Los pastizales y estepas conforman un
bioma llamado PRADERA cuyos
ecosistemas predominantes lo constituyen los herbazales de clima templado entre
semiárido y húmedo, con una estación cálida y otra marcadamente fría en
invierno.
Los pastizales templados se encuentran
en cinco áreas principales: las praderas de las Grandes Llanuras de Norteamérica, la
Región pampeana de Sudamérica, los Veld de Sudáfrica, las estepas de Asia y
las sabanas del sur de Australia.
En este ecosistema las gramíneas,
juncales, pastos o césped constituyen la vegetación dominante. Aunque en las
praderas de las regiones templadas pueden existir más de 50 especies de plantas
vasculares y en las praderas tropicales más de 200, en general, dos o tres
especies de gramíneas son las que dominan más del 60% de la biomasa del
terreno; aquí habitan grandes herbívoros y aves, además de una gran cantidad de
flora.
En las zonas donde la precipitación
anual supera los 600 milímetros y los suelos son profundos y ricos en materia
orgánica se extienden las praderas. La vegetación anual de este ambiente es
continua y está representada por las gramíneas, pero éstas han sido
prácticamente sustituidas por cultivos de cereales maíz, trigo, cebada y
oleaginosas: girasol, soya.
Los pastizales ocurren generalmente en
el centro de los continentes donde la precipitación pluvial es intermedia entre
la de los desiertos y los bosques y donde hay grandes variaciones estacionales
de la temperatura, veranos calientes e inviernos fríos. La presencia de árboles
ha sido reducida en esta área debido a los fuegos, el pastoreo y ramoneo
por herbívoros como el bisonte, venados y
caballos, y la precipitación relativamente baja. La mayoría de las praderas han
sido alteradas extensamente y ahora son las principales regiones mundiales de
producción de cereales como trigo, maíz y otros granos.
Los suelos típicos de los pastizales
son los chernozemes, alcalinos debido a que el movimiento neto del agua es
hacia arriba, arrastrando calcio que se precipita como carbonato de calcio. Los
chernozemes de las praderas tienen horizontes superiores negruzcos debido a la
descomposición constante de las gramíneas formando humus negro. Los pastizales
de gramíneas altas tienen suelos más marrones, más ricos en sus estructuras de
lámina.
Sus suelos son grandes terrenos aptos.
Antes de la agricultura, los campos
fueron controlados continuamente por grandes manadas de herbívoros. Los
desechos fecales de los mismos enriquecen al suelo y permiten a la naturaleza
sustentar una amplia diversidad de animales silvestres.
En este
bioma las gramíneas, juncales y otras plantas de pastizal o céspedes constituyen
la vegetación dominante. Aunque en las praderas de las regiones templadas
pueden existir más de 50 especies de plantas vasculares y en las praderas
tropicales más de 200, en general, dos o tres especies de gramíneas son las que
dominan más del 60% de la biomasa del terreno; aquí habitan grandes herbívoros y aves,
además de una gran cantidad de flora.
Los principales pastizales
templados son los siguientes:
Praderas de Norteamérica: Situadas en las Grandes
Llanuras de Estados Unidos, Canadá y una pequeña parte de México. Son
pastizales altos y abundantes hacia el Este y son cortos, áridos o estepáricos
hacia el Oeste.
Estepa euroasiática: Se encuentra al sur de los
bosques templados en Rusia, Ucrania, Mongolia, China y los países
del Asia Central como Kazajistán.
Pastizales y matorrales argentinos: En Sudamérica está
la región pampeana y la estepa patagónica| Patagonia.
Particularmente en Argentina destacan varias eco regiones que se consideran
pastizales y matorrales templados, entre ellos la más conocida es la provincia
fitogeográfica Pampeana praderas, otras regiones son la provincia
fitogeográfica del espinal pastizales arbolados xerófilos, el monte matorrales y
estepa arbustiva, la estepa patagónica estepa
arbustiva y la estepa de las islas del Atlántico Sur. Las pampas alcanzan
también a Brasil y Uruguay, sin embargo el WWF considera estos pastizales como
sabanas subtropicales.
Veld sudafricano: Constituido por pastizales y
arbustal corto. Se encuentran a cierta altitud, por lo que el WWF lo considera
como pradera y matorral de montaña.
Sabana australiana: La sabana templada del sureste
australiano se compone de pastizales arbolados de eucaliptos a
lo largo de Nueva Gales del Sur.
Las gramíneas están bien adaptadas
para cubrir el suelo descubierto y son relativamente resistentes tanto al fuego
como al pastoreo debido a que sus hojas crecen desde la base, a diferencia de
la mayoría de la plantas donde las hojas nuevas se originan continuamente de
las puntas de las ramas. Siempre que su base
permanezca intacta, puede haber crecimiento inmediatamente luego de haber sido
quemada o comida la parte productiva de las gramíneas. Sus hojas tienen un alto
contenido de sílice que desgasta los dientes de los animales que pastorean, y
algunas especies no gramíneas son altamente tóxicas para los herbívoros.
La mayoría de las gramíneas proliferan por medio de estolones, tallos
subterráneos horizontales
y que producen nuevas hojas a intervalos regulares. Otras, especialmente en
áreas más secas, crecen en mechones lo que les permite resistir la desecación
por el viento debido a lo denso de su forma de
crecimiento; muchas especies no gramíneas son similares estructuralmente. Las
gramíneas son polinizadas por el viento, lo que es muy efectivo en este ambiente abierto.
Adaptaciones
de animales: algunos
de estos animales que hacen madrigueras son coloniales, una probable adaptación
a la detección temprana de los depredadores. Algunos carnívoros de tamaño medio están altamente
adaptados para excavar en busca de los que viven en madrigueras.
Debido a que es tan abierto y a que
facilita el movimiento, este ambiente sustenta grandes poblaciones de mamíferos
herbívoros, que forman manadas para defenderse de los grandes
depredadores que los siguen. Las aves que anidan y/o se alimentan en el suelo
están muy expuestas a la depredación, y casi todas son crípticas, con rayas
marrones en la parte superior y con conductas distractoras bien desarrolladas;
la mayoría de ellas cantan mientras vuelan ya que no disponen de ramas
elevadas.
De las praderas de América del Sur son
originarios roedores y otros animales pequeños: vizcachas, maras y cuises, armadillos como los peludos y mulitas, comadrejas, lagartijas y zorros. Entre las aves se
encuentran ñandúes,
perdices americanas, lechuzas, patos, martinetas, chajáes, teros, chimangos y caranchos.
De las especies de pájaros que pueblan
los sitios arbolados se distinguen horneros, cardenales, calandrias, benteveos, tijeretas, churrinches y picaflores.
En las regiones de pajonales abundan los pechos colorados, las cachirlas y los chingolo.
En América del Sur corren peligro de
extinción el puma y el venado de las pampas. En América del Norte los bisontes,
que hasta el siglo pasado formaban grandes rebaños, ahora viven en reservas
naturales. Por otra parte, también son animales característicos de esas
praderas el tejón americano, la mofeta rayada y el coyote. En las praderas
asiáticas se encuentra el antílope
saiga, que también frecuenta las estepas, fundamental en la
preservación del equilibrio natural, esencial para la cadena alimentaria.
Numerosas especies de animales excavadores de las praderas, al remover el
suelo, modifican el contenido postresal mineral de éste y posibilitan el crecimiento de las especies vegetales. Bajo tierra actúan las
lombrices y otros invertebrados que, además, oxigenan el suelo, junto con
millones de bacterias que descomponen los residuos
orgánicos.
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