La litosfera o litósfera es la capa sólida superficial de la Tierra,
caracterizada por su rigidez. Está formada por la corteza
terrestre y por la capa contigua, la más externa, del manto
residual, y «Flota» sobre la astenósfera,
una capa «Blanda» que forma parte del manto superior. La litosfera suele
tener un espesor aproximado de 50 a 300 km, siendo su límite superior la superficie
terrestre.
El límite inferior varía dependiendo de la definición de litósfera que se ocupe.
La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos
bordes se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo incluido
el vulcanismo,
la sismicidad
o la orogénesis.
En la práctica no es fácil
establecer un espesor concreto para la litósfera. Se aplican distintas aproximaciones a:
Litosfera térmica:
Bajo este concepto la
litosfera constituye la parte del manto donde la conducción de calor predomina sobre la convección
de calor, caso opuesto de lo que ocurre en la parte del manto que subyace la
litósfera. En este
sentido la base de la litosfera se puede definir según la intersección de una
proyección del gradiente geotérmico con:
a) alguna temperatura
predefinida.
b) cierta fracción de la
temperatura de ambiente.
c) cierta fracción del sólidus del manto. Otro método más simple define
dicho límite según la superficie de una isoterma.
Litosfera sísmica:
La base de la litosfera se
caracteriza por una reducción en la velocidad de propagación de las ondas S
y una elevada atenuación de
las ondas P. Esta definición tiene la ventaja que
es fácilmente detectable a través de estudios sismológicos.
Litosfera elástica:
Se llama litosfera flexural o
elástica como la capa superior de la Tierra que se mueve con las placas tectónicas. Según esta definición la litosfera se defina
como rígida y con movimiento mecánico coherente.
Las litosferas térmica y
sísmica tienen espesores equivalentes. En general, el espesor de la litosfera
elástica es mayor a los otros dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario