martes, 30 de julio de 2013

HIBERNACIÓN



La Hibernación es la capacidad que tienen ciertos animales para adaptarse a condiciones climáticas extremadamente frías, la cual, puede asemejarse a un estado de hipotermia regulada durante algunos días, semanas o meses, que les permite conservar su energía durante el invierno. Durante la hibernación el metabolismo de los animales decrece hasta un nivel muy bajo, además de tener una temperatura corporal y frecuencia respiratoria inferior a lo normal, usando gradualmente las reservas energéticas almacenadas en sus cuerpos durante los periodos de actividad, principalmente en los meses más cálidos. Este fenómeno, en su grado más alto, es característico de los animales homeotermos sangre caliente, pero en los animales de sangre fría poiquilotermos se contemplan cambios similares.

No todos los animales emplean el mismo método para hibernar, esto depende de su tipo de sangre y otras características.

En este tipo de animales se perpetra una preparación interna varias semanas antes de comenzar el estado de hibernación. Cuando la temperatura atmosférica decrece a un cierto nivel, el individuo se duerme, provocando que la frecuencia cardíaca baje radicalmente, el número de respiraciones se resta de modo equiparado y la temperatura orgánica desciende excesivamente. En esta situación el animal pareciera que estuviese muerto, hasta el punto que la piel resulta fría al tacto, y en algunos casos se puede manipular al individuo incluso con brusquedad, sin que este se despierte.

La hibernación o sueño de invierno es uno de los grandes enigmas del mundo animal. Es algo más que un profundo sueño. El animal baja sus pulsaciones y su respiración, y la digestión prácticamente se detiene. Al empezar el invierno, el animal debe haber aumentado sus reservas de lípidos, que se van consumiendo paulatinamente para suplir las necesidades energéticas del organismo durante lo que puede compararse con un largo sueño.



 

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