CHAPARRAL es el nombre que reciben varias comunidades ecológicas de
especies leñosas de pequeño porte, arbustos, caracterizadas por especies pertenecientes a las quercíneas, los brezales, juniperus, ramnáceas, proteáceas, bulbosas, aceráceas y otras. Comunidades vegetales similares se encuentran
en cinco regiones climáticas mediterráneas del mundo, incluyendo la cuenca endorreica mediterránea,
matorral mediterráneo del
sur de Europa y el norte de África, oeste de Norteamérica, Chile central,
matorral chileno,
Oriente próximo, región del Cabo en Sudáfrica conocida
comofynbos, áreas de Nueva Caledonia, y el oeste y sur de Australia
Debido al cine y la televisión, la
comunidad más famosa que se designa con el nombre español de
"Chaparral" está en el oeste de EE. UU. extendiéndose por áreas de Texas, California, Oregón y estados vecinos y noroeste de México y península de Baja California, con un clima mediterráneo medio, inviernos húmedos y veranos
cálidos y secos. El fuego es un factor en la formación de todas las regiones de
chaparral del planeta.
El término chaparral es un término castellano; proveniente
de chaparro: de la
mata del roble, coscoja o encina por ejemplo, de muchas ramas y poca
altura, que a su vez viene del vasco txaparro,
con el mismo significado.
Una comunidad vegetal típica de
chaparral consiste en siempre verde denso de Quercus, espinos
leñosos y otros arbustos resistentes a la sequía. Crecen
densamente y se hacen impenetrables a grandes animales y humanos. Esto, más su
condición generalmente xerófila, las hace frecuentes para los incendios. Tal es
así, que varias especies del chaparral toman ventaja para
germinar después de un incendio, aunque las plantas del chaparral no están
"adaptadas" al fuego per se.
Su presencia es debida al clima, no al
fuego, pero el factor fuego puede determinar su transición de un paisaje de
pradera a uno de bosque y su expansión a regiones más forestales. Más o menos
equivale a la garriga del oeste del Mediterráneo: espinales,
matorral, matorral laurifolio, encinar, maquis, maquia, shrubland, fynbos... pero las
especies y la biodiversidad son diferentes. Las comunidades
arbustivas de clima mediterráneo contienen más del 20% de la diversidad de
plantas mundial. Muchas de las especies pertenecen a las mismas familias e
incluso a los mismos géneros de especies tanto vegetales como animales o son
especies vicariantes que reproducen el mismo rol ecológico. Por ejemplo los
géneros Rhamnus y Ephedra, aparecen en
Europa, y las Américas, Prunus, Erica, las palmeras, los gladiolos, las leguminosas, Juniperus y las labiadas están presentes en las comunidades de
chaparral de todos los continentes y Quercus aparece en Europa, Asia y América del
norte.
La eco región está siempre bajo clima templado mediterráneo presente en estas zonas, que se
caracteriza por inviernos lluviosos y veranos secos. Se forma con plantas
tolerantes a la sequía estival de especies perennes formada principalmente por
arbustos y árboles termófilos,
de altura media de 50 cm a 4 m. Fácilmente se incendia pero se recupera con
rapidez en caso que los incendios no sean demasiado seguidos. Las plantas del
chaparral tienen las hojas de tipo esclerófilo, frecuentemente perennes,
endurecidas y pequeñas, con una capa coriácea, al contrario del bioma caducifolio litoral, que suele aparecer
territorialmente cercano y que tiene hojas blandas y que caen durante la
estación seca.
El chaparral está caracterizado por
los incendios frecuentes y las plantas que lo componen son altamente
inflamables. Los intervalos entre incendios varían desde cada pocos años a un
centenar de años.
Cuando aumenta la aridez el chaparral
se convierte en otra comunidad de plantas, llamada por ejemplo en U.S.A.
"Chaparral desert". Presenta una estructura cuya composición varía
conforme a la latitud y se encuentra en zonas semiáridas y
áridas caracterizadas por inviernos suaves y veranos con pocas precipitaciones,
en ocasiones en zonas interiores y más frecuentemente en laderas de cerros
rocosos que finalizan en el mar; con poca profundidad de suelo y buen drenaje
del suelo, en las que este tipo de formación vegetal juega un importante papel
para evitar la erosión del terreno. Paralelamente, constituye un nicho
ecológico, que ofrece alimento y refugio a insectos, anfibios, reptiles, aves y
mamíferos.
Es una de las cinco regiones
climáticas mediterráneas del mundo, todas las cuales se ubican en las latitudes
medias en las costas occidentales de los continentes. Chile en América del sur,
la Cuenca del Mediterráneo, la costa oeste de
América del norte, eco región de California y Baja
California, Nueva
Caledonia, la Provincia del Cabo en Sudáfrica,
y la esquina sudoccidental de Australia todas ellas regiones climáticas
mediterráneas.
