El ALBERTOSAURUS en griego,
"lagarto de Alberta"
es un género de dinosaurio terópodo tiranosáurido que vivió en el oeste de Norteamérica a finales del período Cretácico,
hace más de 70 millones de años. La especie tipo A.
sarcophagus estaba
restringida en el rango de lo que hoy es la provincia canadiense
de Alberta,
a la cual hace referencia el nombre del género. Existe cierto desacuerdo en la
comunidad científica en cuanto al número de especies representadas en el género, que según
el caso serían una o dos.
Al ser un tiranosáurido, los
albertosaurios fueron depredadores
bípedos con una gran cabeza, mandíbulas provistas de docenas de grandes dientes y pequeñas "manos" de dos dedos. Pudo haber sido el
mayor depredador en la cadena alimenticia de su ecosistema local. Aunque sea relativamente grande
para un terópodo, Albertosaurus era mucho más pequeño que su famoso
pariente Tyrannosaurus, probablemente pesando
tanto como un rinoceronte
negro moderno.
Han sido descubiertos fósiles de más de 20 individuos, permitiendo a
los científicos un conocimiento más detallado de la anatomía de Albertosaurus que la que se tiene de otros
tiranosáuridos. El hallazgo de diez individuos juntos en un sitio, señala
evidencia de comportamiento en grupos y permite estudios de su biología del desarrollo, imposibles con
animales menos conocidos.
Albertosaurus era de menor tamaño que los gigantescos tiranosáuridos más
conocidos como Tarbosaurus y Tyrannosaurus. Los
adultos alcanzaban aproximadamente 9 metros de largo, mientras que algunos individuos, los
de mayor edad, habrían alcanzado los 10 metros. Varias estimaciones independientes
sobre su masa, obtenidas mediante diferentes métodos, sugieren que un Albertosaurus adulto habría pesado entre 1,3 y 1,7 toneladas.
Todos los
tiranosáuridos, incluyendo a Albertosaurus, compartían una apariencia corporal similar típica para un
terópodo. Albertosaurus era
bípedo y balanceaba su pesada cabeza y tronco con
una larga cola. Sin embargo, los miembros delanteros de los tiranosáuridos eran extremadamente pequeños
para su tamaño y tenían solamente dos dedos. Los miembros traseros eran largos y terminaban en un pie de cuatro dedos. El primero de estos dedos era muy pequeño y se ubicaba en
la parte posterior y sólo los otros tres se apoyaban en el suelo, con el dedo
medio más largo que los demás. Albertosaurus puede
haber podido alcanzar velocidades de 11 a 13 metros por segundo 40 a 48 km/h.
El enorme cráneo de Albertosaurus, sostenido por un cuello corto con forma de S, medía aproximadamente un
metro de largo en los adultos más grandes. Poseía
unas amplias aberturas denominadas fenestras temporales, que reducían el peso
de la cabeza, y proporcionaban áreas para la inserción de músculos y órganos
sensoriales. Por encima de los ojos tenía pequeñas crestas óseas que
pueden haber tenido un color brillante en vida y ser utilizadas en el cortejo
para atraer a su pareja.
Sus largas mandíbulas contenían más de sesenta dientes ligeramente curvados, muchos en
comparación a los tiranosáuridos más grandes que poseían menos dientes. A
diferencia de la mayoría de terópodos, los tiranosáuridos tenían dentición heterodonta,
es decir los dientes presentan diferentes formas dependiendo de su posición en
la boca. Los dientes pre maxilares,
en el extremo del maxilar
superior eran mucho
más pequeños que el resto, compactos y con sección en forma de D.
Al igual que en Tyrannosaurus,
los dientes del maxilar de Albertosaurus estaban adaptados en forma general
para resistir las fuerzas laterales ejercidas por la lucha con una presa. La fuerza de la mordedura de Albertosaurus era menos formidable, sin embargo; la
fuerza máxima ejercida por los dientes posteriores llegaba a 3413 newton.
William Abler observó en 2001 que las estrías de los dientes de Albertosaurus son tan finas que pueden ser
funcionalmente una grieta en el diente. Sin embargo, en la base de esta grieta
hay un vacío redondo llamado ampolla que funcionaba para distribuir las fuerzas
sobre una mayor área de superficie, lo que dificultaba la capacidad de
la "grieta" formada por el dentado de propagarse a través del diente.
En un examen de otros depredadores antiguos, como un fitosaurio y en Dimetrodon se ha encontrado de manera similar
fracturas como estrías, pero no adaptaciones para la prevención de la
propagación de grietas. Los dientes de los tiranosáuridos fueron usados como
discos de fijación para tirar de la carne de un cuerpo, en vez de funcionar
como cuchillos que efectúan un corte. Los patrones de desgaste de los dientes
insinúan que el comportamiento de sacudir la cabeza pueden haber estado
involucrado en la alimentación de los tiranosáuridos. Cuando un tiranosáurido
retiraba una pieza de carne, la fuerza tendía a empujar la punta del diente
hacia la parte delantera de la boca y el anclaje de la raíz experimentaba
tensión en el lado posterior y compresión de la parte delantera. Esto
normalmente ocasionaría en el diente la formación de grietas en la zona
posterior lateral del diente, pero las ampollas en la base de las estrías
tienden a dispersar las fuerzas formadoras de grietas.
Esta forma se parece a las técnicas
usadas por los luthier de guitarra de "alternar regiones de
flexibilidad y rigidez a un palo de madera". El uso de una broca para
crear una "ampolla" y prevenir la propagación de grietas a través de
un material también se utiliza para proteger superficies de aviones.
Abler demostró que una barra de plexiglás con entalladuras y agujeros
perforados fue un 25% más fuerte que una con sólo incisiones colocadas
regularmente
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