Les Luthiers, es un grupo argentino
de humor, muy popular en países hispanohablantes
como Paraguay,
Guatemala,
Costa Rica,
Perú,
Chile,
Ecuador,
España,
Colombia,
México,
Uruguay,
Bolivia,
Cuba y Venezuela,
que utiliza la música como un elemento fundamental de sus actuaciones, con instrumentos informales
creados a partir de materiales de la vida cotidiana. De esta característica
proviene su nombre: luthier, que en francés
significa "Creador de instrumentos musicales".
El conjunto está compuesto por cinco miembros, que
originalmente eran cuatro Daniel
Rabinovich, Marcos Mundstock, Jorge Maronna
y Gerardo
Masana, hasta llegar a siete, y comenzó su trayectoria en la segunda
mitad de los años 60 en la ciudad de Buenos Aires. Fue fundado
por Gerardo
Masana en 1967,
durante un periodo de gran auge de los coros universitarios en
Argentina.
Se le ha postulado al Premio Príncipe de Asturias de las
Artes en 2011,
el máximo galardón internacional que se concede a las actividades culturales,
ciéntificas y humanitarias en todo el ámbito hispano.
Este galardón se concede a la persona, grupo de personas o institución cuya
labor en la arquitectura, cinematografía, danza, escultura, música, pintura y
demás expresiones artísticas constituya una aportación relevante al patrimonio
cultural de la humanidad.
En el año 2012 el Reino de España les concedió la
ciudadanía española por carta de naturaleza, una concesión especial a personas
de particulares méritos.
Durante los años 60,
casi todas las universidades argentinas tenían su propio coro musical, algunos
de cuyos componentes adoptaron la costumbre de reunirse fuera de los ensayos
con el fin de divertirse un poco preparando bromas musicales que después ellos
mismos representarían en los festivales intercorales que tenían lugar a lo
largo del curso, a modo de entreacto en tono de humor.
En septiembre de 1965 tuvo lugar el
Festival de Coros Universitarios en la ciudad de San Miguel de Tucumán, situada en el noroeste de la República Argentina. Un grupo de jóvenes
universitarios presentó un espectáculo de música de humor que habían estado
preparando largamente y donde además del montaje en sí presentaban como
primicia un conjunto orquestal de instrumentos completamente novedosos,
inventados y construidos por ellos mismos con materiales sencillos.
Representaron así la parodia de un concierto. El conjunto estaba compuesto por
un solista, un pequeño coro y los mencionados instrumentos musicales no
convencionales.
La obra central del espectáculo se llamaba Cantata Modatón, llamada luego Cantata
Laxatón para evitar problemas con la empresa que producía el
conocido laxante Modatón. El autor era Gerardo
Masana, un estudiante de arquitectura
que además era el inventor de casi todos los nuevos instrumentos junto con el luthier
y músico porteño Carlos Iraldi.
La música de esta pieza parodiaba el estilo de las cantatas
barrocas y la letra estaba tomada del prospecto
del medicamento laxante
previamente mencionado. La presentación fue un rotundo éxito y tanto los
asistentes como la crítica en periódicos y revistas de música hablaron de
originalidad, humor y rigor en la exposición.
Poco después de estos sucesos, los jóvenes recibieron con
sorpresa la oferta de un contrato para repetir el espectáculo de Tucumán en una
famosa sala vanguardista de Buenos Aires. Se presentaron con el nombre
artístico I Musicisti
y de nuevo consiguieron un gran éxito. Después fueron llamados por el Instituto Di Tella de Artes, que era el
centro de estudios teatrales, musicales y plásticos de más prestigio en la
ciudad y reconocido mundialmente. Se decía de este instituto que era el «templo
de las vanguardias artísticas». El espectáculo que representaron aquí se llamó IMYLOH,
abreviatura de I Musicisti y las óperas históricas.
De nuevo obtuvieron un gran éxito.
En el año 1967, distintas
discusiones internas acerca de la retribución para cada músico desembocaron en
el fraccionamiento de I Musicisti.
Los principales miembros del grupo; Gerardo
Masana, Marcos Mundstock, Jorge Maronna,
Carlos Núñez Cortés y Daniel
Rabinovich siguieron su carrera aparte bajo el definitivo nombre de Les Luthiers, mientras que I Musicisti tardó poco tiempo en
naufragar al quedarse sin instrumentos ni escritores principales. Casi al mismo
tiempo las composiciones musicales de Les Luthiers empezaron a oírse en las
bandas sonoras de algunas obras teatrales y en cortometrajes como Angelito el secuestrado de Leal Rey.
