El violín etimología:
del italiano violino,
diminutivo de viola o viella es un instrumento de cuerda frotada
que tiene cuatro cuerdas. Las cuerdas se afinan por intervalos
de quintas:
sol3
re4
la4
mi5
el número
está indicado de acuerdo con el índice acústico internacional,
que se utiliza en todo el mundo, según el cual el do central del piano es un do4
La cuerda de sonoridad más grave
es la de sol4, y
luego le siguen, en orden creciente, el re5,
la5 y mi6. En el violín la
primera cuerda en ser afinada es la del la;
esta se afina comúnmente a una frecuencia de 440 Hz, utilizando
como referencia un diapasón clásico de metal ahorquillado o, desde finales del
siglo XX, un diapasón electrónico. En orquesta y
agrupaciones, el violín suele ser afinado a 442 Hz, ya que las
condiciones del medio como la temperatura, o la progresiva distensión de las
cuerdas hace que estas se desafinen, y para compensarlo se afinan algo por
encima. El cuerpo del violín posee una forma abombada, con silueta estilizada
determinada por una curvatura superior e inferior con un estrechamiento a la
cintura en forma de C. Las tapas del violín se modelan con suaves curvas que
proporcionan la característica de abovedado. Los aros, que van alrededor del
violín dando la silueta, son de poca altura, el mástil posee cierto ángulo de
inclinación hacia atrás respecto al eje vertical, longitudinal y se remata por
un caracol llamado voluta. La estructura interna del violín la constituyen dos
elementos fundamentales en la producción sonora del instrumento dados por la
barra armónica y el alma. La barra armónica corre a lo largo de la tapa justo
debajo de las cuerdas graves y el alma está ubicada justo debajo del pie
derecho del puente donde se ubican las cuerdas agudas.
Las partituras
de música para violín usan casi siempre la clave de sol, llamada antiguamente
«clave de violín». El violín no posee trastes, a
diferencia de la guitarra. Es el más pequeño y agudo
de la familia de los instrumentos de cuerda clásicos, que incluye la viola, el violonchelo
y el contrabajo,
los cuales, salvo el contrabajo, son derivados todos de las violas medievales,
en especial de la fídula.
En los violines antiguos las
cuerdas eran de tripa.
Hoy pueden ser también de metal o de tripa entorchada con aluminio, plata o
acero; la cuerda en mi, la más aguda llamada cantino es directamente un hilo de acero, y, ocasionalmente, de
oro. En la actualidad se están fabricando cuerdas de materiales sintéticos que
tienden a reunir la sonoridad lograda por la flexibilidad de la tripa y la
resistencia de los metales.
El arco
es una vara estrecha, de curva suave, y construida idóneamente en la dura
madera del palo Brasil o «de Pernambuco» Caesalpinia echinata, de unos
77 cm de largo, con una cinta de 70 cm constituida por entre
100 y 120 con un peso de unos 60 gramos según longitud y calibre
crines de cola de caballo,
siendo las de mejor calidad las llamadas "Mongolia", que provienen de
climas fríos donde el pelo es más fino y resistente. Tal cinta va desde una
punta a la otra del arco. Para que las cuerdas vibren y suenen de un modo
eficiente, la cinta de cola de caballo del arco debe ser frotada adecuada y
regularmente con una resina llamada colofonia
en España se llama "perrubia",
de "pez-rubia". También,
actualmente muchas veces para abaratar costos, la crin blanqueda de caballo es
sustituida por fibras vinílicas. El arco del violín tiene en la parte por la
que es tomado un sistema de tornillo que al hacer desplazar la pieza por la
cual se aferra un extremo de la cinta de crin hace que esta se tense o se
distienda.
El violín es el instrumento
más barato de su familia, pero también es el que llega a los precios más
desorbitados.
Los violines se clasifican de
acuerdo con su tamaño: el 4/4 cuya longitud suele ser de 14 pulgadas o
35,5 cm y su ancho máximo de 20 cm, y un alto de 4,5 cm es el
más grande y es el utilizado por los adultos; le siguen violines de tamaño
menor, destinados a jóvenes y niños, denominados 3/4, 2/4 y 1/4. Existe también
un violín de tamaño 7/8, llamado también "Lady", que es utilizado por
algunas mujeres o por varones adultos de manos pequeñas.
Sin embargo, la genealogía que lleva al violín actual es
más compleja. Se encuentra en el frotamiento de las cuerdas del laúd
y el rebab y su versión
europea, el rabel,
instrumentos difundidos en la Europa mediterránea durante la expansión medieval
de los árabes. En Italia,
a partir de la lira bizantina o el rebab, surgen los antecedentes más evidentes, tanto del violín
como de la llamada viola de gamba; son tales precedentes la viola de arco
nombre que se utilizaba para todo instrumento de cuerda frotada con arco, como
el rebec o rabel, y que también
recie las denominaciones de viela, vihuela, vihuela de arco, fídula y giga y la
lira o viola da braccio, esta ya muy semejante
a un violín o viola primitivos, aunque con el diapasón separando los bordones.
