ALCÁZAR es un término español para designar a un castillo o palacio fortificado. Proviene de la palabra
árabe, que a su vez es una deformación del latín castrum castillo o guarnición militar y de su
plural castra campamento
o cuartel.
Muchas ciudades de España siguen utilizando la palabra alcázar para nombrar al que suele ser un
antiguo palacio o residencia real musulmana del periodo califal o
de las taifas reconstruido por
los reyes cristianos posteriores.
Son numerosos los topónimos
relacionados con esta palabra y sus derivaciones: Alcázar de San Juan, del Rey, Guadalcázar,
etc. Alcàsser en valenciano o catalán, Alquézar, Alcazarejo; Alcosser, Alcocer y Alcocero de al-quṣayr diminutivo árabe de al-qaṣr; Alcazarén de al-qaṣrayn, dual de alqaṣr; Belalcázar y el antropónimo Balcázar; incluso exónimos como el caso de Alcazarquivir.
En el Alcázar de Segovia, construido en el siglo XII,
la Reina Isabel I de Castilla salió de él para
ser proclamada Reina de Castilla en la antigua Iglesia de S. Miguel que se
situaba en la Plaza Mayor de Segovia. Durante la Edad Media, el alcázar de
Segovia fue la residencia favorita de los reyes de Castilla, muchos de los
cuales fueron añadiendo nuevas partes al edificio, transformando la fortaleza
original en una residencia cortesana y prolongando la construcción del castillo
hasta el siglo XVI, cuando el rey Felipe II le añadió los capiteles cónicos
y los tejados de pizarra, al estilo de los castillos centroeuropeos. Un
incendio en 1862 destruyó parte de los tejados, que fueron restaurados
siguiendo el mismo estilo con el que se habían construido hacía unos 300 años.
El Alcázar de Toledo fue utilizado como
academia militar durante la Edad Contemporánea. Durante la Guerra Civil Española, el coronel del
bando sublevado, José Moscardó Ituarte, tomó el alcázar y
los mantuvo, en territorio dominado por las fuerzas de la república. Milicias marxistas detuvieron
al hijo de Moscardó, informando al coronel de que si no rendía el alcázar su
hijo sería fusilado, cosa que ocurrió en julio de 1936.
El Real Alcázar de Madrid, ubicado en el
solar del actual Palacio Real de Madrid. De origen
musulmán, se convirtió en residencia principal de los reyes cuando Felipe II eligió Madrid como
capital de su imperio. Era un edificio con dos patios cuadrados, modificado
infinidad de veces. En el siglo XVII se intentó darle mayor prestancia,
reformando la fachada orientada a la actual Catedral de la Almudena. Velázquez intervino
en la decoración de algunos salones. Fue un edificio célebre por sus asombrosas
colecciones de arte, parte de las cuales se perdieron en el incendio de 1734, tras el cual todo el
edificio hubo de ser demolido y reemplazado por un palacio al gusto italiano,
el actual.
Los Reales Alcázares de Sevilla construidos
al inicio de la invasión árabe alrededor de 720 y ampliados por Pedro I, el Cruel que, junto con su
amante, María de Padilla, los utilizaron como vivienda
y sede del gobierno. Han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.
El Alcázar de los Reyes Cristianos en Córdoba. Fue construido por Alfonso XI en
el año 1328 sobre los restos de otras construcciones anteriores, ya que desde
época romana existía un recinto amurallado con diferentes edificaciones en su
interior. Desde aquí los Reyes
Católicos organizaron la conquista del Reino de Granada.
Posteriormente, acogió al Tribunal de la Inquisición.
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