fi se representará como un glifo en las tipografías que lo tengan, en el supuesto de que el sistema empleado en la composición lo reconozca como TeX, los programas de maquetación en general y los procesadores con funciones tipográficas avanzadas.

lunes, 15 de diciembre de 2014

ARTE BIZANTINO



El ARTE BIZANTINO es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI, fuertemente enraizada en el mundo helenístico, como continuadora del arte paleocristiano oriental. En sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador natural, en los países del Mediterráneo oriental, del Imperio romano, siendo transmisor de formas artísticas que influyen poderosamente en la cultura occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se ajustan, como es frecuente, a las grandes fases de su historia política.

En 395 Teodosio dividió entre sus hijos Arcadio y Honorio el Imperio romano; dejando a Arcadio el Imperio de oriente. Este hecho va a dar origen al que será el Imperio bizantino, que tiene ya como capital a Constantinopla, ciudad fundada por el emperador Constantino. Debido a su privilegiada situación y a la caída del Imperio romano de occidente en poder de los bárbaros, pronto será la capital cultural por excelencia en el mundo occidental. Así nace el arte bizantino como confluencia de los estilos griegos, helenísticos, romanos y orientales.

Desde comienzos del siglo V se va creando un lenguaje formal artístico propio y diferenciado del que se mantiene en el Imperio de Occidente. Más tarde, en la época de Justiniano I 527-565 se inicia la primera etapa específicamente bizantina: es la Primera Edad de Oro que comprende los siglos VI y VII, es la etapa de formación del arte bizantino en sus aspectos formales

Después del período de la lucha de los iconoclastas, aunque pobre en monumentos, comienza, en torno al año850, el arte bizantino medio o Segunda Edad de Oro que perdura hasta el año 1204, cuando Constantinopla es conquistada por los cruzados; en esta época esencialmente se consolidan los aspectos formales y espirituales del arte bizantino; es la verdadera etapa creadora y definidora de la estética bizantina. Después del dominio europeo, con la dinastía de los Paleólogos, se da paso a la Tercera Edad de Oro que se centra en el siglo XIV y que finaliza con la toma de Constantinopla en el año 1453. Después, el arte bizantino florece en los países eslavos, Rusia y sureste de Europa, transmitiéndose hasta nuestros días a través del Monte Athos. El arte bizantino se dividió en cuatro grandes etapas:
Primera Edad de Oro Bizantina: 527 - 726, año en el que aparece la querella iconoclasta. La época dorada de este arte coincide con la época de Justiniano.
La querella iconoclasta se prolongó entre los años 726 - 843 y enfrentó a los iconoclastas contra los iconódulos y fue tan violenta que produjo una crisis artística acentuadísima, especialmente en el arte figurativo.
Segunda Edad de Oro Bizantina: 913 - 1204, momento en que los cruzados destruyen Constantinopla.
Tercera Edad de Oro Bizantina: 1261 - 1453, cuando los turcos toman Constantinopla.

viernes, 15 de agosto de 2014

ALEBRIJE



El ALEBRIJE, una artesanía inventada por Pedro Linares López en 1936, se realiza con la técnica de cartonería y se pinta con colores alegres y vibrantes. Generalmente los alebrijes son seres imaginarios conformados por elementos fisonómicos de animales diferentes, una combinación de varios animales, no solo fantásticos sino también reales.

La cartonería, una técnica utilizada en México para la elaboración de piñatas y judas, consiste en el modelado del papel, por lo regular papel de periódico, con cartón. En la técnica empleada para los alebrijes se usa una estructura de alambre o de carrizo, seguida del modelado con papel y cartón, a la que por último se le da acabado con diversas técnicas de pintado.

A la edad de 30 años Pedro Linares López, que era cartonero de oficio y originario de la ciudad de México, enfermó, perdió la conciencia y cayó en un profundo sueño, el cual le revelaría unas criaturas extrañas que cambiarían su destino como artesano de La Merced. Enfermo y sin acceso a médicos que pudieran tratar su enfermedad, sus hermanas intentaron hacerlo reaccionar con remedios caseros sin resultado alguno. Se dice que, en cama e inconsciente, Pedro soñaba con un lugar extraño e interesante, muy apacible, algo así como un bosque en el que había árboles, rocas y animales; podía ver las nubes y el cielo de aquel mágico escenario. Él sentía que todo estaba en calma, no experimentaba dolor alguno y era feliz por estar caminando en ese lugar; sin embargo, de repente, las rocas, las nubes y los animales se convirtieron en criaturas extrañas; se trataba de animales que no podía distinguir porque eran de una naturaleza muy rara. Don Pedro vio un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un león con cabeza de perro. Todos esos animales gritaban al unísono una sola palabra: ¡Alebrijes! Gritaban más y más fuerte: ¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!