Es en el siglo XVII
que aparece el violín propiamente dicho, aunque con algunas diferencias
respecto a la mayoría de los violines que se vienen fabricando desde el siglo XIX.
La tapa superior y las tablas laterales se hacen de madera blanda, mientras que
la tapa inferior se hace de madera dura. La ciudad de Cremona se hallaba entre
un bosque de pinos madera blanda y uno de arces madera dura, por lo que estas
maderas eran las usadas por los grandes maestros violeros. El arco ha sufrido
muchas modificaciones. El modelo actual data del siglo XIX, cuando François
Tourte le dio una curvatura cóncava, que en los modelos más primitivos era
convexa, como la del arco de cacería.
Aunque en el siglo XVII
el violín se encontraba bastante difundido en Italia, carecía
de todo prestigio el laúd, la vihuela, la viela, la viola da gamba, la
guitarra, la mandolina eran mucho más considerados. Sin embargo, Claudio Monteverdi es uno de los que descubren
la posibilidad de las calidades sonoras del violín, y es por ello que lo usa
para complementar las voces corales en su ópera Orfeo 1607. Desde entonces el
prestigio del violín comienza a crecer. Hacia esa época comienzan a hacerse
conocidos ciertos fabricantes de violines llamados aún luteros o lauderos, o luthiers
más frecuentemente que violeros
ya que inicialmente se dedicaron a la fabricación de laúdes. Así se hacen
conocidos Gasparo Bertolotti de Saló,
o Giovanni Maggini de Brescia,
o de Viena; sin embargo, una
ciudad se hará celebérrima por sus lauderos especializados en la confección de
violines: Cremona.
En efecto, de Cremona son los justamente afamados Andrea Amati, Giuseppe
Guarneri y Antonio Stradivari sus apellidos suelen ser más
conocidos en su forma latinizada: Amatius, Guarnerius,
Stradivarius.
Durante el siglo XIX se destacaron Francois Lupot y Nicolas Lupot. Es a partir
de entonces, y sobre todo con el barroco, que se inicia la Edad de Oro al parecer de allí en
más perpetua del violín.
Desde entonces el violín se ha difundido por todo el
mundo, encontrándose incluso como "instrumento tradicional" en muchos
países no europeos, desde América hasta Asia. El violín es un instrumento
protagonista en las orquestas, grupos de cámara etc. Especial atención ha
recibido en la música árabe, en la que el ejecutante lo toca apoyado en la
rodilla cual si fuera un chelo, y en la música celta irlandesa, donde el instrumento
recibe el nombre de fiddle derivado
del italiano fidula, y sus
músicas derivadas como, en cierto grado, el country.
Ha habido también grandes violinistas de jazz, como Stéphane Grappelli, Jean-Luc
Ponty o Joe Venuti.
En cuanto al secreto de la sonoridad típica de los
violines realizados por las familias Stradivarius
y Guarneri, existen hoy diversas hipótesis que, más bien que excluirse, parecen
sumarse; en primer lugar se considera que la época fue particularmente fría,
motivo por el cual los árboles desarrollaron una madera más dura y homogénea. A
esto se suma el uso de barnices especiales que reforzaban la estructura de los
violines. También se supone que los troncos de los árboles eran trasladados por
ríos cuyas aguas tenían un pH
que reforzaba la dureza de las maderas; también influye un comprobado
tratamiento químico acaso más que con el objetivo de la sonoridad, el de la
conservación de los instrumentos, que reforzó la dureza de las tablas. Por
último, ciertos violines Stradivarius tienen en sus partes internas un acabado
biselado de los contornos en donde contactan las maderas, el cual parece
beneficiar la acústica de estos violines.
Además del efecto logrado por el arco, se pueden
conseguir otros efectos: pizzicato
pellizcando las cuerdas como si se tratase de una guitarra, pero no con la
misma posición, trémolo
moviendo el arco arriba y abajo muy rápido, vibrato
haciendo vibrar los dedos sobre las cuerdas, glissando
moviendo la mano izquierda arriba y abajo sobre las cuerdas, collegno
tocando con la parte de madera del arco, sul
ponticello tocando prácticamente sobre el puente.
El violín consta principalmente de una caja de resonancia
que posee elegantes y hermosas formas ergonómicas de sección oval con dos estrechamientos
cerca del centro. Tal caja de resonancia está constituida por dos tablas: la
tabla armónica y la tabla del fondo tradicionalmente hecha con madera de arce, las cubiertas
laterales o aros y la tabla
superior o tapa armónica tradicionalmente
de madera de abeto
blanco o rojo; la tapa se encuentra horadada simétricamente y casi en el centro
por dos aberturas de resonancia llamadas "oídos" o "eses",
ya que en el tiempo de su diseño se usaba aún en la escritura o imprenta la S larga,
semejante a una "efe" cursiva pero sin el travesaño horizontal, y en
desuso a partir del siglo XVIII. Por la misma razón, actualmente se
tienden a llamar "efes".
