La estatua Cristo Redentor o Cristo de
Corcovado es una imagen de 38 metros de Jesús de Nazaret con los brazos abiertos
mostrando a la ciudad
de Río de Janeiro, en Brasil que ya
se había independizado. Está situada a 709 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional de la Tijuca, en la cima
del cerro del Corcovado. Fue inaugurado el 12 de octubre
de 1931,
después de aproximadamente cinco años de obras.
Considerada la estatua
Art decó
más grande en el mundo. Es reconocida como una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo
Moderno junto a Machu Picchu, la Gran Muralla China, el Coliseo de
Roma, el Taj Mahal, Chichén Itzá,
y Petra.
Es la única de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo
Moderno que no ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad, la más
reciente y la más votada de las siete.
El Cristo del Corcovado es uno de los grandes atractivos
turísticos de Brasil, y se conserva prácticamente como el primer día que fue
exhibido.
Al cumplirse los 75 años de su inauguración 2011 se
tuvo una exposición que repasa la historia del monumento y, sobre todo, cómo
esta estatua se ha convertido en punto de referencia para los brasileños e
inspiración para sus artistas.
El Corcovado es, con sus 710 metros de altura, un mirador
privilegiado para el turista común, que puede divisar la ciudad entera de Río
de Janeiro, y para los creyentes un lugar de peregrinación.
Antes de 1921
el mirador en el cerro del Corcovado ya era un importante
atractivo turístico de Río de
Janeiro, incluyendo el Ferrocarril del Corcovado inaugurado en 1884 por el emperador Pedro II de Brasil.
La idea de un monumento
religioso en Río de Janeiro nació en 1859, con el presbítero
católico Pedro Maria Boss y la princesa Isabel de
Brasil. Sin embargo, la idea no se concretó durante el Imperio del Brasil. Se retomó en 1921, cuando se aproximaba
el centenario de la Independencia de Brasil. Hector da Silva
Costa fue delegado a la ejecución del proyecto, y la estatua fue realizado por
el escultor
francés Paul Landowski .
La construcción de hormigón armado, de más de 1000
toneladas, combina ingeniería, arquitectura y escultura, y tiene entre sus
logros el hecho de que nadie muriera en accidente durante las obras, algo que
no era normal en la época y con proyectos de esa dimensión. Por las condiciones
de construcción, sobre una base en la que casi no cabía el andamio, con fuertes
vientos, y la estructura de la estatua, cuyos brazos se extienden hacia el
vacío y la cabeza queda inclinada en un desafío a la ingeniería, Levy calificó
la obra de "Hercúlea".
En la ceremonia de inauguración, a las 19h 15min del 12
de octubre de 1931, estaba previsto que la iluminación del monumento fuera
accionada desde la ciudad italiana de Nápoles,
donde el científico italiano Guillermo
Marconi emitiría una señal eléctrica que sería retransmitida por una
antena situada en el barrio carioca de Jacarepaguá,
vía una estación receptora localizada en Dorchester, Inglaterra.
Sin embargo, el mal tiempo imposibilitó la hazaña y la iluminación fue
finalmente accionada directamente desde el local.
El sistema de iluminación fue sustituido dos veces: en 1932 y en 2000. Restaurado en 1980,
con motivo de la visita del papa Juan Pablo II,
y nuevamente en 1990. En 2003 fue inaugurado un sistema de escaleras mecánicas
para facilitar el acceso a la plataforma donde se eleva el conocido monumento.
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