El saxofón,
también conocido como saxófono o simplemente saxo,
es un instrumento musical cónico de la familia de los
instrumentos de viento-madera,
generalmente hecho de latón que consta de una boquilla
con una caña
simple al igual que el clarinete. Fue inventado por Adolphe Sax
en 1845.
El saxofón se asocia comúnmente con la música
popular, la música de big band y el jazz. A los intérpretes del instrumento se les llama
saxofonistas
o saxos, aunque esta última se
emplea para denominar al propio instrumento.
Se
desconoce el origen de la inspiración que llevó a Sax a crear el instrumento,
pero la teoría más extendida es que, basándose en el clarinete,
instrumento que él tocaba, empezó a concebir la idea de construir un
instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y las cualidades acústicas de uno de
madera, una especie de "clarinete de metal". Pero después de un
intenso trabajo de pruebas y experimentos sobre modificaciones para lograr una
mayor sonoridad y un sonido más metálico, Sax se dio cuenta de que había
construido un nuevo instrumento: el saxofón.
El
cuerpo del saxofón está compuesto por un tubo cónico y delgado, comúnmente de latón,
que se ensancha en su extremo para formar una campana.
A lo largo del tubo existen entre 20 y 23 agujeros de
tono de tamaño variable, incluyendo dos agujeros
muy pequeños de octava para ayudar a la interpretación del registro
superior, aunque éstos no sean esencialmente necesarios para interpretar dicho
registro. Estos agujeros están cubiertos por almohadillas, que presionan los
agujeros para producir un sello hermético. En reposo, algunos agujeros están
abiertos y otros están cerrados por las almohadillas, que se controlan mediante
varias llaves con los dedos de ambas manos, mientras que el pulgar derecho se
sitúa debajo de un soporte que ayuda a mantener el saxofón equilibrado. La digitación del saxofón es una combinación
entre la digitación del oboe y el sistema Boehm, siendo muy
similar a la digitación de la flauta
travesera o el registro superior del clarinete. En los instrumentos
más grandes, la palanca requerida para interpretar las notas más bajas, que
habitualmente se tocan con los meñiques de ambas manos es bastante grande,
por lo que se introduce un conjunto de llaves adicional para permitir
interpretar dichas notas con los pulgares.
El
cuerpo cónico del saxofón le otorga propiedades más similares a las del oboe que al clarinete.
El diseño más simple del saxofón es un tubo recto troncocónico y los saxofones sopranino y soprano
tienen, por lo general, este diseño recto. Sin embargo, como los instrumentos
con notas graves serían inaceptablemente largos si fueran totalmente rectos,
por motivos ergonómicos los instrumentos más grandes, por lo general,
incorporan un recodo en forma de U en el tercer agujero de tono más grave o
ligeramente encima de él. Como esto causaría que la campana del instrumento
señalara casi directamente hacia arriba, el final del instrumento es o biselado
o inclinado ligeramente hacia adelante. Este recodo se ha convertido en un
rasgo icónico de la familia del saxofón, hasta el punto de que el saxofón
soprano, e incluso el sopranino, a veces están fabricados en el estilo curvo
aun cuando no sea estrictamente necesario. En cambio, aunque los altos
y tenores rectos también existen, son más raros.
Sin embargo, lo más común es que los saxofones
alto y tenor incorporen un recodo curvo encima del agujero de tono
más alto, pero debajo de la llave de
octava superior, inclinando la boquilla formando un ángulo recto.
El barítono, el bajo y el contrabajo amplían la
longitud del calibre principalmente por el plegado doble de esta sección.
Con
una digitación sencilla, el saxofón moderno es generalmente considerado un
instrumento fácil de aprender, especialmente cuando se procede de otros
instrumentos de viento madera, aunque a pesar de esto se
requiere una cantidad considerable de práctica y trabajo para alcanzar un
sonido con color y correctamente afinado.
El
cuerpo del saxofón está compuesto por un tubo cónico y delgado, comúnmente de latón,
que se ensancha en su extremo para formar una campana.
A lo largo del tubo existen entre 20 y 23 agujeros de
tono de tamaño variable, incluyendo dos agujeros
muy pequeños de octava para ayudar a la interpretación del registro
superior, aunque éstos no sean esencialmente necesarios para interpretar dicho
registro. Estos agujeros están cubiertos por almohadillas, que presionan los
agujeros para producir un sello hermético. En reposo, algunos agujeros están
abiertos y otros están cerrados por las almohadillas, que se controlan mediante
varias llaves con los dedos de ambas manos, mientras que el pulgar derecho se
sitúa debajo de un soporte que ayuda a mantener el saxofón equilibrado. La digitación del saxofón es una combinación
entre la digitación del oboe y el sistema Boehm, siendo muy
similar a la digitación de la flauta
travesera o el registro superior del clarinete. En los instrumentos
más grandes, la palanca requerida para interpretar las notas más bajas, que
habitualmente se tocan con los meñiques de ambas manos es bastante grande,
por lo que se introduce un conjunto de llaves adicional para permitir
interpretar dichas notas con los pulgares.