En el interior de la caja se encuentra el alma del violín, que es una pequeña
barra cilíndrica de madera dispuesta perpendicularmente entre la tapa y la tabla armónica del lado derecho del eje de simetría de la caja esto
es: prácticamente abajo, hacia la derecha, de la zona en donde se apoya el puente, del lado contrario al alma, a lo largo de la cara interna
de la tapa, se encuentra
adherido con cola un listón llamado barra
armónica. Tanto el alma
como la barra armónica cumplen
dos funciones: ser soportes estructurales el violín sufre mucha tensión
estructural y transmitir mejor los sonidos dentro de la caja de resonancia.
La caja de resonancia tiene, en el violín de orquesta,
35,7 cm de longitud, y se encuentra orlada por rebordes en ambas tablas;
tales rebordes cumplen, además de una función decorativa, la función de
reforzar el instrumento.
Por fuera, la caja de resonancia se continúa por el mango o astil; el mástil o "mango" concluye en un clavijero, oquedad rectangular en la
que se insertan las cuerdas anudadas y tensionadas allí mediante sendas clavijas para cada cuerda, las
clavijas son como llaves simples de sección ligeramente conoidal; luego del
clavijero, un remate llamado por su forma voluta aunque en ciertos casos la voluta se encuentra sustituida
por otras formas, por ejemplo una cara humana o la figuración de una cabeza de
león.
En cierto ángulo, las líneas de la voluta, en
perspectiva, hacen una línea recta y continua con las cuerdas, especialmente mi
y sol, y se juntan en el horizonte. Esto permite saber, cuando el violín está
puesto en el hombro, cuándo se encuentra correctamente recto.
Sobre el mango se ubica el diapasón del violín o tastiera, este suele ser de ébano
ya que esta madera produce ese sonido "Maderil" que los instrumentos
de cuerda frotada requieren además el ébano es sumamente duro y denso por lo
que la fricción de las cuerdas no daña el diapasón. En violines antiguos pueden
encontrarse tastieras de marfil.
Sobre la tapa de la caja se encuentra el ponticello o puente el cual mantiene elevadas las cuatro cuerdas, en la parte
posterior de la caja de resonancia, unida a ella por un nervio flexible que se
engancha a un botón, se encuentra otra pieza tradicionalmente de madera de
ébano de forma triangular llamada el cordal,
como su nombre lo indica, el cordal
sirve para retener las cuatro cuerdas, estas se apoyan en los siguientes
puntos: los orificios del cordal, el ponticello, la cejilla ubicada sobre el
astil y las clavijas.
Cuando se quiere atenuar el sonido, se aplica sobre el puente una especie de tabique llamado
sordina.
Desde fines de siglo XIX es común añadir a la parte
trasera de la caja de los violines una mentonera
o "berbiquí" desmontable, aunque tal aditamento no es indispensable la invención de
este añadido se atribuye a Louis Spohr; en cambio sí es de bastante
importancia el barniz
Tradicionalmente "gomalaca" diluida en alcohol con el cual se
recubre, en su parte externa, a la mayor parte del violín.
La singular acústica del violín ha sido muy estudiada
durante todo el siglo XX,
destacándose las investigaciones del alemán Ernst Chladni,
del cual deriva toda una formulación llamada esquema de Chladni.
Instrumento de singular resistencia, el violín suele
requerir de pocos cuidados especiales. Cuando no se usa debe estar guardado en
un estuche lo más hermético y acolchado posible, con la caja, la vara del arco
y las cuerdas limpias, y las crines del arco levemente distendidas. El violín
ha de estar al resguardo en todo lo posible para que no le afecte la humedad ni
cambios bruscos de temperatura; por lo demás, sólo requiere una habitual
limpieza con un paño seco, o bien con productos especialmente diseñados para
ello. Las cuerdas suelen romperse por la tensión y la fricción; y por este
motivo es conveniente que el violinista tenga un juego de cuerdas de repuesto.
También suelen romperse los pelos de cola de caballo crines que constituyen la
cinta del arco, por este motivo los que ejecutan con bastante frecuencia música
con el violín se ven obligados a un recambio anual de las crines. Si se ejecuta
el violín sin la mentonera, conviene usar un pañuelo en la parte del cuello y
mentón en la cual se apoya el violín para evitar que el instrumento se vea
afectado por la transpiración. En general ocurre que un violín
"viejo" que haya sido bien ejecutado, suena mejor que un violín nuevo
o con poco uso.
Una característica importante en el cuidado es que al
guardar el violín durante un período largo de tiempo, este no debe quedar afinado,
es decir, las cuerdas no deben quedar tensas. Esto se debe hacer si el
instrumento va a ser transportado en avión, con los cambios de presión las
cuerdas podrían romperse. Con esto, la estructura del violín no quedará
sometida a una tensión innecesaria.
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