sábado, 4 de julio de 2015

BELUGA



La BELUGA Delphinapterus leucas es una especie de cetáceo odontoceto que habita en la región ártica y subártica. Erróneamente suele llamársele «ballena blanca» ballena en sentido estricto no es aplicable a los cetáceos dentados, reservándose para los integrantes de la familia Balaenidae. Es la única especie del género Delphinapterus y junto al narval Monodon monoceros conforman la familia Monodontidae.

Está adaptada plenamente para la vida en el Ártico y para ello tiene una serie de características anatómicas y fisiológicas que la diferencian de los otros cetáceos. Se caracteriza por el color totalmente blanco de los adultos y por la carencia de una aleta dorsal. Posee una prominencia frontal distintiva que alberga el órgano llamado melón, que en esta especie es muy voluminoso y deformable. Su tamaño es intermedio entre las ballenas y delfines, con una longitud y peso máximo para los machos de 5,5 metros y 1600 kg y un cuerpo robusto con el porcentaje más alto de grasa entre los cetáceos. Su sentido del oído está muy desarrollado y posee ecolocación que le permite movilizarse y encontrar respiraderos bajo las placas de hielo.

Son animales gregarios que conforman grupos de unos diez individuos en promedio, pero durante el verano se reúnen cientos e incluso miles en los estuarios y aguas costeras poco profundas. Son nadadores lentos, pero adaptados para el buceo y pueden realizar inmersiones a más de 700 metros bajo la superficie. Su dieta es oportunista y varía según la ubicación y estación del año; se alimenta sobre todo de peces, crustáceos y otros invertebrados del fondo marino.

La mayor parte de las belugas habitan el Ártico, y los mares y costas adyacentes de América del Norte, Rusia y Groenlandia; la población mundial se estima en 150 000 individuos. Tienen comportamiento migratorio, pues la mayoría de los grupos pasan el invierno en las márgenes de las capas de hielo; pero llegado el verano, en el momento del deshielo, se desplazan a la desembocadura de los ríos y a zonas costeras más cálidas. Algunas poblaciones son sedentarias y no migran a grandes distancias en el trascurso del año.

Durante siglos, este cetáceo ha sido una de las fuentes de subsistencia para los nativos de América del Norte y Rusia. Fue objeto de caza comercial durante el siglo XIX y parte del siglo XX.

Desde 1973 se encuentra bajo protección internacional junto con los demás odontocetos. Actualmente sólo se encuentra autorizada la caza de sustento de algunas subpoblaciones por parte de los inuit. Otras amenazas son los depredadores naturales osos polares y orcas, la contaminación de los ríos y las enfermedades infecciosas. En 2008 la especie fue catalogada en la Lista Roja de la UICN como especie casi amenazada; sin embargo, la subpoblación residente en la ensenada de Cook, Alaska, está considerada en peligro crítico. Es uno de los cetáceos que se mantiene en cautiverio en acuarios y parques de vida silvestre en América del Norte, Europa y Asia y es popular para el público por su color blanco y expresividad.

La primera beluga fue descrita inicialmente por Peter Simon Pallas en 1776. Es un miembro de la familia Monodontidae, la cual forma parte de las ballenas dentadas suborden Odontoceti. Comparte semejanzas morfológicas y anatómicas con el delfín del río Irrawaddy Orcaella brevirostris, el cual fue clasificado dentro de la misma familia; sin embargo, a raíz de las pruebas comparativas de ADN con otros odontocetos se le ubicó dentro de la familia Delphinidae. La única especie aparte de la beluga clasificada dentro de la familia Monodontidae es el narval Monodon monoceros. El hallazgo de un cráneo con características intermedias es compatible con la hipótesis de que la hibridación es posible entre los dos integrantes de esta familia.

