martes, 2 de julio de 2013

EL ARPA



El arpa es un instrumento de cuerda pulsada compuesto por un marco resonante y una serie variable de cuerdas tensadas entre la sección inferior y la superior. Las cuerdas pueden ser pulsadas con los dedos o con una púa o plectro. Además del arpa clásica, usada actualmente en las orquestas, existen otros tipos, como el arpa celta y el arpa paraguaya.

El arpa es el instrumento musical nacional de Irlanda, Paraguay y Perú.

Si bien existen instrumentos muy antiguos semejantes al arpa, debe tenerse en cuenta que la clasificación de Hornbostel y Sachs distingue entre los cordófonos tipo arpa con un mástil que cierra el arco y los tipo arco que no disponen de ese mástil. Así pues, varias de las primitivas arpas que se describen en la historia del instrumento son literalmente, arcos musicales.

Han existido distintas formas, en diferentes partes del mundo, al igual que en distintas épocas. Pertenece al grupo de los cordófonos. Se conocía ya en la antigua Asiria, en Israel y Egipto, de donde pasó a Grecia. Se usaron el término griego kithára para traducir la palabra kinnóhr más o menos la mitad de las cuarenta y dos veces que aparece en el texto hebreo. La kithára era un instrumento parecido a la lira, pero con una tabla de resonancia más llana.

Fue un instrumento muy en boda durante la Edad Media, siendo abandonado durante el Renacimiento. Se recuperó en el siglo XVIII, cuando se le agregaron los pedales

El arpa medieval era diatónica, y el arpa moderna, por el contrario, nació con los primeros intentos de cromatismo que la evolución de la música occidental exigía. Los primeros intentos surgieron de los talleres de luthiers irlandeses en el siglo XVI, que proveyeron al arpa de una doble fila de cuerdas. En el siglo XVII se incorpora una tercera fila, la 1ª la 3ª fila eran diatónicas 29 cuerdas cada fila mientras que la 2ª fila, con 20 cuerdas, estaba reservada para los semitonos.

A mediados del XVII unos constructores tiroleses inventaron el arpa de ganchos, con los cuales era posible estirar la cuerda y subirla un semitono. En esta época fueron muchos los mecanismos incorporados para subir el tono, pero todos accionados manualmente, por lo que debía hacerse antes de empezar la interpretación.

A finales del siglo XVII, luthier bávaro fabricó la primera arpa con pedales que situados a ambos lados del soporte del instrumento, estaban unidos a los ganchos fijos de la consola mediante un sistema de transmisión. Eran siete los pedales, correspondientes a los siete grados de la escala musical y para cuyo instrumento Mozart escribió su Concierto para flauta y arpa en 1778. A raíz del descubrimiento se inspiraron numerosas ideas a cual más estrafalarias para ampliar las posibilidades del arpa como fue la colocación de doble número de pedales y sordinas, pero el mayor éxito lo obtuvo S. Erard en 1811. Erard presentó el modelo llamado de «Doble acción» que, con ligeras modificaciones posteriores, es la que se usa normalmente en la actualidad.

Los pedales se hallan unidos a unos listones de acero que se introducen en la columna, estos terminan en un mecanismo situado en la consola que, a su vez, está formada por varias capas de sicomoro y serbal. Dicho mecanismo, muy elaborado, lleva dos sistemas de horquillas, discos provistos de tornillos ajustables entre los cuales pasa la cuerda. Cuando un pedal llamado de doble acción se suelta posición de reposo en la muesca superior, la cuerda pasa libre entre los tornillos bemol; enganchado en la muesca intermedia, el pedal imprime a los discos una revolución parcial que produce el 1ª semitono becuadro; enganchado en la muesca inferior, el pedal provoca la continuación del movimiento, lo cual da lugar al 2ª semitono sostenido. Cada uno de los siete pedales actúa sobre todas las octavas de una misma escala, pudiendo ser accionado dos veces, subiendo sucesivamente un semitono en todas las notas de la misma tonalidad.

Ahora el número de cuerdas se eleva a 47 y son de clases diferentes. Hay 26 en el registro medio que son de tripa de carnero, 10 u 11 en el registro agudo que son de nylon, en tanto que las 12 restantes son de alpaca o cobre entorchadas en acero para el registro grave. La extensión es de 6 octavas y media desde do alterable mediante afinación manual a sol#: después del órgano y el piano, el arpa es el instrumento con la extensión más amplia.

El arpa moderna de orquesta incluye más de 1988 piezas y la presión que ejercen las cuerdas sobre el instrumento es alrededor de dos toneladas y media. Su construcción supone un costo elevado por lo que son pocos los luthiers que se aventuran a fabricarla. En este proceso se incluye la utilización de contrachapados de haya, arce o palisandro que son maderas que se curvan fácilmente al vapor para la caja de sonido que, a su vez, está reforzada en su interior por una moldura triangular a veces metálica.

Tanto las sencillas arpas medievales, pasando por las elegantes celtas y las muy estructuradas arpas de orquesta, invitan a su constructor a armarse de imaginación e ingenio para solventar las posibles dificultades que puedan cruzársele en el maravilloso sueño que es la construcción de un arpa. Los mecanismos opcionales como los sistemas de semitonos, clavijas y puentes se encuentran en el mercado a disposición del comprador.

Este viaje litúrgico de la historia y arquitectura del arpa hace diminuto honor a la importancia que se merece pero puede ayudar a quien hasta ahora desconocía muchos datos de este bello instrumento. Puede que su industrialización mengüe su calidad, pero hace más fácil que la gente pueda adquirirla por un precio cómodo y asequible sobre todo en las arpas celtas.

Una variante de las arpas es la cromática que posee el doble de cuerdas que una convencional que son 47 para la de orquesta y el arpa mágica o colombina que posee 17 cuerdas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario