La Milonga es un género
musical folclórico rioplatense,
típico de Argentina
y Uruguay,
y en menor medida de Río Grande del Sur. El género proviene de la cultura
gauchesca. Se presenta en dos modalidades, la milonga
campera, pampeana o surera perteneciente a la llamada música surera
o sureña, la cual es la forma original de la milonga; y la milonga
ciudadana, forma tardía creada en 1931 por Sebastián
Piana con "Milonga sentimental".
"Milonga”
significaba en el lenguaje quimbunda, afincado en Brasil “Palabra”, y por extensión
“Palabrerío” término muy apropiado para definir a la payada.
Hay que aclarar que quimbunda era el lenguaje de los pueblos “Bundas”, con el que
se conocía a algunas tribus africanas de Angola, vieja colonia portuguesa de la
costa occidental del continente africano.
Abundaron los esclavos traídos de esas tierras, y que hablaban el quimbunda,
lenguaje bantú,
entre la población negra de Brasil, de Argentina y de Uruguay.
El historiador
porteño Hugo Corradi aportó un
dato importante. Corradi escribió: “…Luego de que Justo José de Urquiza hubiera derrotado a Juan Manuel de Rosas en Caseros
durante 1852, los soldados brasileños que formaban el Ejercito
Grande de aquél, sorprendieron a los porteños más bien, a los
mazorqueros apostados en el campamento y cárcel de los Santos Lugares de Rosas, actual Partido de San Martín
cantando esas guajiras ya acriolladas y en son de burla o crítica, señalaron
que estos entonaban ‘milongas’."
Así que, para los brasileños esos largos versos cantados sobre una misma
melodía que se repetía hasta el final, eran un palabrerío quizás, inentendible
para ellos. En cuanto a esto, dijo Roberto Selles: “Lo cierto
es que la denominación quedó y a tal punto que los mismos lugareños, población porteña y de la zonas circundante pasaron
a llamar milongas a las guajiras acriolladas que entonaban...”.
El origen de la milonga milonga campera se suele
discutir. Se sabe, sin embargo, que contiene elementos afro
en su constitución rítmica e influencias de danzas criollas y europeas llegadas
a Buenos Aires
y Montevideo
a través de varias vías, principalmente de Perú, España, Brasil y Cuba. Se daba
en aquella época el fenómeno que se conoce como "de ida y vuelta" ya
que los géneros viajaban de América a Europa y viceversa sufriendo
transformaciones y adaptaciones en cada región.
Tiene semejanzas con otros ritmos como la chamarrita,
el choro, el candombe
y la habanera.
Se presume que aportó elementos al tango, que luego tomo la forma original de
la milonga como subgénero propio.
La milonga campera integra la expresión campesina de la
Pampa, de viejo arraigo, inicialmente cantada, aunque luego tuvo coreografía.
Fue adaptada para incluirse en obras teatrales por fines de 1880. Hasta llegar
a esto, la milonga tuvo un proceso largo.
En territorio que actualmente pertenece a España,
aproximadamente en el siglo XII se ha detectado lo que podría ser el más
antiguo antecedente de la milonga. En ese entonces, y en esas tierras, figuraba
el compás alterno 6/8-3/4, es decir un ritmo constantemente cambiante, todo
esto en la versión de Arcos de la Frontera del conocido “Romance de Gerineldo”.
Géneros musicales posteriores de compás alternativo fueron la zarabanda en el siglo XVI y su inmediata evolución, la
tirana en el siglo XVIII.
La tonadilla escénica –antecedente de la zarzuela- llevó
el género musical denominado “tirana” a Cuba, donde evolucionó y
adquirió características locales propias, además de un nuevo nombre: “Guajira” término
que en Cuba significa «Campesina». En los viajes de ida y vuelta entre Cuba y
lo que actualmente es España, la “Tirana” convertida en “Guajira” volvió a
territorio actualmente español, más precisamente a Andalucía
zona donde se hallaba el principal puerto español de la época, el Puerto de
Palos. Allí la guajira se aflamencó y esa variante de guajira fue la
que llegó a Buenos Aires.
Se estima que, aproximadamente, el arribo de la guajira
aflamencada a Buenos Aires podría haber tenido lugar
entre 1822 y 1830. En cuanto a lo musical, esta época se podría describir con
la siguiente frase de José Antonio Wilde médico del ejército
argentino quien estuvo en la Batalla de Caseros y escritor: “…del cielo,
décima y triste
habíamos pasado por grado a las canciones españolas muy graciosas y de un
estilo especial”.
Este “Parentesco” musical, también se podría apoyar en la
similitud que hallaron Roberto Selles y Marcelo
Oliveri entre la milonga pampeana y la guajira flamenca, la primera
vez que oyeron una de estas últimas.
A su vez, estas personas se dieron cuenta más tarde (tal y como escribió Roberto Selles en su libro
“Historia de la milonga” de 2004, que el español José María Salaverría ya había escrito
escrito en “Tierra Argentina” 1910,
lo siguiente: “Las milongas se parecen a las guajiras de Cuba”.
