Aunque su significado religioso ha ido
cambiando a lo largo de su historia, en la Edad Media se refería a un establecimiento
monástico, generalmente poco importante, que estaba bajo la dependencia de
una abadía. Los
monjes estaban destinados allí provisionalmente por la Casa Madre y se
encargaban de gestionar y enviar las rentas a su abadía. A su vez, los
prioratos disponían de iglesias que eran construidas y mantenidas por la Abadía
Madre.
No obstante, cuando un PRIORATO alcanzaba una cierta autonomía, tanto
de personal por el número de monjes y novicios, como económico, el PRIORATO podía ser elevado a abadía. La iglesia
se hacía entonces iglesia abacial y en lugar de un prior, la comunidad
de monjes nombraba un abad.
En la Edad Media,
los habitantes de la comarca, de un PRIORATO,
debían pagar impuestos a éstos, por instalar un hogar para la familia, los tenderos
en los días de feria también debían pagar un arancel y los habitantes tenían prohibido
tener un molino propio por lo que debían usar el molino del priorato y también
pagar impuestos. La
ley les obligaba a esto y podían ser penados desde una multa económica hasta la horca.
El número de monjes de un PRIORATO era muy variable según la época y los
lugares donde se establecieron, desde un único monje que desempeñaba las
funciones de vicario o representante del prior, hasta una
verdadera comunidad monástica importante que, con rango de abadía, podía a su
vez disponer de otros prioratos dependientes.
De esta manera, un PRIORATO es una casa de hombres o mujeres que
han hecho votos religiosos, liderados por un prior o priora.
Los prioratos pueden ser casas de
frailes mendicantes o hermanas religiosas (como los dominicos, agustinos y carmelitas,
por ejemplo), o monasterios de monjes o monjas (como los cartujos o los jerónimos).
Los benedictinos y las órdenes y congregaciones que
siguen su regla cistercienses y trapenses entre ellos, los premonstratenses y las órdenes militares hacen la distinción entre
prioratos de convento y
simples o de obediencia.
Los PRIORATOS
de convento son aquellas
casas autónomas donde no existen abades, tanto porque el
número de 12 monjes canónicamente requerido no ha sido alcanzado como por
alguna otra razón. En el presente, las órdenes benedictinas tienen 27 prioratos
de convento. Los Prioratos Simples o De Obediencia están bajo la dependencia de abades.
Su superior que depende en todo del abad, se llama simplemente prior de
obediencia.
El PRIORATO
de Sion en francés: Prieuré de Sion es el nombre
dado a una organización fraternal fundada por Pierre
Plantard el 20 de julio de 1956, según consta en
el Boletín Oficial de la República Francesa número 167, página 6731,
caracterizándose por sus tintes rosacrucianos modernos.
En la década de los sesenta Plantard creó un trasfondo histórico ficticio para
esta organización, que describió como una sociedad secreta fundada por Godofredo de Bouillon en el Monte Sion en el Reino de Jerusalén en 1099, y que tiene por
propósito la instauración de un linaje secreto de la dinastía merovingia en los tronos de Francia y el resto de Europa. Posteriormente el mito sería ampliado
y popularizado por el libro pseudohistórico El
enigma sagrado en 1982, y más tarde fue descrito como un hecho
en el prefacio de la novela El Código Da Vinci en 2003.
Históricamente, existió algo parecido
al denominado "Priorato de Sion", ya que en 1099, los Cruzados de la
Europa Occidental, tras conquistar Jerusalén del poder musulmán, edificaron una
iglesia nueva sobre las ruinas de un antiguo templo bizantino llamado Hagia
Sion. La nueva iglesia se llamó de Santa María, y el grupo de sacerdotes que la
atendían eran conocidos como El Priorato de Nuestra Señora de Sion, un título
que combinaba los nombres de ambas iglesias. Allí permanecieron hasta 1217,
cuando los musulmanes destruyeron Santa María tras reconquistar Jerusalén. En
aquel momento, se retiraron a Sicilia, donde
continuaron ejerciendo su ministerio. El Priorato sobrevivió durante cuatro
siglos más, hasta que, en 1617, sus últimos miembros se unieron a los jesuitas.
En resumen, el Priorato de Sion fue una de las muchas órdenes y sociedades que
han ido y venido a lo largo de la historia de la Iglesia católica. Sí existió
un auténtico Priorato de Sion fundado en 1099, pero no tiene nada que ver con
el actual Priorato de Sion, que no es más que un invento de un personaje como
el tal Plantard, que se inventó con ayuda de algún otro un engaño majestuoso,
con la pretensión de vivir del invento. Desconocemos si lo consiguió o no, pero
esto es materia para otro tema. Tampoco había «Gran maestres» en el Priorato
original, tal y como se nos muestra en la gran cantidad de libros y artículos
sobre este tema, por la sencilla razón de que la cabeza de un priorato es un
prior y no un gran maestre.
