La Estatua de Zeus en Olimpia fue una escultura crisoelefantina
elaborada por el famoso escultor clásico Fidias sobre el
436 a.C.,
en lo que actualmente se conoce como Olimpia,
Grecia,
y forma parte de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
La estatua ocupaba la totalidad del ancho del pasillo del
templo construido para
albergarla. De acuerdo con una fuente contemporánea medía aproximadamente doce metros de alto. Zeus fue esculpido en marfil o modelado, pues en la realización el
marfil se remojaba en un líquido que lo hacía más maleable, y los detalles
dorados eran de oro
macizo.
Según Pausanias, Zeus aparecía sentado en un trono con el torso desnudo
y el manto en torno a las piernas, llevaba la cabeza coronada de olivo y la
mirada, dirigida hacia abajo le confería aspecto paternal. En la mano derecha
sostenía una Niké
y en la izquierda el cetro
rematado por un águila; el manto estaba adornado de lirios y las sandalias eran
de oro. El trono era en sí mismo una obra de arte, hecho a base de marfil,
ébano, oro y piedras preciosas; el respaldo, los brazos, los pies y los
travesaños entre ellas iban labrados y decorados con relieves posteriormente
copiados y reproducidos por separado, como en el caso de la escultura Atenea
Partenos. Especial repercusión tuvo el relieve con la matanza de los
hijos de Níobe,
esculpido en el travesaño de las patas delanteras del trono.
Al igual que había hecho en Atenas,
para decorar el basamento de la estatua de Zeus elige Fidias el tema del
nacimiento de una divinidad, en este caso Afrodita,
y lo trata de nuevo como un acontecimiento de orden cósmico presenciado por
dioses olímpicos y divinidades astrales. Pausanias dice que se veía a Afrodita,
que emergía del mar y era acogida por Eros.
Las únicas reproducciones conocidas del Zeus de Olimpia
nos las dan las monedas, más bien medallas conmemorativas, acuñadas en Elis en época de Adriano,
en una de cuyas caras aparece Zeus entronizado y en la otra el detalle de la
cabeza. Pese a la representación de perfil y al formato reducido, los aspectos
esenciales coinciden con la descripción de Pausanias, de donde viene el interés
especial de la reproducción de la cabeza con su noble porte y su peinado de
rizos que cuelgan a ambos lados.
Según las fuentes literarias más confiables, el aspecto
más deslumbrante del Zeus de Olimpia era el religioso, pues, como resume Quintiliano,
Fidias había logrado añadir algo nuevo a la religión tradicional ya que, hasta
entonces, cada cual había tenido una idea de Zeus hasta que Fidias fijó la idea
de lo que el dios debiera ser.
La tradición cuenta que el emperador Calígula, al
enterarse de la existencia de la Estatua de Zeus, ordenó que cortaran la cabeza
de la estatua. Cuando los soldados romanos enviados por Calígula iban a cumplir
lo dispuesto escucharon la fortísima carcajada de Zeus, saliendo despavoridos
del lugar sin cumplir la orden.
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