ATALAYA o torre de vigilancia es
un tipo de fortificación utilizada en muchas partes del mundo.
Difiere de otros tipos de torre en que su uso primario es militar;
y entre las torres militares o defensivas se distingue en que por lo general es
una estructura aislada. Su objetivo principal es proporcionar un lugar alto y
seguro desde el cual poder realizar la vigilancia y hacer observaciones militares.
En algunos casos, torres de uso no
militar, como las religiosas, pueden ser utilizadas como atalayas.
También las eminencias naturales con
buena capacidad para atalayar registrar el campo o el mar para dar aviso de lo que se descubre, observar, espiar
son denominadas atalayas.
La importancia de las atalayas ha
disminuido en la guerra
moderna debido a la disponibilidad de formas alternativas de inteligencia militar, como el
reconocimiento por satélites espía y vehículos aéreos no tripulados.
Los recintos carcelarios, los campos
de concentración y otras instalaciones semejantes utilizan también torres de
vigilancia, que en este caso tienen como función tanto la vigilancia hacia el
interior como hacia el exterior.
En España existen un gran número de fortificaciones de este
tipo, especialmente en la costa torres de vigilancia costera y en las
zonas que fueron fronterizas entre la Corona de Castilla y
el Reino nazarí de Granada, particularmente en la frontera delimitada por el Pacto de Jaén, consistentes usualmente en torreones de tapial o mampuesto, llamadas torres-vigía o torres ópticas.
Solían
formar sistemas complejos de vigilancia, situándose a distancia suficiente como
para ser visualizadas unas desde otras.
Ejemplos de
estos sistemas defensivos, permanecen aún en pie, como es el caso de los
sistemas de Moclín o Huesca.
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