Es una formación vegetal con especies
de clima mediterráneo o semiárido, presentes en la zona mediterránea de Europa,
norte de África y Oriente próximo. Constituye un paisaje forestal donde hay mucho
chaparro quercus coccifera o especies vicariantes: Quercus
cerris, Quercus ilex...
que forman comunidades mono específicas o integrados a comunidades con robles,
matorral, o roderales de alcornocales Quercus suber,
robledales Quercus
faginea, Quercus
pubescens, encinares Quercus ilex y pinares Pinus
halepensis, Pinus
pinaster... Junto a la coscoja proliferan especies leñosas
como espino negro,
mirto, palmito, negro, sabina, enebro, lentisco, acebuche, etc. y de talla
pequeña, como la jara, el espliego, el romero o el brezo, mezcladas con
arbustos y plantas herbáceas, y especies bulbosas de varias familias, como las
orquídeas, los tulipanes, las cebollas...
La vegetación natural estaba formada
por comunidades vegetales capaces de soportar las condiciones climatologías
mediterráneas y las diferentes litologías, tales como la presencia de
litosuelos, calcita, yesos y sal, además de comunidades
esteparias y de transición en las zonas más áridas. La degradación en el área
mediterránea de los chaparrales por la acción directa del hombre, el
sobrepastoreo y el fuego, dan como resultado las formaciones de garriga.
El chaparral cubre un 5% del
estado de California y el bioma litoral cercano un 3,5% más de la superficie
total del estado. En el centro y el sur de California,
los chaparrales forman el hábitat dominante. Los miembros de la biota nativa
del chaparral de California, tienden a rebrotar rápidamente posteriormente a un
fuego. El chaparral es una de las zonas verdes de Norteamérica con mayores
probabilidades de que se produzca un incendio en ella. Existen muchas especies
en peligro de extinción.
Hay dos hipótesis relativas al
régimen del fuego en el chaparral:
1º, los montes cubiertos de
chaparral se ponen “senescentes” cuando pasan las suficientes generaciones sin
fuego, implicando que acumulan mucha material fácilmente inflamable.
2º, las políticas de supresión
del fuego han conseguido que el chaparral acumule niveles antinaturales de
combustible (pasto seco) engendrando la posibilidad de más grandes fuegos.
La perspectiva que los
chaparrales antiguos son improductivos pudo haberse originado en 1940, cuando se condujeron
estudios para medir la cantidad de forraje disponible a las poblaciones de ciervos. Sin
embargo, de acuerdo a recientes estudios, el chaparral de California es
extraordinariamente resiliente a periodos muy largos sin fuego continuando en
mantener crecimientos productivos a través de condiciones pre-fuego (Hubbard
1986, Larigauderie et al. 1990). Las semillas de muchas especies de plantas del
chaparral, requieren 30 años o más de pajonal, hojas secas acumuladas antes de
germinar exitosamente. Quercus berberidifolia, toyón: Heteromeles arbutifolia, Prunus ilicifolia.
Cuando los intervalos entre fuegos cae debajo de 10 a 15 años, muchas spp. del
chaparral son eliminadas y el sistema es típicamente reemplazado por pastos y
malezas no.
La idea que los chaparrales más
viejos son responsables de causar devastadoras quemas fue originalmente
propuesta en los 1980s al
comparar quemas en Baja California y el sur de California. Se sugirió que la
supresión del fuego en el sur de California alojaba a más combustible,
acumulándose para posteriores más grandes fuegos en Baja California, los fuegos
frecuentemente se realizan sin esfuerzos de activa supresión. Este argumento es
similar al de que la supresión del fuego, en el oeste de EE.UU. ha permitido a
los bosques de "Pino ponderosa" expandirse. En el pasado, las quemas
superficiales mataban los retoños en intervalos entre 4 a 36 años, clareando y
creando un sistema ecológicamente más equilibrado. Sin embargo, el chaparral
tiene un régimen de fuego que consume al sistema entero. Análisis detallados de
datos históricos de quemas han mostrado que la supresión del fuego ha fallado
en excluir del chaparral del sur de California incrementos en pino ponderosa.
Además, el número de fuegos se incrementa en etapas en función del crecimiento
poblacional. Además, la madurez de la población del chaparral no tiene una
correlación significativa con su tendencia a la quema. La baja humedad
ambiental, la baja humedad del combustible, y grandes vientos aparecen como los
factores primarios en determinar cuando arderá el chaparral.
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