El
cuerpo cónico del saxofón le otorga propiedades más similares a las del oboe que al clarinete.
El diseño más simple del saxofón es un tubo recto troncocónico y los saxofones sopranino y soprano
tienen, por lo general, este diseño recto. Sin embargo, como los instrumentos
con notas graves serían inaceptablemente largos si fueran totalmente rectos,
por motivos ergonómicos los instrumentos más grandes, por lo general,
incorporan un recodo en forma de U en el tercer agujero de tono más grave o
ligeramente encima de él. Como esto causaría que la campana del instrumento
señalara casi directamente hacia arriba, el final del instrumento es o biselado
o inclinado ligeramente hacia adelante. Este recodo se ha convertido en un
rasgo icónico de la familia del saxofón, hasta el punto de que el saxofón
soprano, e incluso el sopranino, a veces están fabricados en el estilo curvo
aun cuando no sea estrictamente necesario. En cambio, aunque los altos
y tenores rectos también existen, son más raros.
Sin embargo, lo más común es que los saxofones
alto y tenor incorporen un recodo curvo encima del agujero de tono
más alto, pero debajo de la llave de
octava superior, inclinando la boquilla formando un ángulo recto.
El barítono, el bajo y el contrabajo amplían la
longitud del calibre principalmente por el plegado doble de esta sección.
Con
una digitación sencilla, el saxofón moderno es generalmente considerado un
instrumento fácil de aprender, especialmente cuando se procede de otros
instrumentos de viento madera, aunque a pesar de esto se
requiere una cantidad considerable de práctica y trabajo para alcanzar un
sonido con color y correctamente afinado.
La
mayor parte de los saxofones, tanto los antiguos como los modernos, están fabricados
en latón.
A pesar de ello, son clasificados como instrumentos de viento-madera más que como
instrumentos de viento-metal porque las ondas sonoras
son producidas por una caña oscilante, no por los labios del intérprete contra
una boquilla,
como ocurre en los metales, y porque se producen notas diferentes abriendo y
cerrando llaves. El latón es usado para fabricar el cuerpo del instrumento, el
soporte de las almohadillas, las barras que unen las almohadillas a las llaves,
las propias llaves y los soportes que sostienen las barras y llaves al cuerpo
del instrumento. Los tornillos que unen las barras a los soportes y los muelles que
hacen que las llaves vuelvan a su posición inicial después de ser liberadas,
generalmente están fabricados de acero
inoxidable. Desde 1920, la mayor parte de los saxofones tienen llaves de tacto,
que son piezas decorativas lisas colocadas donde los dedos tocan el
instrumento fabricadas de plástico o de nácar.
Se ha
intentado fabricar saxofones con otros materiales, con distintos grados de
éxito, como el saxofón Grafton de
plástico fabricado en los años 1950. Unas empresas, como Yanagisawa
y Bauhaus Walstein,
han construido modelos de saxofón de bronce al fósforo una
aleación de 3,5 al 10% de cobre con un alto porcentaje de fósforo,
superior al 1% debido a sus calidades tonales ligeramente diferentes de este
material.
Por ejemplo, aunque sus diseños sean idénticos dejando a parte el metal usado,
el Yanagisawa A992 y el T992, fabricados con bronce al fósforo, suenan
perceptiblemente "Más oscuros" que el A991 y el T991, fabricados de
latón. Un saxofón construido con bronce al fósforo es más pesado que uno de
latón, debido a su contenido más alto de cobre, que le da una masa mayor. Tanto
Yanagisawa como algunos otros fabricantes han fabricado cuellos de saxofón o
instrumentos enteros con plata Sterling,
cobre, alpaca o materiales sintéticos. Los saxofones
de Canonball de Salt Lake
City, Utah
usan principalmente metales sin cobre en sus procesos de fabricación; como por
ejemplo el revestimiento de níquel negro anodizado.
Julius Keilwerth
desarrolló un saxofón con un cuerpo de alpaca como el de una flauta
travesera, con un revestimiento de níquel negro.
Después
de completar el instrumento, los fabricantes por lo general aplican un
revestimiento fino de laca
acrílica o son chapados
en plata sobre el latón desnudo. La laca o el chapado sirven para proteger el
metal de la oxidación y mantienen su aspecto brillante. A lo largo de los
años se han usado diferentes tipos y colores para la superficie del
instrumento. También posible chapar el instrumento con níquel u oro.
El chapado con oro de los saxofones es un proceso caro porque el oro no se
adhiere directamente al metal. Por consiguiente, el metal es cubierto en primer
lugar de plata que se adhiere al instrumento y luego chapado de oro sobre la
capa de plata.
