miércoles, 5 de febrero de 2014

CARLOMAGNO



Carlos I el Grande, llamado CARLOMAGNO, fue rey de los francos desde 768 hasta su muerte, rey nominal de los lombardos 764814 y emperador de Occidente 800814.

Hijo del rey Pipino y de Bertrada de Laon, sucedió a su padre y correinó con su hermano, Carlomán I. Aunque las relaciones entre ambos se tornaron tensas, la repentina muerte de Carlomán evitó que estallara la guerra. Reforzó las amistosas relaciones que su padre había mantenido con el papado y se convirtió en su protector tras derrotar a los lombardos en Italia. Combatió a los musulmanes que amenazaban sus posesiones en la Península Ibérica y trató de apoderarse del territorio, aunque tuvo que batirse en retirada y a causa de un ataque de los vascones perdió a toda su retaguardia, así como a Roldán, en el desfiladero de Roncesvalles. Luchó contra los pueblos eslavos. Tras una larga campaña logró someter a los sajones, obligándolos a convertirse al cristianismo e integrándolos en su reino; de este modo allanó el camino para el establecimiento del Sacro Imperio Romano Germánico bajo la dinastía sajona.

Comúnmente se ha asociado su reinado con el Renacimiento carolingio, un resurgimiento de la cultura y las artes latinas a través del Imperio carolingio, dirigido por la Iglesia católica, que estableció una identidad europea común. Por medio de sus conquistas en el extranjero y sus reformas internas, Carlomagno sentó las bases de lo que sería Europa Occidental en la Edad Media. Hoy día es considerado no sólo como el fundador de las monarquías francesa y alemana, que le nombran como Carlos I, sino también como el padre de Europa.

Actualmente es imposible conocer con certeza la fecha de su nacimiento. Las hipótesis más factibles son las del 1 de abril de 747, el 15 de abril de ese mismo año o el 1 de abril de 748. Carlomagno nació en Herstal, ciudad natal de su padre, de donde eran oriundas las dinastías carolingia y merovingia, y ubicada en las inmediaciones de la ciudad de Lieja Bélgica. Cuando tenía 7 años, fue a vivir con su padre a Jupille, por lo que en casi todos los libros de historia dicha ciudad aparece como uno de sus posibles lugares de nacimiento. También se han barajado como tal otras ciudades, entre ellas Ingelheim, Prüm, Düren y Aquisgrán.

Carlos, como era tradición entre los monarcas y mayordomos del pasado, comenzó a nombrar a sus hijos para que ocuparan los cargos de mayor importancia del reino durante el primer periodo de paz por el que atravesó su gobierno 780  782. Habiendo sido ungidos por el papado, hizo reyes a sus dos hijos más jóvenes 781: Carlomán, el mayor de ellos, tomó la Corona Férrea y el nombre de «Pipino» al ser nombrado rey de Italia; y el más joven, Luis, fue nombrado rey de Aquitania. Carlos ordenó que ambos se criaran en el conocimiento de la costumbres de sus reinos, al tiempo que les otorgaba a sus regentes cierto control sobre dichos territorios. No obstante, aunque los dos jóvenes tuvieran la esperanza de heredar el reino algún día, el poder estuvo siempre en manos de su padre. Además, no toleró insubordinación alguna de parte de sus hijos: en 792 desterró a Pipino el Jorobado a consecuencia de una revuelta de la que era partícipe.

En 813, Carlomagno convocó a su corte a Ludovico Pío, rey de Aquitania y su único hijo sobreviviente. Una vez allí, lo coronó con sus propias manos como coemperador para luego enviarlo de regreso a Aquitania. A continuación, pasó el otoño de cacería antes de volver a Aquisgrán el 1 de noviembre. En enero de 814, enfermó de pleuritis Eginardo 59 y el 21 cayó en cama. 

Murió el veintiocho de enero, el séptimo día desde que cayó en cama, a las nueve de la mañana, tras participar de la eucaristía, en su septuagésimo segundo año de vida y el cuadragésimo séptimo de su reinado.

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