El TRIÁNGULO
DE LAS BERMUDAS es un área
geográfica con forma de triángulo equilátero situado en el océano Atlántico entre las islas Bermudas, Puerto Rico y la ciudad estadounidense de Miami en el estado de Florida.
Al unir estos tres puntos con una
línea imaginaria se forma un triángulo de unos 1600 a 1800 km de lado, y
una superficie de 1,1 millones de km² aproximadamente.
El término fue creado en 1953, por
varios escritores que publicaron artículos en revistas acerca de la presunta
peligrosidad de la zona. Sin embargo, las estadísticas de la Guardia Costera de Estados Unidos no indican que en esa zona haya más
desapariciones de barcos y aviones que en otras zonas de igual trafíco.
La primera mención documentada acerca
del Triángulo de las Bermudas se hizo en 1951: E. V. W. Jones
—periodista de Associated
Press— escribió respecto a algunos barcos perdidos en la zona de las
Bahamas. Jones dijo que las desapariciones de barcos, aviones y pequeños botes
eran «misteriosas». Y le dio a esta zona el apodo de «Triángulo del Diablo».
Al año siguiente 1952 George X. Sand
afirmó en un artículo de Revista de Destino que en esa zona sucedían «extrañas
desapariciones marinas».
En 1964, el escritor sensacionalista
Vincent Gaddis 1913-1997 acuñó el término «Triángulo de las Bermudas» en un
artículo de la revista amarillista estadounidense Argosy.
Al año siguiente publicó el libro Invisible horizons: true mysteries of the
sea ‘Horizontes
invisibles: los verdaderos misterios del mar’, donde incluía un capítulo
llamado «El mortal triángulo de las Bermudas»
En 1974 —diez años después de la
invención del Triángulo—, el pretendido misterio se convirtió en un verdadero
mito gracias a Charles
Berlitz, 1914-2003,
escritor neoyorquino de ciencia
ficción, que publicó el superventas El
Triángulo de las Bermudas, donde copió bastante texto de Gaddis y
recopiló casos de desapariciones muy manipulados y mal presentados, mezclados
con falsedades y flagrantes invenciones.
El Triángulo de las Bermudas ha
recibido el crédito de muchas desapariciones que ocurrieron muy lejos de sus
límites «oficiales». A la fecha, unas 50 naves y 20 aviones se han
perdido en esa área particular del océano Atlántico. Aunque la mayoría de estas
desapariciones pueden explicarse, otras no pueden serlo, y el tema continúa
siendo un debate entre creyentes y escépticos.
Uno de los incidentes más conocidos y
probablemente el más famoso sobre el Triángulo de las Bermudas es acerca de la
pérdida de un escuadrón de cinco bombarderos TBM Avenger de la marina de Estados Unidos durante
un vuelo de entrenamiento que salió de Fort
Lauderdale, Florida
el 5 de diciembre de 1945.
De acuerdo con el escritor fantástico Charles
Berlitz (1914-2003),
el caso consistía en que varios aviadores navales simplemente desaparecieron
después de que informaran de varios efectos visuales extraños, una afirmación
que no es completamente acertada. Además, Berlitz afirmó que debido a que los
restos de los TBM Avenger flotarían por largos periodos de
tiempo, estos debieron ser encontrados al día siguiente considerando que esos
días se registraron con marea tranquila y cielo despejado.
Sin embargo, no solo no pudieron ser
encontrados, sino que un avión de búsqueda y rescate de la Marina que mandaron
también se perdió. Los Martin Mariner tenían muy mala fama entre los pilotos
de la época debido a que sus tanques de combustible se inflamaban muy
fácilmente; por lo que, un destello visto al poco de despegar la nave, pudo corresponderse
con su explosión.
Adicionalmente, la intriga se incrementó
al conocer que el informe del accidente de la Marina lo atribuyó a «causas o
razones desconocidas».
Mientras que algunos hechos de la
versión de Berlitz son esencialmente exactos, no describe algunos detalles
importantes. La visión de un experimentado escuadrón de aviadores de combate
perdiéndose en una tarde soleada es inexacta. Para cuando se recibió la última
transmisión de radio del Vuelo 19, había comenzado un tiempo tormentoso.
Tan solo el líder de vuelo, el
Teniente Charles Carroll Taylor, tenía experiencia de combate y un tiempo de
vuelo significativo, pero al mismo tiempo tenía muy poca experiencia en esa
área en particular, menor que la de los aprendices bajo su servicio, Taylor fue
descrito como un líder calmado y confiado.
En cambio, las transmisiones de radio
del Vuelo 19 revelaron a un Taylor desorientado, con una carencia de confianza
en sus decisiones, y completamente perdido.
