Zoroastro o Zarathustra,
castellanizado Zaratustra, es el nombre del profeta fundador del mazdeísmo
o zoroastrismo. Se sabe poco o nada de él de manera directa, y las pocas
referencias que se conocen están rodeadas de misterio y leyenda.
Hay discrepancias sobre el lugar de nacimiento de
Zoroastro. Según algunas corrientes nació en Rhages cerca de Teherán,
en Irán,
según otras en Afganistán o Kazajistán.
Otras fuentes argumentan que Zaratustra es más bien un
título dado a una serie de maestros hasta cuatro, más que el nombre de uno
concreto de ellos, y que el hombre al que solemos referirnos como Zoroastro
habría sido el último de la serie. Mediante cálculos indirectos sobre vagas
referencias a otros personajes coetáneos o posteriores, se estima que nació
entre el principio del primer milenio y el siglo
VI a.C.
De cualquier manera, Zoroastro llegó hasta el rey
Guhtasp, que gobernaba una tribu situada posiblemente en Balkh al noroeste de Kabul, en Afganistán.
Zoroastro convenció al rey y a su tribu de sus creencias.
De esta manera llegó a religión oficial una de las primeras religiones monoteístas
aunque en un marco dualista de la Historia, denominada mazdeísmo
o zoroastrismo. El nombre de mazdeísmo procede del nombre de la deidad Ahura Mazda,
que está enfrentado a un ente maligno que recibe el nombre de Angra Mainyu
o Ahrimán, hermano gemelo de Ahura Mazda. El conflicto entre el Bien y el Mal
marca la vida de los hombres.
Como base escrita del mazdeísmo,
Zoroastro dejó una obra, el Avesta,
redactado en avéstico. Fue transmitido durante mucho tiempo de manera oral.
En tiempos del Imperio sasánida se recopilaron los textos que
pasaron al Avesta. Los más
importantes son los cánticos sagrados, llamados gathas. Es posible que date de tiempos de los sasánidas,
entre el siglo IV
y VI d.C.,
aunque recogen una tradición oral mucho más antigua.
Durante su vida, Zoroastro se mostró fuertemente en
contra de las religiones politeístas presentes en la zona del valle del
Indo, la meseta oriental del Gran Irán y las márgenes y oasis del
río Oxus.
Si bien logró algunos éxitos, no fue hasta después de su muerte cuando el mazdeísmo
alcanzó una gran expansión en buena parte de Asia Occidental y Central,
convirtiéndose en religión oficial de los aqueménidas
o de los sasánidas hasta bien entrada la Alta Edad
Media. Las bases sentadas por el mazdeísmo y la polarización total
del Bien y del Mal ejercieron una influencia importante en el judaísmo
y a través de él en las religiones monoteístas
surgidas en el Oriente Próximo a finales de la Edad Antigua el cristianismo y
el islamismo. La expansión del islam erradicó por completo el mazdeísmo, que pervivió de
manera meramente testimonial en algunas comunidades ocultas de Persia y en la isla de Ormuz
en el Golfo Pérsico, y en la región de Bombay en India.
Zaratustra fue empleado como figura literaria por el
filósofo Friedrich Nietzsche en textos como Así habló Zaratustra o Ecce Homo,
pero se trata de un simple álter ego del autor a la hora de exponer sus
teorías, y no tiene ningún vínculo riguroso con la figura histórica.
Según Plinio el
Viejo, sólo un hombre en el mundo, Zoroastro, había nacido
con una sonrisa en los labios, lo que auguraba su sabiduría divina.
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