Un MISIL es un proyectil autopropulsado que puede ser guiado durante toda o
parte de su trayectoria, propulsado
por cohete o motor de reacción.
Generalmente los misiles son usados como arma y
tienen una o más cabezas de guerra explosivas, aunque también pueden usarse otros tipos de arma
en el misil. Los hay de tamaños y alcance muy variados, desde los misiles antitanque que
pueden ser llevados y lanzados por una sola persona hasta los enormes misiles balísticos
intercontinentales.
En el lenguaje
militar común, la palabra «Misil» describe una munición autopropulsada guiada,
mientras que la palabra «Cohete» describe una munición autopropulsada no guiada. Las
municiones guiadas sin motor son conocidas como bombas guiadas. Una subdivisión a mayores habitual es considerar
como «Misil balístico» a una munición que sigue una trayectoria balística y
«misil de crucero» a
una munición que genera sustentación se
desplaza como una aeronave de ala fija.
Los
primeros misiles en ser usados operacionalmente fueron una serie de misiles alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Los
más famosos de ellos fueron los V1 y V2, ambos usaban un piloto automático mecánico
muy simple para mantener el misil volando a lo largo de una ruta
preseleccionada. No tan conocidos fueron una serie de misiles anti buque y
antiaéreos, normalmente basados en un sencillo sistema de radiocontrol dirigido
por el operador. Sin embargo, esos primeros sistemas tenían una alta tasa de
fallo, de manera que eran muy inestables.
Los misiles guiados son proyectiles a
reacción para uso militar, que poseen en capacidad de guiarse proporcionando
órdenes electrónicas que lo hacen variar su trayectoria de vuelo de modo que en
algún lugar de la misma intercepte la trayectoria de su objetivo y lo ponga
fuera de combate por el efecto de una cabeza de guerra en su ojiva cuya composición varía de acuerdo al
empleo táctico del misi).
Los misiles son comúnmente usados en
las guerras ya que contienen un poder destructivo
grande, por lo general en forma de cabeza explosiva
hasta un objetivo. Aparte de explosivos, otros posibles tipos de carga en un
misil son químicos y biológicos. A veces los misiles también llevan cargas
diseñadas para romper infraestructuras sin dañar a las personas. Por ejemplo,
en la Guerra del
Golfo los misiles de
crucero fueron
cargados con filamentos de grafito que llevados a centrales eléctricas y estaciones de distribución de
energía provocaron cortocircuitos. Otros misiles hacen uso tan
solo de la energía cinética para
destruir el objetivo con su impacto a gran velocidad. Pero los más devastadores
son, sin duda alguna, los misiles balísticos intercontinentales con cabezas
termonucleares.
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