Pedro siguió su camino en aquel fantástico sueño y mientras recorría un sendero de piedras vio a un hombre que caminaba tranquilamente y le pidió ayuda para salir de aquel lugar. El hombre le respondió que él no debía estar allí todavía y que tenía que seguir andando pues a unos cuantos metros había una salida. Pedro corrió y corrió hasta que quedó frente a una ventana estrecha por la que apenas pudo escabullirse, momento en el que despertó.

Como al despertar se levantó repentinamente en medio de su propio velorio, al verlo reaccionar de lo que parecía ser su muerte alguien lanzó una expresión de asombro que se perdió entre rezos y exclamaciones. Pedro estaba totalmente recuperado y ya a partir de entonces empezó a recordar su sueño. Quería que su familia y todas las personas conocieran a esos animales fantásticos. Entonces, aprovechando su habilidad de cartonero, Pedro Linares tomó un pedazo de papel, moldeó esas figuras, las pintó igual a como estaban en sus sueños y así les dio entidad a los alebrijes. A lo largo de su vida Don Pedro Linares mostró su trabajo a mucha gente, tanto en México como en el extranjero, y fue invitado a los Estados Unidos y a Europa para exhibir sus alebrijes. Conservó las tradiciones populares que había heredado de sus abuelos y sus padres y aportó una invaluable creación al arte mexicano y a esas mismas tradiciones. Pedro Linares López trabajó jornadas de dieciséis horas todos los días hasta un día antes de su muerte, la que tuvo lugar el 26 de enero de 1992, a la edad de 86 años. Ahora, Miguel Linares, Paula García, Blanca y Elsa Linares continúan con la tradición y el trabajo que Pedro les dejó como herencia, las extraordinarias piezas reconocidas a nivel mundial: los alebrijes.

En una versión distinta de la que se acaba de relatar se dice que al pintor mexicano José Antonio Gómez Rosas, apodado El Hotentote, a su paso por la Academia de San Carlos, en donde se organizaba anualmente un baile de máscaras, se le pidió que realizara una serie de telones, por lo que le encargó a su cartonero Pedro Linares que hiciera una nave y un alebrije. Ante esa petición Linares le preguntó al pintor cómo hacerlo, a lo que este respondió: “toma un Judas y ponle cola y alas de murciélago”. En las pinturas de El Hotentote suelen aparecer figuras zoomorfas y fantásticas en las que se combinan partes de reptiles, de aves, de anfibios, de insectos y de mamíferos, al igual que diferentes épocas y estilos.

A partir del sueño que tuvo en 1936 Linares comenzó a diseñar figuras extrañas y coloridas con alas, cuernos, colas, colmillos y demás. Esas esculturas fueron descubiertas por sus primeros clientes, que eran maestros pirotécnicos, y luego por la cineasta Judith Bronowski, quien dio a conocer a nivel mundial la historia de los alebrijes y al maestro Pedro Linares López a través de un documental que ella misma produjo y dirigió.

Pedro Linares recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1990 por su gran trayectoria artística y por su creación: los alebrijes. En la actualidad los hijos y los nietos de Linares, así como miles de cartoneros más, continúan con la tradición familiar creando alebrijes.

Desde el año 2007 el Museo de Arte Popular realiza el Desfile de alebrijes monumentales, conocido como Noche de los alebrijes.

Como ya se dijo, los alebrijes surgieron en la Ciudad de México en el año 1936. Pedro Linares, el personaje al que se atribuye la creación de los primeros alebrijes así como la invención del término mismo, era un artesano especializado en la fabricación de piñatas, máscaras de carnaval y figuras de Judas de papel maché que solía vender en mercados como el Mercado de La Merced. Finalmente, el dueño de una galería de arte de Cuernavaca descubrió su trabajo y así fue como la obra de Linares captó la atención de Diego Rivera y Frida Kahlo, quienes comenzaron a encargar la elaboración de más alebrijes. El alebrije, como tradición, creció después de que la cineasta Judith Bronowski filmara el documental ya mencionado acerca de Linares en el año 1975. En 1990, dos años antes de su muerte, Pedro Linares López recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría Artes y Tradiciones Populares, lo que inspiró a otros artistas que ya hacían alebrijes también. Diego Rivera decía que nadie más que Linares podía realizar las figuras que él pedía; el trabajo que Linares efectuó para Rivera se encuentra en el Museo Anahuacalli de la Ciudad de México.

