El DINGO
es una subespecie de lobo propia de Australasia,
probablemente descendiente del lobo asiático.
El DINGO es comúnmente descrito como un perro salvaje australiano,
pero no se limita a Australia y tampoco es originario de ahí. Los DINGOS modernos se encuentran por todo
el sureste de Asia, generalmente en
pequeñas manadas en los bosques naturales, y en Australia,
particularmente en el norte.
Tienen características tanto de los
lobos como de los perros modernos, y se piensa que su
apariencia es similar a la del antecesor de los perros actuales. El nombre DINGO viene del dharuk o
eora, lengua aborigen, hablada en la zona de Sídney.
Los DINGOS adultos miden típicamente de 50 a 58 centímetros,
con un peso promedio de 23 a 32 kilogramos,
aunque se han registrado especímenes de 55 kilogramos. Los machos son más grandes y pesan más
que las hembras. Los DINGOS del sur de Australia tienden a ser más pequeños que los del
noroeste. Los DINGOS australianos
son invariablemente más grandes que los asiáticos. Comparados con perros
domésticos de tamaño similar, tienen hocicos más largos, incisivos mayores y un esqueleto más plano, con
una nuca más grande.
El color del pelaje es normalmente de
un amarillo jengibre, rojizo, amarillo arena. Se han reportado dingos albinos. Cualquier otro color es un indicante
de una hibridación. Los DINGOS de raza pura tienen pelo blanco en las patas y pecho. La
mayoría de los DINGOS tienen marcas
blancas sobre el pecho, patas y la punta de la cola; algunos tienen también el
hocico oscuro. El número cromo
somático de los dingos es 2n=78.
La mayoría de los DINGOS son vistos solos, aunque normalmente pertenecen a manadas
que se reúnen cada tantos días para socializar. Las marcas de territorio y ataques a
manadas rivales se incrementan en estas reuniones. Las manadas de DINGOS suelen tener de 3 a 12 miembros en zonas de poca actividad humana.
Se distingue una jerarquía,
además diferenciada una para hembras y otra para machos, y la jerarquía se
mantiene mediante agresividad. La
reproducción está limitada a la pareja dominante, y los miembros subordinados
se encargan de cuidar a los cachorros.
El tamaño del territorio del DINGO tiene poco que ver con el tamaño
de la manada y más con el terreno y las presas. Los dingos del suroeste de Australia tienen los territorios más grandes. Algunas veces los dingos se
dispersarán de los territorios natales; se han registrado especímenes viajando
250 kilómetros.
Los DINGOS no ladran tanto como los perros ordinarios, los DINGOS aúllan mucho y frecuentemente. Se han reconocido tres aullidos básicos con diez
variaciones. El aullido se emplea
tanto para atraer a miembros de la manada como para repeler intrusos. En aullidos corales, el tono del
aullido incrementa de acuerdo al número de participantes. Los dingos machos marcan territorio
más frecuente que las hembras, y esto aumenta en temporadas de reproducción.
Actualmente,
los cachorros de DINGO están
únicamente disponibles en Australia y
es ilegal exportarlos, aunque esto podría cambiar en un futuro. Los cachorros
pueden costar de 500 a 1000 AUD. Aunque los dingos son más sanos que la
mayoría de perros domésticos y no tienen el característico "Olor a
perro", se pueden
volver muy problemáticos durante su estación anual de reproducción. Los machos
particularmente intentarán escapar para buscar pareja.
Algunos aborígenes impiden
la huida del DINGO que han adoptado
rompiendo sus patas delanteras
Los DINGOS fueron transportados desde Asia por el sureste de Asia hacia Australia y otras partes del Pacífico por
nómadas que viajaban por el sureste asiático desde hace 5.000 años. Hace
3.500-4.500 años los DINGOS llegaron
a Australia y a las islas cercanas, a excepción de Tasmania. Los DINGOS eran originalmente cuidados por los aborígenes australianos como una fuente de comida de
emergencia.
La llegada de los DINGOS a Australia es considerada como una de las posibles causas
de la extinción del tilacino. Evidencia fósil y pinturas
aborígenes muestran que los tilacinos habitaban enteramente Australia, pero
hubo una desaparición súbita hace alrededor de 3.000 años. La interacción de
las dos especies fue de alrededor de 500 años, tiempo suficiente para que,
según algunos expertos, los dingos impactaran en las poblaciones de tilacinos,
ya sea por competencia por alimento o la difusión de enfermedades. Algunos dudan del impacto del DINGO, ya que las dos especies podrían
no haber estado en una competencia directa. El dingo es principalmente un
cazador diurno,
y se piensa que el tilacino cazaba principalmente en noche. Además, el tilacino
era más corpulento, lo que le daba una ventaja en combates uno a uno. Los
colonos europeos no descubrieron dingos hasta el siglo XVII,
y fueron confundidos al principio con perros silvestres. El capitán William
Dampier, quien habló del perro silvestre en 1699, fue el primer europeo
que oficialmente vio al dingo. Las
poblaciones de DINGO florecieron con
la introducción de la oveja europea y el conejo europeo a Australia.
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