El «HIELO» es el agua congelada.
Es uno de los tres estados
naturales del agua. La forma más fácil de reconocerlo es por su
temperatura, y por su color blanco níveo; además es muy frío al tacto. El agua
pura se congela a
0 °C cuando
se halla sometido a una atmósfera de
presión.
El agua, junto con el galio, bismuto, ácido acético, antimonio y el silicio, es una de las pocas sustancias que al congelarse
aumenta de volumen es
decir, que disminuye su densidad; se expande al congelarse. Esta propiedad evita
que los océanos de las regiones polares de
la Tierra se congelen en todo su volumen, puesto que el hielo
flota en el agua y es lo que queda expuesto a los cambios de temperatura de la atmósfera. La
densidad típica del hielo a 0 °C suele tomarse como 916,8 kg/m3 o como 0,9168 g/cm.3.
El hielo se presenta en 12 estructuras o fases
cristalinas diferentes. A las presiones habituales en el medio terrestre en el
entorno de la presión atmosférica, la fase estable suele denotarse como fase I
según la terminología de Tamman.
Dicha fase I presenta dos variantes relacionadas entre sí: el hielo hexagonal,
denotado Ih, y el hielo cúbico, Ic. El hielo hexagonal es la fase más común, y la mejor
conocida: su estructura hexagonal puede verse reflejada en los cristales de
hielo, que siempre tienen una base hexagonal. El hielo cúbico Ic se obtiene por
deposición de vapor de agua a temperaturas inferiores a -130 °C, por lo
que no es tan común; aun así, a unos -38 °C y 200MPa de presión, situación
esperable en los casquetes polares, ambas estructuras están en equilibrio
termodinámico.
La luz blanca del Sol está
realmente formada por una mezcla de colores, desde el rojo al violeta, como se
comprueba cuando se hace pasar un rayo de luz a través de un prisma de vidrio,
o en el arco iris. Las
ondas de luz más azuladas tienen más energía que las amarillas o las rojas. La nieve es blanca porque toda la luz que le llega es reflejada
en una capa muy delgada que se encuentra en su superficie. Las pequeñas
burbujas de aire que están atrapadas en el hielo refleja la luz, múltiples
veces y todos los colores, desde el rojo al violeta, escapan, de modo que la
luz que recibimos es luz blanca. El hielo aparece azul cuando tiene una
consistencia muy alta y las burbujas de aire no impiden el paso de la luz a
través de él. Sin el efecto «Dispersivo» de las burbujas, la luz puede penetrar
en el hielo siendo absorbida paulatinamente en su camino hacia las partes más
profundas. Los fotones rojos, que tienen menor energía que los azules, penetran
menos distancia y son absorbidos antes. En promedio, la absorción de luz roja
en el hielo es seis veces más eficiente que la absorción de luz azul; por
tanto, cuanta más distancia viaje un haz de luz blanca pierde en su camino más
y más fotones rojos, amarillos, verdes... y son los azules los que
«Sobreviven». Esta es la razón del color azul del hielo puro, y de un glaciar o de un iceberg.
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