Hay quienes
argumentan que el tipo de lacado o chapado, o su ausencia, puede realzar la
calidad sonora de un instrumento. Los posibles efectos de los diferentes
acabados sobre el tono son un asunto fuertemente discutido, no menor porque
otras variables pueden afectar los timbres
de un instrumento, como por ejemplo el diseño de la boquilla
y las características físicas del intérprete. En cualquier caso, el hecho de
que constituya un tono agradable es un asunto de preferencia personal y los
gustos varían
El
saxofón fue creado a mitad de la década de
1840 por Adolphe Sax, e introducido en la música orquestal
por Jules
Massenet en sus óperas Manon y Werther.
Adolphe
Sax era un fabricante de instrumentos, flautista
y clarinetista
nacido en Dinant
Bélgica,
que trabajaba en París.
Mientras estaba trabajando en la tienda de instrumentos de su padre en Bruselas,
Sax comenzó a desarrollar un instrumento que tenía la proyección de un instrumento de viento-metal con la
movilidad de un instrumento de viento-madera. Otra
prioridad era crear un instrumento que, aunque similar al clarinete,
pero transitado una octava, a
diferencia del clarinete, que eleva su altura
doce tonos
cuando transita. Un instrumento que transita una octava tendría idéntica digitación para ambos registros.
Esto también permite a los saxofonistas hacer un mejor uso de los sobretonos.
Antes
de su trabajo en el saxofón, Sax hizo varias mejoras al clarinete bajo
mejorando sus llaves y acústica
y ampliando su registro inferior. Sax era también un
fabricante de figles,
en aquella época muy populares y que eran instrumentos de metal grandes y
cónicos de registro grave con llaves similares a las de instrumento de viento
madera. Su experiencia con estos dos instrumentos le permitió desarrollar las
habilidades y las tecnologías necesarias para fabricar los primeros saxofones.
Adolphe Sax creó un instrumento con una boquilla
de caña sola como un clarinete, de cuerpo cónico de cobre como un figle y las
propiedades acústicas de la flauta.
A
principios de los años 1840, Sax había construido varios saxofones de diferente
tamaño y recibió una patente de 15 años para el instrumento el 28 de junio
de 1846.
La patente abarcó a 14 versiones del diseño fundamental, dividido en dos
categorías de siete instrumentos cada una, desde el sopranino al contrabajo. En el grupo
previsto por Sax para obras orquestales, los instrumentos transpuestos afinados en fa o en do, mientras que para "Banda militar" el grupo incluyó
instrumentos que alternaban entre mi♭ y si♭. El saxofón soprano orquestal era el único instrumento
que sonaba a una altura normal. Sax dio a todos los instrumentos un registro
escrito inicial de si, por
debajo del fa agudo tres líneas adicionales por encima del pentagrama,
dando a cada saxofón un registro de dos octavas y media.
La
patente de Sax expiró en 1866.
A partir de entonces numerosos saxofonistas y fabricantes de instrumentos
pusieron en práctica sus propias mejoras al diseño y llaves del instrumento. La
primera modificación sustancial hecha por un fabricante francés
consistió en una ligera ampliación de la campana
y añadió una llave suplementaria para ampliar el registro hacia abajo en un semitono
al si♭. Se sospecha que el propio Sax puede haber intentado esta modificación.
Este suplemento fue adoptado en casi todos los diseños modernos.
El
conjunto original de llaves de Sax era muy simplista y dificultó la
interpretación de algunos pasajes legato y
amplios intervalos sumamente difíciles de tocar.
Entonces numerosos fabricantes añadieron llaves suplementarias y digitación
alterna para hacer más sencilla la interpretación cromática. Mientras los primeros saxofones
tenían dos aberturas de ventilación de octava separadas para facilitar la
interpretación de los registros superiores, tal como hacen los instrumentos
modernos, los intérpretes del diseño original de Sax tuvieron que manejar estas
dos llaves de octava separadas con el pulgar
izquierdo. Un avance sustancial en el conjunto de llaves del saxofón fue el
desarrollo de un método por el cual ambos agujeros de tono son manejados por
una llave de octava sola con el pulgar izquierdo, y que es ahora universal en
todos los saxofones modernos.
Uno de
los cambios más radicales efectuados al instrumento, aunque temporal, fueron
las revisiones del conjunto de llaves del saxofón realizado en los años 1950
por M. Houvenaghel de París, que renovó completamente la mecánica del sistema para
permitir una serie de notas, do♯, si, la, sol, fa y mi♭ para reducir un bemol con un semitono
simplemente bajando el dedo corazón de la mano derecha. Esto permitía
interpretar una escala cromática más de dos octavas simplemente interpretando
la escala diatónica combinando alternativamente la
subida y bajada de dicho dedo.
Sin embargo, este conjunto de llaves nunca tuvo mucha popularidad y ya no está
en uso.
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