El Priorato de Sion, tal y como se le
conoce gracias sobre todo a la novela de Dan Brown y otros autores del estilo
de Lynn Picknett, Clive Prince y algunos otros que han escrito algo sobre temas
como este, ha sido descrito como uno de los grandes fraudes históricos del siglo XX. Algunos escépticos han expresado su
preocupación por la proliferación y popularidad de los libros, sitios web y
películas inspiradas por este engaño que han contribuido al problema de las teorías de conspiración, pseudohistorias y
otras confusiones cada vez más habituales. Otros
han expresado preocupación por la ideología reaccionaria romántica promovida
por estas obras.
Los historiadores,
tras haber analizado todo lo relacionado al Priorato de Sion, indican que la
antigüedad y los escritos sobre éste no son verídicos, llegando a la siguiente
conclusión sobre la historia del Priorato de Sion:
Los manuscritos presentados por Pierre
Plantard, indicando que provenían del padre Bérenger Saunière, quien los habría descubierto
mientras reparaba su iglesia, habrían sido realmente escritos por el
mismo Pierre
Plantard y fabricados por su
amigo Philippe de Cherisey. Así,
estos documentos falsificados pretendían mostrar la supervivencia de la
dinastía merovingia de los reyes francos,
y de este modo atribuir un linaje real a Pierre Plantard. Plantard
manipuló las actividades de Saunière en Rennes-le-Cháteau para
"demostrar" sus reclamaciones relacionadas con el Priorato de Sion.
De este modo se calcula que entre 1961 y 1984Plantard habría
inventado el linaje legendario del Priorato de Sion,
surgido de los restos de la Orden
de Sion. Otra razón para señalar como falsa la antigüedad del Priorato de
Sion sería el propio registro del Priorato el 20 de julio de 1956 en el Boletín
Oficial de la República Francesa, ya que si presentara la antigüedad
pretendida, y con ello un gran poder, no habría tenido la necesidad de
registrar su orden de nuevo.
Para mantener su engaño, Pierre
Plantard argumentó en 1989 que el Priorato de Sion en realidad
había sido fundado en 1681 en Rennes-le-Cháteau; pero en esta ocasión no pudo
conservar su reputación y sus proyectos. Posteriormente, en septiembre de 1993,
argumentó que Roger-Patrice Pelat había sido una vez el Gran Maestre del
Priorato de Sion. Pelat era un amigo del entonces presidente de Francia François Mitterrand y fue el centro de un escándalo que
implicó al primer ministro francés Pierre Bérégovoy. Un tribunal francés ordenó
registrar la casa de Plantard, requisando muchos documentos, entre ellos alguna
proclamación de Plantard como rey legítimo de Francia. Conforme al juramento,
Plantard admitió que había ideado todo, inclusive la participación de Pelat en
el Priorato de Sion. Ordenaron a Plantard que desistiera de todas las
actividades relacionadas con la promoción del PRIORATO de Sion y vivió en el anonimato hasta su muerte el 3 de
febrero de 2000, en París.
Autores franceses como Franck Marie 1978, Jean-Luc Chaumeil 1979, 1984, 1992 y Pierre Jarnac 1985,
1988 nunca han tomado en serio a Pierre
Plantard y el Priorato de
Sion. Concluyeron que todo era un fraude, y para ello
los historiadores perfilaron detalladamente sus
argumentos y dieron múltiples pruebas de que los investigadores de la novela
del Santo Grial, del cual se hizo famoso mundialmente el Priorato de Sion, no
habían contado la verdad y que habían omitido datos conocidos. Con ello,
argumentan que las pruebas de estos últimos no podían mantener la versión mítica de la historia del Priorato.
Según el artículo I. c del original de 1956 de los Estatutos
del Priorato de Sion, la asociación adoptó ese nombre de una montaña
cercana a la ciudad francesa de Annemasse,
llamada Sion. El objetivo de
esta logia iniciática era
un movimiento vanguardista dedicado a la restauración de la nobleza y la monarquía en Francia, mediante los derechos de
realeza de Pierre
Plantard.
Para ello, Pierre Plantard indicaba
estos hechos y derechos mediante unos pergaminos que, según los partidarios, serían los
que el padre Bérenger Saunière había descubierto mientras arreglaba
su iglesia. Entre estos documentos indicó la
existencia de un linaje legendario del Priorato de Sion,
supuestamente surgido de los restos de la Orden
de Sion, que había sido fundada en Jerusalén durante la Primera
Cruzada por Godofredo de Bouillón. Así, con estos documentos
pretendían mostrar la supervivencia de la dinastía merovingia de los reyes francos.
Los partidarios más cercanos a la idea
de la existencia real del Priorato se basan en los siguientes argumentos:
Hay una lista de Grandes Maestres ilustres.
Ello indicaría que la Orden de Sion tendría una larga historia que comenzaría
con la creación de los Caballeros Templarios y sus frentes militar y financiero. No
obstante, esta lista se basa en un documento reconocidamente falso.
