jueves, 20 de marzo de 2014

ISLAS FAROE



Las Islas Feroe o ISLAS FAROE son un pequeño archipiélago en el Atlántico Norte, entre Escocia, Noruega e Islandia. Estas islas son un país autónomo del Reino de Dinamarca, pero no pertenecen a la Unión Europea. Tienen una superficie de 1.399 km² y poco menos de 50.000 habitantes, de los cuales cerca de 20.000 viven en la capital Tórshavn y su área conurbada.

El archipiélago feroés consiste en 18 islas de origen volcánico, de las cuales 17 están habitadas. Su territorio es eminentemente montañoso, con acantilados que sirven de hábitat a decenas de miles de aves marinas; está dominado por praderas y carece de bosques. El clima es frío, aunque moderado por la corriente del Golfo. Hay suficientes recursos hídricos, pero en general el suelo es pobre y los recursos naturales escasos. La economía depende fundamentalmente de la pesca y su industria derivada. No obstante, la sociedad feroesa cuenta con un estado de bienestar y un índice de desarrollo bastante elevado.

El archipiélago fue colonizado hacia el siglo X por emigrantes nórdicos, aunque se tienen indicios de asentamientos previos de población de origen celta. Formó parte de la corona noruega y desde el siglo XVI el territorio fue gobernado desde Copenhague.

Desde 1948, las Islas Feroe tienen un primer ministro y un parlamento propios y envían dos representantes al parlamento danés. Actualmente están autogobernadas en casi todos los aspectos, a excepción de defensa, relaciones exteriores, sistema legal y política cambiaria. Los feroeses tienen un gran sentido de identidad nacional, con una cultura nórdica propia, su lengua nacional e incluso su iglesia oficial. Sin embargo, las posturas sobre el estatus de su relación con Dinamarca se debaten entre la plena independencia y el mantenimiento de la autonomía dentro del Estado danés.

No se conoce a ciencia cierta la historia primigenia de las Islas Feroe, si bien se cree que hacia el siglo VI ermitaños escotos y monjes de una misión irlandesa-escocesa se asentaron en las islas, trayendo ovejas y cabras además del goidélico primitivo a las islas; sin embargo esto es una especulación. Se dice que San Brandán, un santo monje irlandés, quien se presume vivió hacia 484–578, habría visitado las Feroe en dos o tres ocasiones 512-530, designando a dos de las islas como Isla Oveja e Isla Paraíso de las aves.

Posteriormente los normandos se afincaron en las islas, trayendo el idioma nórdico antiguo, el cual evolucionó posteriormente al idioma feroés hablado en la actualidad. Se cree que los colonos no vinieron directamente desde Escandinavia, sino que eran colonos normandos de Shetland y las Orcadas, y nórdico-gaélicos de las zonas próximas al mar de Irlanda y las Islas Hébridas Exteriores de Escocia. El nombre en gaélico antiguo de las Islas Feroe es Na Scigirí, que significa el Skeggjar y probablemente hace referencia al Eyja-Skeggjar barbudos de las islas, un apelativo que se les daba a los habitantes de las islas.

Según la Saga Færeyinga, grupos que emigraron desde Noruega escapando de la tiranía de Harald I de Noruega se asentaron en las islas hacia fines del siglo IX, en cualquier caso la tradición señala que el primer colono se llamaba Grímur Kamban, siendo el primer asentamiento en el archipiélago el de Funningur en el noroeste de Eysturoy. A comienzos del siglo XI, Sigmundur Brestisson – cuyo clan había crecido en las islas del sur pero que casi había sido exterminado por invasores de las islas del norte – escapó hacia Noruega y fue enviado de regreso para tomar posesión de las islas en nombre de Olaf Tryggvason, rey de Noruega. Él introdujo el cristianismo y a pesar de que con posterioridad lo asesinaron, la supremacía noruega perduró. El control noruego de las islas continuó hasta 1380, cuando Noruega se unió a Dinamarca en la Unión de Kalmar, las Islas Feroe pasaron gradualmente a la corona danesa, bajo la cual permanecieron tras el tratado de Kiel en 1814 que supuso la separación noruega.

El monopolio del comercio en las Islas Feroe fue abolido en 1856, y desde entonces la zona se ha ido convirtiendo en una moderna nación pesquera con su propia flota de naves. El ímpetu nacionalista que comenzó a tomar fuerza a partir de 1888 fue inicialmente disparado por una disputa sobre el uso del idioma feroés y por lo tanto tuvo una orientación cultural, pero desde 1906 fueron ganando fuerza los temas de naturaleza política, resultando en la fundación de los partidos políticos de las Islas Feroe.

Durante la Segunda Guerra Mundial, conquistada Dinamarca por la Alemania nazi, las islas serían ocupadas por los británicos, lo que fomentó los sentimientos favorables al autogobierno perdido siglos atrás. Las demandas de autogobierno cristalizaron en la autonomía que recibieron en 1948. Las Islas Feroe no pertenecen a la Unión Europea, ya que declinaron seguir a Dinamarca tras su adhesión en 1973.

Una de las tradiciones más antiguas e importantes para los habitantes de las Islas Feroe es la caza de calderones.

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