El grupo continuó presentando
su espectáculo en teatros y cafés-concert.
En 1970
el quinteto contrató al rosarino Carlos López Puccio, como violinista, y en 1971 a Ernesto Acher,
primero para reemplazar a Marcos
Mundstock y luego formar parte del plantel del grupo. De esta época
son los siguientes espectáculos:
Les
Luthiers cuentan la ópera (1967)
Blancanieves
y los siete pecados capitales (1969)
Querida
condesa (1969)
Opus Pi (1971)
La televisión también les
llamó para que aportaran su arte junto a comediantes y artistas de gran
prestigio en el ciclo titulado Todos somos mala gente y en el
ciclo Los mejores donde
actuaron ya en recitales exclusivos. Fue una época de temporadas triunfales en
la ciudad de Buenos Aires y en Mar del Plata.
El 23 de
noviembre de 1973,
el grupo se quedó sin un integrante, el fundador del grupo, Gerardo
Masana, que murió de leucemia a los 36 años.
Al cabo de nueve años de
representaciones en su país empezaron con las giras internacionales. Desde 1977 organizaron un
espectáculo nuevo cada dos o tres años. Las primeras giras tuvieron lugar en Uruguay,
Venezuela
y más tarde llegaría el turno de España.
A finales de los años 70, sus giras llevaron al grupo a la
capital de México D. F., que incluyó una presentación en
el Palacio de Bellas Artes de
esa ciudad.
El año 1986 marcó un antes y un
después en la historia del grupo. Uno de los motivos fue la inolvidable
actuación que tuvo lugar en el mítico Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires
y su arribo a Colombia también en su famoso Teatro Colón. El 2 de
diciembre de 1986,
por diferencias internas, Ernesto Acher abandonaría el sexteto. Desde
entonces los integrantes del grupo pasaron a ser cinco, hasta la actualidad.
En 1994, por problemas
cardíacos de Daniel Rabinovich, se incorporó al grupo el
humorista argentino Horacio Fontova, hasta la recuperación de
Daniel Rabinovich.
Los espectáculos mantienen un
formato desde 1970:
cada uno se divide en obras cómicas. Como una pequeña introducción, antes de
cada pieza, Marcos Mundstock suele leer una presentación en
donde se describe la obra, o da reseñas de la vida del autor, y tras esta
presentación el conjunto musical aparece en escena e interpreta el tema. Pero
los dos últimos espectáculos, Los Premios Mastropiero y Lutherapia,
se han salido de este esquema. En ellos, las obras interpretadas giran en torno
a una temática particular: una entrega de premios y una sesión de terapia,
respectivamente.
Se han escrito tres libros
relacionados con este grupo. El primero de ellos escrito en 1991 por el periodista
colombiano Daniel Samper Pizano, titulado Les Luthiers de la L a la S; el
segundo libro, editado en 2004, fue escrito por Sebastián Masana, hijo del fundador del
grupo, Gerardo Masana, y se titula Gerardo Masana y la fundación de Les
Luthiers; y el último fue escrito por uno de los miembros del grupo, Carlos Núñez Cortés, y se titula Los juegos de Mastropiero, en el que
realiza un exhaustivo análisis sobre las distintas formas de humor utilizadas
por ellos.
En el año 2007, en celebración de su
40.º aniversario, la legislatura de la ciudad de Buenos Aires los declaró,
por unanimidad, Ciudadanos Ilustres.
Además, el gobierno de España otorgó a Les Luthiers la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica, la más alta
condecoración que concede la nación española a extranjeros, que confiere a los
músicos el tratamiento de Ilustrísimos
Señores.
El 18 de
noviembre de 2007,
Les Luthiers celebró su 40.º aniversario con un recital titulado Cuarenta años de trayectoria, de
entrada libre y gratuita, en el Parque San Benito, ubicado en la intersección
de las avenidas Figueroa Alcorta y La Pampa, en la Capital
Federal. Les Luthiers pudo reunir más de 120.000 espectadores.
En el año 2008 Daniel
Rabinovich, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés, Jorge Maronna
y Carlos López Puccio doblaron al español las
voces de los personajes de las palomas en la película de Disney, Bolt.
El 7 de
septiembre de 2012, el gobierno de España
concedió la nacionalidad española a Carlos López Puccio, Marcos
Mundstock y Daniel Rabinovich.
Es necesario un apartado especial para este célebre
personaje que Les Luthiers crearon en 1968, en el programa
televisivo Todos somos mala gente.
Johann Sebastian Mastropiero es una sátira de los
compositores clásicos, tomando los nombres de Johann Sebastian Bach y el apellido del
fundador del grupo, Gerardo Masana.
Este personaje se caracteriza por una vida turbulenta
cuya trama se va hilando a lo largo de cada presentación realizada por Marcos
Mundstock. Gracias a ellas podemos saber que nació de madre italiana y de
padre, que tuvo un hermano gemelo mafioso llamado Harold Mastropiero, que a
pesar de sus múltiples relaciones amorosas tuvo durante un tiempo una pareja
estable con la condesa de Shortshot, y que con ella tuvo varios hijos cuyos
apellidos significan lo mismo que el de su madre en distintos idiomas; que
contrató a una gitana de empleada doméstica, y que ella le dejó de ahijado a
Azuceno Mastropiero, entre muchas otras situaciones hilarantes.
Luthier es la
palabra francesa que designa al fabricante de instrumentos de cuerda. El grupo
adoptó este nombre por su costumbre de crear instrumentos a partir de
materiales poco comunes, como latas, mangueras, tubos de cartón, globos, etc.
El primer constructor de instrumentos informales fue Gerardo
Masana, fundador del grupo, el primer instrumento creado, el bass-pipe a vara,
construido con tubos de cartón encontrados en la basura y elementos caseros. Cuarenta
años después, un émulo de este enorme tubo rodante sigue usándose en escena.
Los primeros instrumentos informales fueron relativamente
simples, como el gom-horn, hecho con una
manguera, un embudo y una boquilla de trompeta y algunos de ellos nacieron como
parodia de los instrumentos estándar. Éste es el caso del latín, la violata etc. Con el
tiempo, se incorporó como "Luthier de Les Luthiers" el doctor Carlos Iraldi,
quien investigó la construcción de instrumentos atípicos moviéndose entre la
perfección técnica y la sensibilidad artística. Así nacieron artefactos tan
singulares como la mandocleta, una bicicleta
cuya rueda trasera mueve las cuerdas de una mandolina,
el ferrocalíope, un calíope que funciona a vapor que pasa por
silbatos ferroviarios, el bajo barríltono un contrabajo
cuyo cuerpo es un barril gigante, el órgano de campaña, un
órgano que se lleva colgado de la espalda, y cuyo aire es enviado por unos
zapatos-fuelles y muchos otros.
Tras el fallecimiento de Iraldi
en 1995,
tomó su testigo el artesano Hugo
Domínguez, quien fabricó entre otros la desafinaducha, el nomeolbídet y el alambique encantador.
Instrumentos de cuerda
Latín o Violín de Lata: la
caja de resonancia es una lata de jamón en conserva.
Violata o viola de lata:
la caja de resonancia es una típica lata de pintura.
Contrachitarrone da gamba:
es una mezcla de violonchelo y guitarra.
Cello legüero: una mezcla
de violonchelo y bombo legüero. Posee cuatro cuerdas que pueden
ser tocadas con arco, como si fuera un cello, y su parche percutido con una
baqueta, como si fuera un bombo.
Cellato: parecido a un
violonchelo, construido con un bote de líquido limpiador.
Mandocleta: una bicicleta
cuya rueda trasera hace sonar una mandolina.
Lira de asiento o lirodoro:
una lira hecha con un asiento de inodoro.
Guitarra dulce: una
guitarra construida con dos latas de dulce de
batata.
Bajo barríltono: un contrabajo
cuya caja de resonancia es un barril de madera al que va sujeto el diapasón con las cuerdas y
en el que el instrumentista se introduce para tocarlo. Posee además cinco
ruedas en la parte inferior que permiten al intéprete ir caminando mientras
toca.
Nomeolbídet: un organistrum
construido con un bidet
y un tubo de PVC
como diapasón.
Instrumentos de viento
Bass-pipe a vara: es
similar a un trombón de varas, construido con tubos de
cartón. Los tubos van montados en un pequeño carrito con ruedas para permitir
su desplazamiento. Produce sonidos sordos y graves. Tiene una versión aguda, el
alt-pipe a vara, que no
tiene ruedas y sus tubos son de PVC en lugar de cartón.
Tubófono silicónico cromático:
es similar a una zampoña, construido con tubos de
ensayo, rellenos de silicona a distintos niveles producir diversas notas. Una
versión anterior era el "Tubófono parafínico cromático", relleno con parafina
en lugar de silicona.
Gaita de cámara: una
especie de gaita
gigante construida con una cámara de rueda de tractor que alimenta con aire a
un glamocot, un clamaneus y una melódica.