En la región de Oaxaca son populares los alebrijes tallados en madera de copal. La elaboración de estas artesanías es la base de la economía de los poblados de San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola, donde numerosas familias trabajan en la talla de figuras que luego colorean con pintura vinílica y comercializan en las plazas, mercados y talleres de la región.

El alebrije de Oaxaca es una combinación de la tradición de talla de madera de la región y la técnica creada por Linares. Esta artesanía se introdujo en la zona de Oaxaca en la década de 1980 gracias a la realización de un taller de demostración llevado a cabo en los Estados Unidos. Dicho taller fue organizado por Judith Bronowski y contó con la participación de Manuel Jiménez y la artesana textil María Sabina, ambos originarios de Oaxaca. Los diseños de Linares se adaptaron a la técnica de tallado de madera de copal, pues esta técnica era la dominada por los artesanos de la región. La adaptación del alebrije fue perfeccionada por Manuel Jiménez, oriundo de San Antonio Arrazola.

Después de la adaptación de Jiménez el alebrije se adoptó como artesanía tanto en San Antonio Arrazola como en San Martín Tilcajete y La Unión Tejalapan. La producción de alebrijes favoreció con desarrollo económico a la región pero también generó problemas como la deforestación de los árboles de copal. El problema de la deforestación se ha tratado de compensar mediante planes de reforestación que no han sido del todo exitosos.

Entre los artistas destacables de la región de Oaxaca se encuentran Manuel Jiménez, Jacobo Ángeles, Martín Sandiego, Julia Fuentes y Miguel Sandiego.

Es importante mencionar que el alebrije es un artículo artesanal porque es único y no se puede repetir en un molde puesto que si así fuera dejaría de considerarse una artesanía como tal dentro del grupo denominado de los alebrijes. El artesano moldea su trabajo y lo que le va añadiendo paso a paso determina su valor.

Oaxaca ya producía pequeñas esculturas de animales a nivel local pero con el impulso dado por estas manifestaciones la fabricación aumentó de manera importante. En esta región el labrado de la madera se conocía y estaba presente desde la época antigua: el arte zapoteca del período prehispánico y la cultura mesoamericana usaban este material para producir máscaras, tótems, instrumentos musicales y pequeños objetos. Muchos de esos productos se utilizaban para apoyar a las poblaciones; por ejemplo, se los usaba para atraer a los animales y así poder capturarlos, y también para espantarlos y de ese modo poder defenderse. Después, en el período colonial, a causa de la necesidad de los misioneros cristianos de utilizar todas las formas útiles de entablar conversación con los indígenas, el tallado tomó otras vías: se empezaron a construir grandes estatuas de ángeles y santos e importantes cruces y altares para adornar y embellecer las nuevas iglesias católicas, para procesiones y para representaciones religiosas. Después de la guerra de Independencia 1810-1921 el labrado de la madera pasó a segundo plano y se realizó exclusivamente con fines prácticos, como la fabricación de objetos de uso común del tipo de platos, bandejas, muebles, instrumentos musicales y juegos; empezaron a escasear los escultores especializados, profesión solo difundida como trabajo de ayuda económica para campesinos y otras categorías. 

Por ese motivo la nueva forma de arte, ligada al tallado de la madera de un modo inédito y singular inspirado en el cartón piedra de Linares, hizo suyos los antiguos modelos y a partir de ellos creó otros originales nunca usados antes. El labrado de la madera de copal, Bursera cuneata siempre estuvo presente en estas zonas geográficas. Originaria de América del Sur esta planta, utilizada también como incienso por las sustancias aromáticas que contiene, es parte de la tradición autóctona. Como se trata de un material muy tierno, recién cortado y todavía verde es muy fácil de esculpir, y de hecho se lo trabaja con machete y con simples cuchillos de cocina, siguiendo siempre la forma original, sugerida por la misma madera; además de ese material en la actualidad se utiliza madera de pino, ocote y cedro, aparte de máquinas para la elaboración. Para dejar la superficie lisa y uniforme se trabaja pasando por encima simple arena y así la pieza está lista para ser decorada. En el pasado se utilizaban colores con base de anilina pero con el tiempo los artistas se dieron cuenta de que no duraban demasiado e irremediablemente iban perdiendo su brillo hasta quedar desteñidos, por eso hoy han sido sustituidos por colores acrílicos. 