El nombre del género, Delphinapterus, significa «delfín sin aleta» del griego δελφίν delphin, delfín y απτερος (apterus), sin aleta) y el nombre de la especie leucas significa «blanco» (del griego λευκας (leucas), blanco). El nombre común, «beluga», viene del nombre en ruso белуга (beluga) o белуха (belukha), el cual deriva de la palabra белый (belyy), que significa «blanco». Es denominada en ocasiones «ballena beluga», con el fin de no confundirla con el esturión beluga. La Lista Roja de la UICN acepta los nombres beluga y ballena blanca «del inglés white whale» como sinónimos; pero en el sentido estricto el término «ballena» aplica solo a los integrantes de la familia Balaenidae.

Según estudios de ADN mitocondrial los cetáceos actuales tuvieron un ancestro común hace entre treinta y treinta y cuatro millones de años. La familia Monodontidae se separó relativamente temprano de los otros odontocetos; de la familia Delphinoidea lo hizo entre hace once y quince millones de años, y de la familia Phocoenidae, la más cercana en términos evolutivos, lo hizo posteriormente. El primer ancestro conocido de la beluga, perteneciente a la familia Monodontidae, es la especie Denebola brachycephala que vivió durante el periodo Mioceno Tardío hace nueve ó diez millones de años. 

El hallazgo de restos fósiles provenientes del Pleistoceno en el noreste de América del Norte y en la península de Baja California indica que los ancestros de la beluga vivieron en aguas más cálidas y que en épocas comparativamente recientes el territorio de la beluga fluctuaba de acuerdo con la duración de las glaciaciones edades de hielo y se replegaba hacia el Norte cuando el hielo se retiraba. Una evidencia que respalda esa teoría, es el hallazgo en 1849 de los huesos de una beluga en el estado de Vermont en los Estados Unidos, a 240 kilómetros del océano Atlántico. Los restos fueron preservados en los sedimentos del mar de Champlain, una extensión del océano dentro del continente, resultado del aumento en el nivel del mar al terminar las glaciaciones hace unos 12 000 años.

La especie presenta un dimorfismo sexual moderado; los machos son más largos que las hembras en un 25% y son más robustos. Los machos adultos miden entre 3,5 y 5,5 metros de longitud, mientras las hembras crecen entre los 3 y 4,1 metros. Los machos pesan entre 1100 y 1600 kg y las hembras tienen entre 700 y 1200 kg.

Ambos sexos alcanzan el tamaño máximo a los diez años de edad. El cuerpo de las belugas es robusto y fusiforme forma de cono con la punta hacia atrás, y con frecuencia tienen pliegues de grasa, especialmente a lo largo de la superficie ventral. Entre el 40 y 50% de su peso corporal es grasa; es un porcentaje alto en relación a las ballenas que no habitan en el Ártico, en las cuales la grasa representa solo el 30% de su peso. La grasa forma una capa que le cubre todo el cuerpo, a excepción de la cabeza; puede tener hasta quince centímetros de espesor y actúa como aislante en aguas con temperatura entre los 0 a 18 °C, además de ser una reserva importante durante periodos de ayuno.

Los ejemplares adultos son difíciles de confundir, debido a que son los únicos cetáceos totalmente blancos o de color gris blanquecino. Las crías al nacer normalmente son grises; al mes de vida el color se torna gris oscuro o gris azulado, y posteriormente empiezan a perder pigmento en forma progresiva hasta alcanzar el color blanco distintivo; las hembras lo hacen a los siete años de edad y los machos a los nueve. El tono blanco de la piel es una condición adaptativa a la vida en el Ártico y le permite camuflarse en las capas de hielo polares, sirviéndole de protección ante sus principales depredadores: el oso polar y la orca. 

A diferencia de los otros cetáceos, la piel de la beluga tiene un patrón de muda estacional. Durante el invierno se produce un engrosamiento de la epidermis y su piel puede tornarse amarillenta, principalmente en la espalda y aletas. Cuando migran durante el verano a los estuarios se frotan con la grava del fondo de los ríos para deshacerse de este revestimiento cutáneo.

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