Kenia es el hogar de una
serie de pueblos nómadas. Los más conocidos de ellos son los MASAI, una
orgullosa tribu guerrera que todavía mantiene una cultura en la cual el poder
de un hombre se cifra en el número de animales que posee. Famosos por su
independencia y destreza en el uso de las armas, especialmente sus largas y afiladas
lanzas de caza, su estilo de vida se está viendo amenazado por la creciente
presión estatal para que se establezcan y cultiven la tierra.
Los masai, estimados en unos
883.000 individuos, son una tribu indígena de África situados principalmente en
el sur de Kenia y el norte de Tanzania. Viven a lo largo del Gran Valle del
Rift en tierras áridas.
Los masai, una de las
poblaciones negras más antiguas de África, es una tribu que alcanzó su mayor
esplendor en el siglo XIX, ya que ejercían un importante poder en la zona. Eran
temidos, debido a que dominaban el resto de los pueblos del este de África,
tenían los mejores pastos y practicaban sin resistencia el rapto y robo de
ganado. Pero los enfrentamientos con las tribus vecinas y las fuertes sequías
debilitaron su poder. Además, esta tribu se enfrentó a otro problema. Con la
colonización británica de África a principios del siglo XX comenzó la presión
para que este pueblo abandonase su tradicional forma de vida y además el
gobierno británico adquirió enormes superficies de su territorio, lo que hizo
más difícil su pervivencia. Por otra parte, la peste bovina, traída por los
ingleses, afectó y causó la muerte de su ganado. Más tarde Kenia y Tanzania
intentaron que abandonasen el pastoreo y se integraran en la cultura de sus
respectivos países como agricultores. En la actualidad siguen ignorando
reglamentos, leyes o mandatos oficiales que modifiquen sus costumbres, les
prohíban ser guerreros o les obliguen a pagar impuestos.
El pueblo masai tiene un
claro origen nilótico. Se sabe que su origen está en la antigua Nubia y se
estableció en lo que hoy conocemos como su territorio hace unos cinco siglos.
Hay una teoría que habla de unas caravanas romanas que se sabe que partieron
hacia el alto Nilo en busca de sus míticas fuentes pero nunca regresaron ni se
supo de ellas. Algunos afirman que los masais son descendientes directos de
esos romanos, y eso explicaría el pequeño vestido que llevan, cruzado sobre el
pecho, la peculiar forma de anudarse y colocarse la shuka, manta masai con su
característico color rojo, sus peculiares sandalias, la forma de su cuchillo,
muy parecido al glaudius, espada corta romana y las hojas largas de sus lanzas.
Sin embargo, esta romántica teoría ha sido echada por tierra por expertos
antropólogos. Lo que sí sabemos es que es un pueblo anclado en el neolítico,
nómada.
Hablan maa, que es una
lengua nilótica oriental, es decir, la lengua del grupo de etnias extendidas
por el valle superior del Nilo, Uganda, Kenya, y norte de Tanzania. Muchos de
ellos son capaces de expresarse correctamente en suajili e inglés debido a la
colonización británica de África en el siglo XX.
ALGUNAS PALABRAS EN LENGUA
MAA: amigo msah. Animal nih. Brazalete ikantira. Cultivar kuru. Enfermedad,
herida tuka, kituhu, kituxu. Estrecho chacho Felicidad ikuji mujer naseta
pensar toti vergüenza su, susune
Los masai son un pueblo
nómada que sigue hoy en día subsistiendo del pastoreo. La estructura social
masai está jerárquicamente organizada por clases:
Una primera clase es la de
los niños, cuya función consiste sólo en vigilar el ganado.
La segunda clase esta
formada por los guerreros desde los 15 hasta los 30 años. Estos jóvenes
desempeñaban antiguamente la función de defensa del territorio, pero hoy en día
se ocupan las tareas más difíciles del pastoreo, además de la caza y las
importantes exhibiciones de valor. Cuando los grupos de guerreros van
alcanzando una mayor edad, pasan a integrar los siguientes estratos sociales,
desplazando a su vez a los del grupo de edad precedente hacia un status mayor.
Cada aumento de status va ofreciendo a los jóvenes más derechos como poder
fumar o casarse y cada vez van pesando más sus opiniones en la sociedad.
Y la tercera clase esta
constituida por los ancianos, responsables del orden político y religioso, ya
que son ellos quienes tomarán todas las decisiones importantes, de forma igualitaria
y reunidos en consejo. El peso ritual y religioso de la sociedad masai lo
ejerce un anciano laibon, cuya única función es el ser responsable religioso
del poblado. Se le atribuyen poderes adivinatorios. En cuanto a las mujeres,
están sometidas al dominio del hombre dentro de una sociedad patriarcal fuerte
y su función se basa en el cuidado de los hijos y el mantenimiento del hogar.
Cada una de estas clases posee derechos y deberes específicos.
Los masai creen que su dios
les ha proporcionado todo el ganado del mundo , es por ello por lo que toda la
sociedad masai se organiza en torno al número de cabezas de ganado que posean
los hombres. Cuantos más animales tengan serán más ricos y poderosos. Por
ejemplo, un hombre que posea menos de 50 reses será considerado pobre.
Los hombres masai pueden
casarse tantas veces como quieran siempre que tengan vacas suficientes para
mantener a todas sus mujeres. En el momento en el que se casan, la mujer pasa a
ser propiedad del hombre, aunque ésta puede mantener relaciones sexuales con
cualquier hombre de la tribu sin que esto sea una acción inmoral. La función
del matrimonio es la de organizar la sociedad y procrear.
Los masai son una tribu
animista, es decir, creen que todos los objetos, tanto animados como inanimados
están habitados por espíritus. Para los masai no existe el más allá, por lo
tanto no tiene sentido rezar u honrar a los muertos, que son abandonados a su
suerte en la llanura. Los masai creen que el dios Ngai les ha otorgado todo el
ganado del mundo, por ello no consideran inmoral robar a otras tribus sus
animales, ya que consideran que sólo están recuperando lo que es suyo. Según
las creencias de los Masai, matar un animal sin razón alguna es violar lo
sagrado y llamar el castigo divino.
Los Masai se han esforzado
por mantener vivas sus tradiciones en un mundo cambiante. Por tradición
entendemos su forma de vida, su alimentación, folclore, bailes, música, caza…
En primer lugar, luchan por sobrevivir manteniendo sus rasgos culturales
propios, aislándose de las zonas más invadidas por la industria del turismo. Es
por ello, por lo que viven en un campamento llamado quot; enkang quot, formado
por casas que no superan el metro y medio de altura y que ellos llaman quot; bomas
quot, construidas con excrementos de vaca y paja. En cuanto a la alimentación,
rechazan también los productos de la tierra cultivados como fuente alimenticia,
ya que desprecian la agricultura, que para ellos es impura. Los masais llevan
una alimentación sencilla que consiste en mantequilla, carne de cabras y
antílopes, leche de las vacas y sangre que extraen de éstas de forma arcaica.
Hacen un pequeño orificio en la yugular del animal, recogen la sangre y tapan
la herida con guano, es el nombre que se le da a los excrementos de murciélagos
y aves marinas cuando éstos se acumulan para evitar que el animal se desangre.
Esta sangre es mezclada con la leche. A un occidental le puede resultar
desagradable, pero se dice que la alimentación y la tradición medicinal de la
tribu, han conseguido que algunos Masais hayan llegado a alcanzar los cien años,
algo impensable en países del este de África donde la esperanza de vida no
llega a los cincuenta años.
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