Además de la pintura, que se aplica con pinceles de varias medidas fabricados expresamente por los propios artesanos para satisfacer sus exigencias decorativas, los alebrijes están adornados con aguijones, pelos de animales y espinas de cactus, materiales usados también para fines pictóricos puesto que gracias a ellos es posible dejar trazos muy finos y regulares. Es importante reiterar que el alebrije es un artículo único y no se puede repetir en un molde pues si así fuera dejaría de ser considerado una artesanía dentro del grupo de los alebrijes. Como ya se dijo, el artesano moldea su trabajo y lo que le va añadiendo paso a paso determina su valor. Los alebrijes constituyen una de las tantas maravillas del arte mexicano y un orgullo y el sello distintivo de Oaxaca. Tener en casa un alebrije o una colección de ellos es considerada de buena suerte y se dice que la felicidad acompañará a todo aquel que posea una de estas obras de arte. Además, poseer un alebrije es poseer lo mejor del arte mexicano, tan vasto, tan colorido, tan lleno de vida y de una belleza reconocida a nivel internacional.

jueves, 17 de abril de 2014

ARTE ROMANO



Las primeras manifestaciones del arte de la Antigua Roma nacen bajo el influjo del arte etrusco, enseguida contagiado del arte griego, que conocieron en las colonias de la Magna Grecia del sur de Italia, que Roma conquistó en el proceso  de unificación territorial de la península, durante los siglos IV y III a. C. La influencia griega se acrecienta cuando, en el siglo II a. C. Roma ocupa II a. C. Macedonia y Grecia.

Hasta cierto punto puede pensarse que el arte de Roma es una imitación y ampliación del arte griego, y por supuesto del arte etrusco, pero el espíritu que animó a los artistas romanos es totalmente diferente de aquellos. La Roma conquistadora y urbanista trató de unir al sentido estético griego, el carácter utilitario y funcional que sus obras requerían.

Desde el punto de vista cronológico, el ARTE ROMANO se desarrolló con bastante homogeneidad y autonomía desde el siglo III a. C. hasta el siglo V de nuestra Era. Siguiendo las etapas que su devenir histórico marca, destacan al menos la República, hasta el año 27 a. C., y el Imperio, que se extendió desde los tiempos de Augusto hasta la caída de Roma en manos de los bárbaros en el año 476 después de C.

A causa del profundo centralismo ejercido por Roma sobre sus provincias en todos los aspectos de la vida, se originó un arte muy uniforme sin que pueda hablarse de escuelas provinciales, al menos durante la época imperial. No obstante, dada la amplitud del Imperio y su constitución en diferentes momentos, no existe una contemporaneidad cronológica, pues en zonas donde el arte helenístico está más consolidado sus formas artísticas están mucho más evolucionadas que en las provincias más tardíamente incorporadas a la cultura romana.

La Monarquía romana, República romana e Imperio romano, cubren el periodo desde el siglo VIII a. C. al siglo V d. C.. Se localiza primero en el Latium Italia Central, y se extiende por toda la Cuenca del Mediterráneo.

-El periodo anterior a la recepción de la cultura helenística (siglo III a. C. desarrolla un arte latino emparentado con otros pueblos itálicos sabinos y sobre todo etruscos Loba capitolina .

-El periodo clásico del arte romano dura hasta el triunfo del cristianismo (siglo IV). Asimila y desarrolla la cultura griega, órdenes arquitectónicos, diseño de los templos, concepción escultórica, incorporándola características propias, tanto en materiales de construcción mortero y cemento y hormigón romanos como en elementos arquitectónicos el arco -Arco de triunfo- y la bóveda, orden toscano y orden compuesto, principio de superposición de órdenes y formas escultóricas el retrato romano -exigido por el culto a los antepasados y la propaganda política, y que permite datar la evolución estilística y de la moda, sobre todo en la expresión y el peinado- ya el relieve romano, caracterizado por la búsqueda de la profundidad y la perspectiva pictóricas, los estilos pompeyanos, decorativos, narrativos o procurando el trampantojo.

-Desarrollo arquitectónico con gusto por lo colosal y magnificente, al tiempo que con un acusado sentido práctico y utilitario. puentes y acueductos -puente de Alcántara, Pont du Gard, Acueducto de Segovia-, calzadas. Edificios públicos termas -termas de Caracalla-, teatro romano -Teatro Marcelo-, circo romano -Circo Máximo-, anfiteatros -Anfiteatro de Capua, Coliseo, Anfiteatro de El Djem-, etc. religiosos (templo romano -Templo de Vesta, Maison Carrée, Panteón de Agripa- y civiles foro romano, basílicas, palacio romano -Domus Aurea de Nerón, construcción original del Palacio de Letrán, luego convertido en residencia papal-villa romana -Villa romana del Casale- con su versión de villa imperial -Villa Jovis o de Tiberio en Capri, Villa Adriana, casa romana, domus, vivienda Roma Antigua.

-Escultura histórica narrativa, frisos corridos en relieve: Ara Pacis, Columna trajana, bustos, estatuas de cuerpo entero Augusto de Prima Porta y excepcionalmente ecuestres.