El VITILIGO es una enfermedad de la piel de carácter autoinmune, en la que los melanocitos las células
responsables de la pigmentación de la piel son destruidos por el
sistema inmunológico, dejándose así de producir melanina , y por tanto dando lugar a zonas de
la piel con pérdida de pigmento.
El vitíligo puede aparecer a cualquier
edad, si bien en la mayor parte de las personas con esta predisposición
genética, se da antes de los 20 años. Esta enfermedad se manifiesta por la
aparición de lesiones blancas que resultan de la ausencia del pigmento en la
piel. Estas lesiones resultantes del citado proceso, tienen un tamaño variable
y su evolución y localización en las distintas partes del cuerpo no es
previsible, si bien en el tipo de Vitíligo que más predomina, el vitíligo
simétrico, las lesiones tienden a aparecer a ambos lados del cuerpo en zonas
similares. La textura de la piel no cambia. El vitíligo no es contagioso, y sus consecuencias son fundamentalmente
de carácter estético, y por tanto psicosocial.
La prevalencia de esta afección está
entre el 0,5 y el 3 % de la población. No
hay diferencias por sexo o etnia. El
un 40% de los casos, el vitíligo es hereditario, si bien lo que se hereda es la
predisposición genética, no la propia enfermedad. Para que ésta se desarrolle
tiene que concurrir junto a la predisposición genética, un factor
desencadenante estrés, cambio hormonal, quemadura en la piel, herida.
El término latino vitiligo con acentuación grave fue
aparentemente acuñado por el enciclopedista romano Celsus en su libro de medicina escrito en el siglo I d. C.
La
aparición de Vitíligo se debe a la concurrencia de una predisposición genética heredada
o de novo y una reacción del
sistema inmunitario ante un factor desencadenante. Esta reacción es el proceso
mediante el cual, el sistema inmunitario del paciente produce anticuerpos que
destruyen los melanocitos, como consecuencia de una reacción desencadenada por
factores como los distintos tipos de estrés, cambios hormonales, quemaduras o
heridas, entre otros.
Se
caracteriza por la aparición de zonas de despigmentación en forma de máculas de
crecimiento progresivo, de bordes nítidos y color blanco. En casos con
componente inflamatorio aparece el borde inflamado, pruriginoso, enrojecido y
sobre elevado. Pueden aparecer también cambios en anejos cutáneos
Aunque
actualmente no hay una cura definitiva para esta enfermedad, sí existen
tratamientos con los que se puede alcanzar un alto porcentaje de éxito en la re
pigmentación de las zonas afectadas, fundamentalmente aquellos cuya base
terapéutica es una metodología de uso de la luz ultravioleta UVB, específica
para esta patología, en combinación con inmunosupresores. Asimismo, existen
técnicas quirúrgicas que normalmente se limitan a determinados casos, como es
el Vitíligo Segmentario: trasplante de melanocitos con el método Recell, micro injertos estimulados, y trasplantes de
epidermis.
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