El ESTAFIATE o Ambrosia
artemisiifolia es una especie de planta herbácea perteneciente a la
familia de las asteráceas. Es originaria de Norteamérica.
Es una hierba que alcanza un tamaño de 50 a 80 cm de altura, cuyas
ramas tienen pelillos. Las hojas están divididas con pequeños picos y están
aterciopelados. Las flores son verde-amarillentas, forman agrupaciones en las
partes terminales de las plantas, en forma de largas espigas.
Originaria
de América boreal. Maleza común de Norteamérica y Sudamérica. Habita en climas
cálido semiseco y seco entre los 200 y los 2000 metros. Cultivada en huertos familiares, está asociada a vegetación
perturbada derivada de bosque tropical su perennifolio, matorral xerófilo y pastizal.
Utilizada principalmente en el Estado de México y Guanajuato,
contra el mal cultural denominado aire que se caracteriza por dolor de cabeza,
mareos y sensación de vómito. Para su cura se recomienda aplicar la tintura
alcohólica extracción alcohólica de hojas y flores, o bien hacer sahumerios,
quemando las hojas de esta planta cuando se trate de un mal aire. En Oaxaca se
ocupan las hojas molidas para realizar limpias.
Es también empleada en trastornos
digestivos, ocupando las hojas molidas, por vía local para la bilis, o el
cocimiento de las hojas o de toda la planta, por vía oral, como anti
gastrálgico, para remediar la falta de apetito y contra parásitos intestinales
o lombrices Ascaris lumbricoides.
Por otro lado, las hojas frotadas
se usan contra el dolor de cuerpo; para aliviar granos de la cara originados
por intoxicación, calor o polvo, se aplica una masa elaborada con ésta y otras
plantas; en mezquinos, se untan las hojas machacadas con alcohol; cuando hay
dolor de pecho pulmón si esta parte se siente caliente por exceso de trabajo o
por un golpe, se aplican las hojas machacadas con alcohol; y para curar el
dolor de cabeza, se unta ésta con la tintura alcohólica de las hojas.
Se recurre al uso de las hojas o
ramas, para tratar los trastornos menstruales, la inflamación de los pies y los
mareos.
Historia
A mediados del siglo XVIII, Ricardo Ossado en el
conocido Libro del Judío, se refiere a la planta
de la siguiente forma: ”da esfuerzo, ánimo y osadía, quita el cansancio del
camino, es muy eficaz para corregir el periodo a las señoras, tomándola dos
veces al día en sancocho, tomada en intervalos cura las calenturas”. A finales
del mismo siglo, Vicente Cervantes menciona: ”tiene las
propiedades de la Arthemisa oficinal, por lo cual se
usa en las boticas”.
Posteriormente, casi a finales
del siglo XIX, Eleuterio González señala: ”se ha usado
como febrífuga, estomática, anti gotosa, antihelmíntica y emenagoga”.
En el siglo XX, Maximino Martínez la señala como
antiparasitario, antipirético y eupéptico. Finalmente, la Sociedad Farmacéutica de México la
consigna como antiparasitario, antipirético, emenagogo y estimulante.
Química
Las hojas y el tallo de A. artemisiifolia contienen un aceite
esencial en el que se han identificado los mono terpenos alcohol y acetona de artemisia. borneol, acetato de bornilo, alcanfor,
1-8-cineol, para-cimeno, geraniol, limoneno, alfa y beta-pineno, piperitona, sabineno, terpinenol y gamma-terpineno; los
sesquiterpenos delta-cadineno, cariofileno,
copaeno, cumanín, delta y gamma-elemeno,
beta-farneseno, beta-himachaleno, alfa-humuleno y peruvín; y el liganano
imetil-éter-cavicol. Además en la planta completa se han identificado los
sesquiterpenos ácidos 4-oxo-ambrosanoliedeoico, dihidropartenólide, hidroxi y
acetoxi-oxo-pseudo-guanolide, psilostachin C, cumanín y su diacetato; los
flavonoides 6-metoxi-camferol, metoxi y dimetoxi-quercetagín; además de los
componentes coronopilín y psilostachín B. En esta planta se ha detectado la
presencia de esteroles, triterpenos y cardenólidos.
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