Narguilófono: es una flauta dulce
insertada en un narguilé, capaz de echar humo.
Alambique encantador: es
un gran instrumento dividido en tres secciones, una aguda formada por once
copas de acrílico, una formada por ocho botellas de plástico cortadas en su
parte media y sumergidas en agua, y una grave formada por cuatro garrafas. Para
su ejecución se necesitan tres músicos a la vez.
Glamocot: es similar a un cromorno
medieval y produce un sonido parecido al de un pequeño fagot. Cabe mencionar su
dificultad de tocar debido a que las notas están en desorden. También forma
parte de la gaita de cámara.
Órgano de campaña: es un
órgano de tubos que el músico lleva sujeto en la espalda con una mochila, lo
que le permite desplazarse mientras lo va tocando.
Glisófono pneumático: es
similar a una flauta de Pan, que se afina mediante un émbolo
situado en el extremo opuesto al que se sopla.
Bocineta: es un kazoo sujeto a un embudo para
amplificar su sonido.
Gom-horn natural: es la
imitación de una trompeta, hecho con una manguera
de jardín y un embudo. Tiene otras dos versiones: el gom-horn a pistones, que
lleva pistones de trompeta, y el gom-horn da testa, la versión
más conocida, en el que el extremo de la trompeta va sujeto a un casco que
lleva puesto el intérprete.
Calephone da cassa: es una
especie de trombón
construido con un calentador de agua al que más tarde se le
añadió la tubería de un trombón de varas.
Yerbomatófono d'amore:
también llamado matófono, hecho con una "Calabaza" recipiente usado
para tomar la infusión de mate
cortada por la mitad. Los dos hemisferios son lijados y vueltos a ensamblar, de
manera que se produce una vibración cuando se sopla por un agujero.
Corneta de asiento: es un
taburete de madera que produce un sonido de corneta al sentarse en él. Cada uno
produce un único sonido, por lo que se necesitan varios para formar una
melodía.
Clamaneus: es similar al glamocot, también lleva
una embocadura de cromorno pero suena una cuarta más grave. También forma parte
de la gaita de cámara.
Manguelódica pneumática:
es una melódica
a la que están conectados dos grandes globos. La melódica está situada en
posicion horizontal, lo que permite tocarla como un piano.
Ferrocalíope: es un calíope cuyos tubos han sido reemplazados
por silbatos de ferrocarril accionados por vapor de agua.
Bolarmonio: está formado
por 18 pelotas de fútbol dispuestas en forma de teclado que al ser oprimidas producen
distintos sonidos al expulsar el aire a través de unas lengüetas
de acordeón.
Instrumentos de percusión
Dactilófono o Máquina de tocar:
es una máquina de escribir que lleva conectados varios
tubos de aluminio, que al oprimir las teclas, emiten un sonido parecido al de
un xilófono.
Cascarudo: es un pequeño
instrumento, formado por un güiro y un envase de yogur, entre otros
elementos, que produce varios sonidos básicos. Su nombre se debe a que imitaba
el sonido de un cascarudo, nombre
dado a cierta especie de escarabajo.
Desafinaducha: Diseñado y
construido por Hugo Domínguez, está inspirado en la ducha de un cuarto de
baño, en el que el agua al caer hace girar un pequeño molino que lleva sujetos
unos pequeños martillos que golpean un metalófono.
Es uno de los instrumentos que integran el Cuarteto o Cuartito de Baño. El
efecto logrado es un "tremolando" que, mezclado con el fluir del
agua, produce un sonido dulce y peculiar.
OMNI, Objeto Musical No Identificado:
es un émbolo similar a un inflador de bicicleta que expulsa un tapón de
corcho por el extremo del tubo. Su efecto es similar al sonido
producido al descorchar una botella.
Campanófono a martillo: Es
un teclado que acciona unos electroimanes que mueven unos martillos, los cuales
golpean unos tubos metálicos que producen sonidos similares al de una campana.
Tablas de lavar: como su
nombre indica, es una tabla de lavar forrada de hojalata, la cual
lleva incorporados un pequeño platillo, una caja china y un cencerro,
que el intérprete percute llevando dedales. Se utilizan tres, y cada una lleva además una bocina afinada
en una nota distinta.
Shoephone o Zapatófono:
está formado por un mecanismo de engranajes y manivelas que elevan un par de
zapatos, que luego dejan caer sobre una base de madera.
Marimba de cocos: es una marimba
cuyas placas de madera son reemplazadas por cocos huecos que suenan al
percutirlos.
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