En el marco del hinduismo, la KUNDALINI es
una energía invisible e inmedible representada
por una serpiente o a veces por un dragón, que duerme
enroscada en el muladhara el primero de los chakras —los siete círculos energéticos—, que
está ubicado en la zona del perineo. Se dice que al
despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte.
Varias doctrinas utilizan este concepto
de la kundalini: el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo,
el sijismo y el gnosticismo.
Respecto a la representación simbólica
de la kundalini, anteriormente mencionada, cabría recordar que en muchas
culturas la serpiente ha sido venerada como un animal sagrado. Así pues en
la antigua civilización egipcia, la
serpiente que los faraones llevaban en sus coronas, representaba su divinidad y
alta iniciación era símbolo de alta maestría. También en las culturas maya y azteca se veneraba a la serpiente emplumada. En el Génesis de
la Biblia la
serpiente representa la mentira, esta alegorizada en la serpiente negra como
opuesto a Yahveh. La serpiente blanca es la serpiente sagrada de las
civilizaciones antiguas, poseedora de nuestros mágicos poderes. También en los mismos mitos, está el
ejemplo de la serpiente de los israelitas, que sanaba en el desierto. En la
cultura de la Antigua Grecia, dos serpientes aparecen representadas en el
conocido caduceo de Hermes y una serpiente en la vara de Esculapio, símbolo de la medicina.
Con la alquimia, la energía kundalini subiría verticalmente por medio del
fluido espinal, a través de la columna vertebral, atravesando todos los chakras y alimentaría el cerebro, modulando su
actividad. Sería una energía evolutiva, y según el grado de activación en el
individuo, condicionaría su estado de conciencia.
La serpiente tiene su base en el mūlādhāra, enrollada tres veces y
media alrededor de él, y allí se encuentra, normalmente, dormida. De modo que,
tras obtener la apertura de los chakras, puede ser despertada con
técnicas como el tantra y el kundalini
yoga. La finalidad del kundalini yoga es, por tanto, despertar a la serpiente
y desenroscarla, dirigiéndola hasta el Sahasrara el chacra superior para unir cuerpo y espíritu,
en un intento de integrar los dos principios, habitualmente opuestos, de
materialidad y espiritualidad, fusionando sus energías dentro de un cuerpo
humano individual. En términos tántricos estos principios serían Shivá el principio masculino o conciencia y Śakti principio femenino o
energía.
Para llegar a este estado, la
serpiente kundalini deberá
atravesar 3 nudos principales:
El primero es el nudo de Brahman, en el primer chacra.
El segundo es el nudo de Visnú, en el chacra del corazón. El tercero es el nudo de Shivá, en el entrecejo. En
cada uno de estos sitios, las tres corrientes de energía se juntan, se anudan y
se enredan en un reino.
En la medida en que la conciencia
penetra el primer nudo, se empiezan a soltar los apegos a todas las sensaciones,
los nombres y las formas de las cosas. Se establece una nueva relación con los
sentidos y las sensaciones que se perciben a través de ellos. Antes de penetrar
este nudo, cada sensación atrapa la mente, la cautiva, la distrae y para el
practicante es difícil meditar o estar quieto. Todas las meditaciones que
estimulan el punto del ombligo preparan el fuego que hace arder esa barrera y
permite despertar más allá de su umbral.
Finalmente, se llega a la tercera
puerta, en el sexto chacra. Este nudo está más allá de
los cinco elementos naturales. Es donde se entrelazan ida, pingala, shushumna y los demás nadis ríos. Cuando se abre, la respiración
se equilibra temporalmente en ambos orificios nasales y lleva más allá del
sentido del tiempo y de la identidad terrenal. Entonces se dice que el trikuti,
los tres ríos, te convierten en un tri kala jñā el que conoce los tres tiempos el pasado,
el presente y el futuro. El yogui ya no actúa sólo para este tiempo sino para
todos los tiempos. Si el nudo sigue apretado, el practicante puede obtener
poderes sobrenaturales, pero estará apegado a ellos.
Según algunas religiones orientales,
cuando un ser humano llegara al máximo desarrollo y activación de esta energía,
conseguiría la iluminación, estado evolutivo en que se
trascendería el ego y se desarrollaría la supra conciencia
y el amor universal.
El gran objetivo de las prácticas yóguicas y tántricas es el desbloqueamiento de los nadis ‘ríos’ y el despertar de la energía kundalini.
No obstante, los instructores de yoga
advierten sobre el peligro que acarrea un despertar prematuro de la serpiente.
En este sentido, todos los grandes maestros espirituales advierten, a este
respecto, la necesidad de no forzar nunca en absoluto esta energía.
Los instructores de yoga les enseñan a
sus alumnos que el kundalini
yoga es una
técnica peligrosa. Por ejemplo, Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos
efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del kundalini
yoga: «A menos que se hagan correctamente, hay una
posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de
respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que
ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar».
Según los instructores de yoga, la práctica inadecuada y sostenida de
ejercicios de respiración puede conducir a un mal funcionamiento del sistema
límbico, agravando casos de apnea suspensión
de la respiración durante el sueño o de ronquido, ambas enfermedades que pueden
llegar a ocasionar problemas del corazón y circulatorios. Por el contrario, la
práctica de la meditación y la respiración bien guiadas pueden ser de gran
ayuda para corregir problemas de la respiración.
Gopi Krishna que —sin guía— dijo haber
despertado su kundalini haciendo meditación en su chacra de la corona. Su vida después del
despertar fue tan bendita por la dicha y la euforia como atormentada por la
incomodidad física y mental. Con el tiempo su experiencia se estabilizó. Al
describir el despertar de la kundalini el poder de la serpiente enroscada,
Gopi Krishna registra su propia experiencia de la siguiente manera: «Fue
variable durante muchos años, dolorosa, obsesiva... He pasado por casi todas
las etapas de... tipos de mente: mediúmnica, psicótica y otras; durante un tiempo estuve
alternando entre la cordura y la locura».
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