El ALGIBE, es un depósito destinado a guardar agua potable,
procedente de la lluvia recogida de los tejados de las casas o de las acogidas, habitualmente,
que se conduce mediante canalizaciones. Normalmente es subterráneo, total o
parcialmente. No se debe confundir con tinaja: depósito destinado
a transportar líquidos.
Suele estar construido con ladrillos unidos con argamasa. Las paredes
internas suelen estar recubiertas de una mezcla de cal, arena, óxido de
hierro, arcilla roja y resina de lentisco, para impedir
filtraciones y la putrefacción del agua que contiene.
Durante mucho tiempo ha sido la única
fuente de agua potable en muchas localidades, como Capri, donde
posteriormente fue complementada con la importación de agua desde la península.
También se convirtió en la única forma de abastecer barrios enteros, como
sucedió en la época
musulmana en el
emblemático barrio del Albaicín de Granada; construcciones que aún siguen en uso.
Desde 1970 este método de almacenar
agua se ha ido implantando en algunas pequeñas localidades aisladas en El Salvador,
por ejemplo en las laderas del volcán Chinchontepec, en la proximidad de San
Vicente.
Los antiguos mayas de la península de Yucatán,
además del agua obtenida de los cenotes. Ellos tenían
aljibes subterráneos llamados chultunes
para el almacenamiento de
agua de lluvia.
También se ha utilizado, y se sigue
utilizando este sistema en algunas de las Islas
Canarias, donde el aljibe es parte inseparable de la construcción de
una vivienda. Tal es la importancia del aljibe para la vida diaria que las
aguas que surten al aljibe pertenecen al propietario de la casa, aunque
provengan de tejados o canales de viviendas colindantes.
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