SUPERSTICIÓN es la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de los fenómenos, procesos y sus
relaciones. Aunque se trata siempre de creencias sin ningún tipo de evidencia científica, el
concepto no siempre engloba todo lo que no es científico. Algunas definiciones
del término excluyen, por ejemplo, a las creencias de la fe religiosa, las
cuales no son científicamente probables, pero según esta delimitación del
concepto, tampoco constituyen supersticiones. La denominación se aplica también en
sentido peyorativo a formas de creencias, prácticas y rituales religiosos que no
corresponden a las opiniones y convicciones propias. En el sentido coloquial
general se utiliza de manera equivalente a los conceptos de irracional o
no científico. En los contextos culturales en que dominan las religiones abrahámicas el
término «Supersticioso» se utiliza entre simpatizantes para significar una
carencia de formación teológica, pero también como demérito de las creencias
populares o de orientación ocultista. Por
otra parte, los críticos de la religión utilizan el concepto en su connotación
negativa para englobar a todas las concepciones de fe y a las religiones.
Debido a que el concepto se define desde distintas cosmovisiones y sistemas de
creencias, los contenidos estarán determinados por la posición científica o
religiosa de quien los presente.
Las supersticiones, no fundamentadas o asentadas de manera no
común en el ser humano, pueden estar basadas en tradiciones populares,
normalmente relacionadas con el pensamiento mágico. Las
personas supersticiosas piensan que
ciertas acciones voluntarias o no tales como rezos, ensalmos, conjuros, hechizos, maldiciones u otros rituales, influyen de manera trascendental en su vida.
Casi cada religión posee rituales,
ceremonias o ensalmos que pondrían a la persona en relación con las fuerzas espirituales y que las personas que no pertenecen a
esa religión pueden considerar supersticiones.
La diferencia entre superstición y fe religiosa estriba, en primer lugar, en la manera
de comprender
globalmente la realidad. En la superstición, la fuerza supra natural
que actúa es arbitraria y disgregada de las demás, mientras que una religión
tiene un sistema teológico y filosófico organizado que afirma la existencia de
un ser o una causalidad superior general, que
actúan en el todo. En segundo lugar, de cada religión se deriva, además de la espiritualidad,
una moral, mientras que en
numerosas supersticiones sólo se condiciona la actuación del individuo hacia la
adquisición o pérdida de la suerte o la desgracia. Y en tercer lugar, en
muchas religiones, como el cristianismo, no se encuentra contradicción entre la
racionalidad, que examina las causas inmediatas, y la creencia religiosa, con
la consecuente coexistencia de ambas actitudes.
Pese a que la definición de
superstición incluye "Fuerzas arbitrarias" y afirmaciones no
probables por la ciencia o el pensamiento empírico, el cristianismo considera
la superstición ajena a su propio dogma como contraria al primer mandamiento.
Desde esta perspectiva, se comprende
que, según el diccionario de la Real Academia Española, la superstición es
una ‘creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón’.
La SUPERSTICIÓN no tiene por objeto el conocimiento de la realidad científica que yace tras dicha creencia, se da
por supuesto su veracidad. Su objeto es mantenerse alerta en las situaciones diarias
para evitar o incidir en las acciones que conducen de modo oportuno a la base
de la creencia. La religión tiene por objeto de un modo básico, adquirir la gracia del
ente o entes objeto de
adoración a base de cumplir los mandamientos
y rechazar las prohibiciones que dicta su credo.
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