Podría representar otra prueba de esta, posible,
genealogía musical la antigua milonga pampeana campera anónima llamada “La
paloma indiana”, recogida y grabada por el folklorista argentino Mario Pardo.
En esa grabación se advierte notoriamente este posible origen de la milonga.
Además, se sabe que esa canción es una guajira convertida en milonga.
El nuevo género musical llegado a la región pampeana, la
“Guajira acriollada" o "milonga antigua", no tardó en hacerse
popular. De hecho, para 1854 era tan popular que, según Josué Teófilo
Wilkes y Blanco: “…había pasado la época de cielitos
y medias cañas. La milonga vino a
suplantarlos…”. Prueba de la popularidad de dicho género musical es que, ya
para 1860, “...los cantores de milongas parecían multiplicarse en la República Argentina”, refirió Sañudo Autrán
citado por Vicente Gesualdo.
Sin embargo, pese a la popularidad de este ritmo musical, parece ser que para
los habitantes de la región donde se desarrollaron estos hechos parte de la
región pampeana argentina, el inconveniente fue reproducir el ritmo de 6/8-/4 al
cual estaban acostumbrados los guitarristas flamencos, pero no los guitarristas
de mencionada tierra. La solución, según parece, fue interpretar dicho ritmo en
un tiempo de 2/4 en vez de en un 6/8. Esto lo afirmó Josué Teofilo
Wilkes y Blanco, y agregó que ese cambio se habría efectuado durante
el decenio 1870-1880.
De esta manera, la “guajira aflamencada” se había acriollado y adaptado con
características propias de la zona, y así podría haber nacido la típica “Milonga
pampeana”
En algún momento, a los músicos de algún conjunto se les
habría ocurrido tocar la milonga pampeana campera en alguna ‘milonga’
en este caso, ‘milonga’ refiere al lugar donde se iba a bailar
a finales del Siglo XIX, como refleja en algunos versos del Martín Fierro.
Cuándo la milonga que había nacido como canción bajo una melodía poco variable
se tornó bailable, los intérpretes decidieron al estar no ya sujetos a la letra
estilizarla, y dieron así rienda suelta a su inventiva musical. A este tipo de
milonga, principalmente instrumental no a la cantable –que era la “Milonga
campera pampeana”- la cual continuó su curso independientemente, también se la
solía llamar tango -aunque fueran “tangos-milongas antiguos”.
Ya en el transcurso de las décadas 1880-1890, y en ese
proceso de dar rienda suelta a la inventiva musical de ese género el
tango-milonga antiguo, los pianistas comenzaron a llevar a la milonga o “Tango-milonga
antiguo”, descrita anteriormente, al pentagrama. Hay que decir, que este ritmo
se fue mezclando con el ritmo que estaba en pleno auge, el tango procedente del
tango andaluz aunque con influencias también de otros géneros musicales: habanera,
candombe,
mazurca,
vals, etc. Todos estos
ritmos, se fueron mezclando y evolucionando hasta dar lugar a lo que
actualmente se conoce, simplemente, como “tango”.
Con esto se puede comprender que la milonga campera dejó rastros en el tango. A
partir de esto, más tarde se crearía la "milonga ciudadana".
Pese a la aparición de la milonga estilizada la que era
llevada al pentagrama con arreglos para piano, y posteriormente la milonga
ciudadana, los intérpretes de los suburbios y los de la campaña continuaron con
los ritmos tradicionales de milonga, la milonga pampeana campera.
Por su parte, el considerado mejor payador de todos los
tiempos, el afro argentino Gabino Ezeiza,
fue quien introdujo el ritmo de milonga a la payada. El mismo Gabino, afirmó que la milonga campera proviene del candombe, el cual
se formó a partir de viejos ritmos africanos.
Hay que saber que Gabino Ezeiza era afro porteño nacido en San Telmo
un barrio de esclavos, y que vivió en una época en la que había un número
considerable de afro descendientes negros en la zona del actual Gran Buenos
Aires; y que además, su maestro en la iniciación de la payada,
Pancho Luna, también era afro porteño.
Aunque tanto la milonga como el tango están en compás de 2/4 o 4/4, las 8 figuras
musicales de la milonga están distribuidas en 3 + 3 + 2 en cambio el tango
posee un ritmo más «cuadrado». Las letras de la milonga suelen ser picarescas.
La milonga está emparentado con el candombe,
el tango y la habanera.
Además, la milonga pampeana ha dado lugar junto con el Kaani a la aparición
"Al natural" del típico ritmo patagónico de la "Chorrilera"
o "Chorrillero",
desarrollado entre los lugareños de la Patagonia Andina de Argentina.
También existe una antigua variante uruguaya,
aparentemente exclusiva de la ciudad de Montevideo, llamada Milongón.
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