La ÓPERA designa, desde
aproximadamente el año 1650, un género de música teatral en el que una acción
escénica es armonizada, cantada y tiene acompañamiento instrumental. Las
representaciones son ofrecidas típicamente en teatros de ópera, acompañados por una orquesta o una agrupación
musical menor.
A diferencia del oratorio, la ópera es una obra destinada a ser
representada. Varios géneros de teatro musical están estrechamente relacionados
con la ópera, como son la zarzuela española, el singspiel alemán,
la opereta vienesa,
la opéra-comique francesa
y el musical inglés
y estadounidense. Cada una de estas variantes del teatro musical tiene sus
características propias, sin que tales les sean privativas y, en no pocas
ocasiones, dando lugar a que las fronteras entre tales géneros no sean claras.
En la ópera, como en varios otros géneros del teatro musical, se une:
la música: orquesta, solistas,
coro y director;
la poesía: por medio del libreto;
las artes escénicas, en especial
la actuación, el ballet y la danza;
las artes escenográficas: pintura,
artes plásticas, decoración, arquitectura;
la iluminación y otros efectos
escénicos;
el maquillaje y los vestuarios.
La ópera se suele diferenciar de
los otros géneros de teatro musical aceptándose que, a diferencia de ellos, la
ópera es una representación completamente acompañada por música. La historia
del género demuestra que tal afirmación no es correcta. Si bien la ópera se
diferencia del teatro recitado por la extraordinaria participación de la música
en su constitución, ya desde el barroco se conocían formas limítrofes como la mascarada,
la ópera de baladas, la zarzuela y
el singspiel que
se confunden en no pocos casos con la ópera. Así, los singspiele de Wolfgang Amadeus Mozart se consideran
óperas al igual que las zarzuelas de José de Nebra,
mientras que Die Dreigroschenoper: La ópera de los tres centavos de Kurt
Weill está, en realidad, mucho más próxima al teatro recitado que a la ópera.
Finalmente, hay otros géneros próximos a la ópera como lo son las ópera-ballet del
barroco francés y algunas obras neoclasicistas del siglo XX como, por ejemplo,
algunas obras de Igor Stravinsky. No obstante, en estas obras la
parte principal expresiva recae en la danza mientras que el canto es relegado a
un papel secundario. Al respecto de la diferencia entre la ópera y la zarzuela,
la opereta, el singspiel y
el musical inglés y estadounidense, la delimitación nace de una diferencia
formal.
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