La Línea Maginot, en francés:
Ligne
Maginot fue una línea de fortificación y defensa construida por Francia a lo largo de su frontera con Alemania
e Italia, después del fin de la Primera Guerra Mundial. El término Línea
Maginot se usa indistintamente para referirse al sistema completo de
fortificaciones, o exclusivamente para referirse a las defensas contra
Alemania, en cuyo caso las defensas contra Italia suelen llamarse Línea Alpina. Frente a ella se hallaba
la línea fortificada alemana conocida como Línea
Sigfrido.
Este sistema debe su nombre a
su promotor, el ministro de
Defensa francés André Maginot,
un veterano mutilado durante la Primera Guerra Mundial que inició el proyecto
en 1922
y murió en 1932
sin ver terminada la obra.
La parte esencial de los trabajos
se finalizó en 1936,
en momentos en que la amenaza hitleriana parecía darle toda la justificación a este
proyecto: es la mayor línea de defensa militar construida en el mundo moderno,
y de una gran complejidad tecnológica y militar. Su costo total fue de 5.000
millones de francos de la época más de 5.000 millones de
euros de 2010, actualizando la inflación. La línea Maginot comprende 108
fuertes principales a 15 km de distancia entre sí, multitud de pequeños fortines y más
de 400 km de galerías.
Los primeros proyectos de la
Línea Maginot vieron la luz poco después de acabar la Primera Guerra Mundial
con la creación de Commission de
Défense des Frontières (CDF) en 1922. Esta comisión, con el Mariscal
Petain a la cabeza, estableció los primeros esbozos. Este organismo
se disolvió en 1927 y fue suplido por la Commission
d'organisation des régions fortifiées “CORF”. Esta última será el
verdadero artífice de la construcción de la Línea Maginot.
Los trabajos empezaron en
1928, no en la frontera alemana, sino en la italiana, pues el fascismo italiano
provocaba más inquietud que la República de Weimar alemana (Hitler aún no
había alcanzado el poder). Se abrieron numerosas canteras a lo largo de 1929 en
los Alpes y también en el Noreste francés.
Las fortalezas fueron
propuestas inicialmente por el Mariscal Joffre. Se le opusieron modernistas,
tales como Paul Reynaud y Charles de
Gaulle, que propusieron que se favoreciera la inversión en armamento
y aeronaves. Joffre tenía apoyo de Henri Philippe Pétain, y había un gran
número de informes y de comisiones organizadas por el gobierno. Fue André Maginot
quien finalmente convenció al gobierno que invirtiera en el proyecto. Maginot
era otro veterano de la Primera Guerra Mundial, que se convirtió en el ministro
francés de los asuntos del veterano, y después en ministro de guerra 1928-1931.
La línea fue construida en
varias fases a partir de 1930 por el STG “Service Technique du Génie” y supervisadas
por CORF, DES Régions Fortifiées del d'Organisation de la Comisión. La obra
principal fue terminada en gran parte antes de 1939, con un costo de alrededor
de 3 mil millones de francos franceses.
La línea se alargó desde Suiza
hasta Luxemburgo, aunque una extensión mucho más simple fue ampliada hasta el
Canal después de 1934. La línea original de construcción no cubrió el área
elegida por los alemanes para su primer ataque, que fue a través de las Ardenas
en 1940, un plan conocido como el Fall
Gelb. La ubicación de este ataque, probablemente debido a la línea de
Maginot, fue a través de las montañas belgas de las Ardenas.
La línea no evitó la derrota
de Francia al comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1940. Por el contrario,
las divisiones alemanas la rodearon y atacaron en la región de Sedán,
en su extremidad occidental, de forma que los ejércitos aliados fueron cortados en
dos. El error estratégico francés se basaba en la experiencia de la guerra de trincheras, que había forjado un
paradigma bélico de grandes frentes de batalla estáticos. La introducción de
nuevos elementos en el escenario, como las unidades acorazadas
o la aviación de guerra, así como el uso de nuevas tácticas,
hicieron que la línea Maginot pasase a la historia como uno de los fracasos
estratégicos más costosos e inútiles. La línea podría haber cumplido con
eficacia alguno de sus objetivos, especialmente reducir el número de tropas
para guarecer la frontera, de haber prolongado su construcción hasta la zona
boscosa de las Ardenas, desde donde conectarse con el sistema de
fortificaciones belga -en particular el Fuerte
Eben-Emael que en cualquier caso fue rápidamente conquistado por
fuerzas aerotransportadas alemanas durante la Batalla de Francia. Sin embargo, las Ardenas
eran consideradas como de fácil defensa debido a lo accidentado del terreno:
una zona de bosques atravesada, además, por el río Mosa.
Y finalmente no fue reforzada, lo que propiciaría la penetración alemana en la
ofensiva de 1940.
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