La MERMELADA es una conserva
de fruta cocida
en azúcar. Los griegos de la antigüedad ya cocían membrillos en miel, según se recoge en el libro de cocina del romano Apicio.
Aunque la proporción de fruta y azúcar
varía en función del tipo de mermelada, del punto de maduración de la fruta y
otros factores, el punto de partida habitual es que sea en proporción 1:1 en
peso.
Cuando la mezcla alcanza los
104 °C, el ácido y la pectina de la fruta reaccionan con el azúcar haciendo que
al enfriarse quede sólida la mezcla. Para que se forme la mermelada es
importante que la fruta contenga pectina.
Algunas frutas que tienen pectina son:
las manzanas,
los cítricos,
y numerosas frutas del
bosque, exceptuando las fresas y las zarzamoras, por ejemplo.
Para elaborar mermelada de estas frutas la industria añade pectina pura, pero
el método casero consistía en añadir otra fruta con abundante pectina al dos
por ciento manzanas o jugo de limón,
por ejemplo.
Para las mermeladas vendidas
envasadas, la legislación de la Unión Europea establece que deberán contener un
mínimo de 35% de fruta 25% para algunas frutas rojas y el membrillo.
Para la calidad "extra",
estos porcentajes se elevan respectivamente a 45% y 35%. Las mermeladas de
cítricos tienen que contener un mínimo de 20% de fruta del que un 75% deberá
proceder de la piel.
La palabra "mermelada"
proviene del Idioma portugués marmelada que significa "confitura de
membrillo" membrillo se dice marmelo en gallego y portugués, y ésta a su
vez del latín melimelum(un
tipo de manzana que tiene su origen en el griego melimelon meli=miel y Μήλον=meélon=manzana.
En 1238, el murciano Ibn Razin al-Tuyibien su libro de gastronomía Relieves
de las mesas, acerca de las delicias de la comida y los diferentes platos se refiere a la mermelada
como a unas obleas que se desmigaban en miel o sirope para elaborar
dulces. En 1480, la palabra
aparece por primera vez en documentos en inglés,
y se divulgó en el siglo XVII. Es
en ese siglo que se elaboran por primera vez en Escocia las famosas mermeladas
de naranjas de Sevilla. La palabra se extendió por
varios países europeos para designar conservas dulces sólo hechas con cítricos,
en otros se empleó como sinónimo de "confitura de fruta", y en
Portugal ha conservado su sentido original, dulce de membrillo.
Una leyenda da otro origen poco
probable a la palabra mermelada. Se cuenta que
encontrándose enferma María Estuardo, su séquito francés habría dicho Marie
est malade, María está
enferma mientras su médico le daba naranjas con miel para aliviarla. La frase
francesa se habría deformado en marmalade. No existen pruebas
documentales ni referencias que apoyen esta hipótesis.
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