jueves, 20 de marzo de 2014

SIBARITA



Se llama SIBARITA a una persona o grupo urbano, de gustos refinados. La etimología de este término deriva de la ciudad italiana de Síbari, que en la antigüedad era famosa por la exquisitez de sus habitantes.

Actualmente, las inclinaciones de los sibaritas son a productos de alta calidad: alimentación, tecnología de cara a la galería, coches, moda, etc.

Por lo general, son personas con alto nivel adquisitivo familiar. Algunos pueden tener hábitos y costumbres como ostentación de su poder adquisitivo endeudándose continuamente llamados coloquialmente «pijos» en España, «chetos» en Argentina, lo cual suele ser una generalidad. Suele ocurrir con coches y ropa, pero suelen ser gente con amplios conocimientos en marketing y desean la máxima lucidez por cuestiones estéticas.

Este término puede ser utilizado además del campo tecnológico en un área específica de conocimiento: SIBARITA del idioma, SIBARITA de la música...

Precisamente la destrucción de Síbaris tiene que ver con ese refinamiento: ellos presumían de que sus caballos de guerra bailaban al son de la música. Cuenta la leyenda que cuando entraron en guerra con Crotona, ésta contrató músicos que en plena batalla hicieron tocar sus instrumentos, por lo que los caballos de los sibaritas se pusieron a bailar y fueron fácil presa de sus enemigos, que destruyeron la ciudad. Desde entonces nunca volvió a existir como tal.

En la mayor parte de los casos, el sibaritismo es fácil de identificar por personas ajenas a la misma, debido de la tasa de empobrecimiento global. Las principales características de esta actividad se encuentran en la apreciación de detalles y en el cuidadoso método de la propia actividad; liderazgo y soberbia son uno de los principales rasgos de la persona sibarita. Algo importante para algunos que se llaman sibaritas es el placer que se obtiene en el consumo excesivo de bienes independientemente de su valor en el mercado, especialmente de la sensación que se obtiene al interactuar con objetos relacionados con la elegancia. Por ejemplo, de la "ceremonia" que puede llegar a significar una taza de té en un bello juego de porcelana. Algo que no necesariamente es costoso a día de hoy, pero que es un placer que proviene de un bien material. Es la apreciación interior que uno tenga la potestad de acceder a esos lujos mientras que otros no pueden, es lo que importa.

En algunos países de América Latina y en la Península Ibérica el término SIBARITA se aplica a personas que tienen como afición la degustación de licores, siendo en tal caso sinónimo de gourmet.


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