En la leyenda del rey Arturo,
la MESA REDONDA o Tabla
Redonda era una mesa mística
de Camelot alrededor de la cual el rey y sus caballeros se sentaban para discutir asuntos
cruciales para la seguridad del reino. En algunas versiones, el mago Merlín también tenía un asiento.
La Mesa Redonda apareció por primera
vez en el Roman de Brut de Robert Wace,
si bien la idea de Arturo rodeándose con los mejores guerreros del mundo data
de la Historia Regum Britanniæ de Godofredo de Monmouth y en los textos medievales galeses como Culhwch y Olwen y Trioedd Ynys Prydein.
La historia más popular sobre el origen de la mesa aparece por primera vez en
el Merlin de Robert de
Boron, que fue adoptada por romances en prosa posteriores. En ella,
la mesa fue creada por Merlín como imitación de la mesa del Grial de José de Arimatea, a su vez una imitación de la
mesa de la Última Cena.
En obras como el ciclo de Lanzarote en
prosa, el ciclo post vulgata y La muerte de Arturo de Thomas Malory,
la Mesa Redonda fue creada por el rey de Inglaterra, Uther
Pendragon, que fue a parar a manos de su vasallo Leodegrance tras su muerte. Cuando Arturo sube al
trono, recibe la mesa como un regalo cuando se casa con la hija de Leodegrance, Ginebra.
No hay ningún lugar privilegiado en
una mesa redonda, por lo que ninguna persona sobresale del resto. Así, los
caballeros que se reunían a su alrededor eran todos iguales y no había ningún
«líder» como los de tantas otras mesas medievales. Hay indicios de otras
disposiciones de asientos en círculo para evitar conflictos entre los antiguos
grupos celtas. Sin embargo, podía inferirse la importancia de cada sitio en
función del número de asientos que lo separaba del rey. Quizá en cada reunión
el rey Arturo dejaba que sus caballeros se sentaran aleatoriamente sin saber
dónde se sentaría él cada vez. El asiento
peligroso estaba
reservado a caballeros de corazón puro.
Hay muchas estimaciones diferentes del
número total de caballeros de la Mesa Redonda. Si hubieran sido 25 caballeros,
entonces el diámetro de la mesa tendría que haber sido de unos 8 m, que es una
separación bastante grande para poder mantener una conversación educada. Si
hubieran sido 100 caballeros, el diámetro habría subido a unos 30 m. Algunos
estudiosos de este antiguo tema dicen que la mesa estaba construida en
segmentos y tenía un centro hueco. De esta forma se habría ahorrado mucho
material en su fabricación y se habría facilitado el servir comida a los
caballeros. Dado que no se conserva ningún retrato de la Mesa Redonda de la
época en la que se dice que Arturo reinó, todo el asunto es pura especulación.
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