Se dice que tuvo un importante papel
en la promoción del mito del "río oculto de esoterismo", el Alph, en la Europa medieval.
Se jura reinstaurar la dinastía Merovingia, que gobernó el reino
Franco de 447 a 751 d.C., en los tronos de Europa y Jerusalén,
a pesar de no quedar ni un sólo descendiente acreditado de tal dinastía.
La orden protegería a esta dinastía
real porque según la doctrina de la orden, la dinastía Merovingia serían los
supuestos descendientes directos de Jesús y su supuesta esposa María
Magdalena. Sin embargo, estudios genéticos efectuados en el año 2006, el programa Buscando
la verdad Digging for the Truth del canal de televisión The History Channel, realizó un análisis
genético de Aragunde, una de las primeras reinas merovingias,
con el fin de probar o descartar que el linaje desciende de Jesús o María
Magdalena. El resultado del análisis concluyó que el origen del linaje de la
dinastía merovingia era sólo europeo y no estaba relacionado genéticamente con
ninguna de las poblaciones del Oriente Medio, lo cual descarta que sea real la
leyenda francesa sobre la supuesta descendencia de Jesús y María Magdalena, que
claramente eran judíos.
Et
in Arcadia ego se describe como la divisa oficial tanto de la familia Plantard
como del Priorato de Sion, según se dijo en 1994. Es una frase en latín, la cual
aparece inscrita en una tumba dibujada en un cuadro de 1640, Los
Pastores de la Arcadia, del pintor francés Nicolas
Poussin. Esto literalmente significa 'y en la Arcadia yo...'
Sin embargo, según esta leyenda existe
un borrón añadido que no estaba en el cuadro original de Poussin, que sugiere
que falta una palabra. Aunque no sea necesario en gramática latina, se ha
sugerido la terminación sum para
significar: 'Y estoy en la Arcadia'. Además, se ha especulado con que la frase
completa Et in Arcadia ego sum es
un anagrama de Arcam dei tango Iesu, que significa
"He tocado la tumba de Jesús". Esto implicaría que la tumba
contendría el osario de Jesús de Nazaret. Independientemente de esta
impresionante teoría, se llega a la conclusión de que es simplemente un
argumento sin fundamento histórico, ya que todo esto no es parte de la historia
de la pintura de Poussin, la cual está bien documentada.
Los objetivos últimos del PRIORATO de Sion serían:
la fundación de un "Santo Imperio
Europeo" que se convertiría en la siguiente superpotencia y el promotor de un Nuevo Orden Mundial de paz y prosperidad; la suplantación
de la Iglesia católica por
una religión estatal ecuménica y mesiánica gracias a la revelación del Santo Grial y el Testamento de Judas, que demostraría las
causas de los seguidores de Juan
el Bautista y sacaría a la
luz pública a los descendientes de Jesús y María Magdalena; la reinstauración
del Rey ungido del Gran Israel el descendiente del Rey David.
Dentro de estos objetivos últimos del
Priorato de Sion, se indica que está presente una interpretación de un texto antisemita y que se considera fraudulento, debido
a que tuvo su principal difusión en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Este texto, conocido
como los Protocolos de los Sabios de Sion,
que sus partidarios consideran de todos modos como una de las pruebas más
persuasivas para demostrar la existencia y las actividades del Priorato de
Sion.
Este manuscrito sería supuestamente un
compendio de registros de las sesiones secretas mantenidas por los grandes
sabios de la nación judía, exponiendo en ellos sus supuestos planes para la
dominación del mundo por los judíos.
Debido a ello, cabe mencionar
igualmente que algunos grupos, tales como los seguidores de la doctrina
cristiana del Fin de los Días, aceptando estas
hipótesis como hechos, vieron el Priorato de Sion como un cumplimiento
profético del Libro de la Revelación y la supuesta prueba de una hipotética conspiración anticristiana de dimensiones
universales.
Los protocolos de los sabios de Sion,
es un panfleto antisemita publicado por primera vez en 1903, en la Rusia
zarista, cuyo objetivo era justificar ideológicamente los pogromos que sufrían los judíos. El texto sería
la transcripción de unas supuestas reuniones de los "Sabios de Sion",
en la que estos sabios detallan los planes de una conspiración judía, la cual
consistiría en el control de la masonería y los movimientos comunistas,
extendida por todas las naciones de la Tierra, y tendría como fin último el
hacerse con el poder mundial.
Los Protocolos de los Sabios de Sion
es la publicación antisemita más famosa y ampliamente distribuida de la época contemporánea.
Sus mentiras sobre los judíos, que han sido desacreditadas repetidamente,
continúan circulando hoy en día, especialmente por Internet. Los individuos y
grupos que han utilizado los Protocolos están unidos por un propósito común: diseminar
el odio a los judíos.
Actualmente, se considera uno de los
fraudes literarios más notorios de la historia como los Diarios de Hitler, e
incluido dentro de los fraudes históricos importantes como el descubrimiento
del Hombre de Piltdown.
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