Además, las afirmaciones exageradas
establecían que todos los aviones tuvieron problemas con sus brújulas. Sin
embargo, los informes navales y registros escritos de las conversaciones entre
el Teniente Taylor y otros pilotos del Vuelo 19 no indicaban esto. En cuanto al
informe de la Marina, se afirmó que el informe original atribuyó el accidente a
la confusión del comandante de vuelo.
El Teniente Taylor previamente había
abandonado su nave en dos ocasiones en medio del Pacífico después de haberse
perdido, para regresar al portaaviones. Sin embargo, el informe se alteró para
retratar otra situación debido a los deseos de su familia.
Otro factor a considerar es que las
naves TBM Avenger nunca fueron diseñadas para el acuatizaje, contrario a las
afirmaciones de Berlitz. La experiencia de combate en el Pacífico demostró que
un avión Avenger se hundía muy rápidamente si este amaraba.
Para un Avenger sería muy difícil
amarar, especialmente con pilotos novatos al mando, y al dejarlo en los mares
peligrosos del Triángulo de las Bermudas.
Sin embargo, el hecho de que hasta la
fecha no se ha descubierto rastros o algún resto de las naves ha llevado al
misterio, y, en sí mismo, es un caso raro. En un documental sobre este evento
de The History Channel, se hizo notar que un
piloto puede confundir fácilmente su ubicación si permite que su imaginación
controle su razón.
En este documental el escenario más
probable fue que el líder de vuelo, el teniente Charles Taylor se confundiera y
se desorientara. Siendo indeciso en última analogía de la situación del vuelo,
habría creído incorrectamente que estaban lejos del sureste de Florida Keys, y
girado bruscamente hacia la derecha, creyendo que encontrarían tierra.
En cambio, ellos se ubicaban
exactamente donde debían estar, fuera de las Bahamas, y al girar a la derecha
los llevó más adentro del océano hacia el Atlántico. Esto también podría
explicar por qué los aviones todavía no han sido encontrados, ya que muy pocas
búsquedas se han concentrado en las inmensas áreas abiertas del océano.
Por consiguiente, la explicación
generalmente más aceptada por entusiastas navales y civiles que han investigado
minuciosamente este incidente coincide en que el Teniente Charles Taylor se
confundió y se desorientó, llevando a su tripulación al mar abierto donde se
les acabó el combustible y aterrizaron en aguas tormentosas durante la noche. Y
aunque los pilotos estudiantes sabían que él estaba equivocado sobre su
ubicación; él era el líder de vuelo y estaba al mando.
Para cuando él tomó el consejo de uno
de sus aprendices pilotos sobre volar hacia el oeste, ya se encontraban muy
lejos como para aterrizar sobre tierra firme. La posición oficial de la Marina
estadounidense sobre el incidente no refleja ningún misterio relacionado con lo
que le pasó al Vuelo 19, describiendo el hecho de que la culpa residió
completamente en el Teniente Charles Taylor. El único misterio para la Marina
estadounidense es dónde se estrellaron los aviones del Vuelo 19.
Otra hipótesis en ese mismo documental
declara que los aviones realmente pudieron haber estado donde Taylor creyó que
ellos estaban, y que se estrellaron en los pantanos de Georgia. Sin embargo,
esa hipótesis se ha tomado con escepticismo.
En 1991, los restos de cinco Avengers
fueron descubiertos frente a las costas de la Florida, pero los números de
serie del motor revelaron que no eran del Vuelo 19. Los registros revelaron además que
estas aeronaves descubiertas, habían sido declaradas obsoletas —no aptas para
el mantenimiento/reparación— y fueron simplemente eliminadas en el mar.
Los registros también mostraron
accidentes de entrenamiento entre 1942 y 1945 que representaron la pérdida de
95 elementos de personal de la aviación de NAS Fort Lauderdale2 Los investigadores han ido ampliando
su ámbito para incluir más al este, en el Océano Atlántico, pero los restos del
Vuelo 19 todavía no han sido confirmados como encontrados.
Un hidroavión de rescate PBM Mariner
también desapareció sin dejar rastro durante la búsqueda del Vuelo 19, tal como
Berlitz declaró en su libro. Esto incrementó la especulación sobre fenómenos
sobrenaturales y el Triángulo de las Bermudas, y aunque Berlitz aludió en su
libro a la casualidad sobre el Triángulo de las Bermudas, se formula en cierto modo
que algunos puntos también son misteriosos y desconocidos, cuando de hecho no
lo fueron.
El SS Gaines Mill informó de una
explosión por encima del agua poco después de que despegó el PBM Mariner, en el
lugar donde debía de estar este. Se pudo divisar una mancha de aceite en ese
punto, pero el mal tiempo impidió que se recobrara cualquier resto, y para
cuando el tiempo tormentoso terminó, todos los rastros del accidente ya no
estaban ahí.
El escenario más probable fue que una
fuga de combustible causó la explosión que desintegró el avión.
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