miércoles, 4 de junio de 2014

ANUNNAKI



Los ANUNNAKI son un grupo de deidades sumerias y acadias que están relacionadas con los Anunna y con los Igigi, los dioses menores.

Según un mito babilónico, los Anunnaki fueron los hijos de Anu, el cielo. Anu, a su vez, era hijo de los hermanos Anshar y Kishar, dioses del cielo y la tierra respectivamente. Por tanto, Anu era nieto de los dioses fangosos Lahm y Lahmu, guardianes del templo en Eridu, en el cual tuvo lugar la Creación. Lo que convierte a los Anunnaki en los bisnietos de los guardianes del templo de la Creación.

Enlil, señor del aire e hijo de Anu, sustituyó a su padre al frente del consejo de los Anunnaki y esta decisión provocó una disputa entre él y su hermanastro Enki, el señor de la tierra, dios del agua dulce, de la sabiduría y de la magia, considerado por muchos como un alquimista.

Los Igigi, los dioses menores, rehusaron continuar trabajando para mantener la armonía del Universo y Enki, en el Shabbat o Shappatu, creó a la humanidad para que ésta asumiera la responsabilidad de realizar las tareas que los dioses menores habían abandonado. Los Anunnaki, el alto consejo de los dioses y de Anu, fueron distribuidos por el planeta Tierra y el mundo subterráneo. Algunos de ellos fueron el propio Enki, Asaru, Asarualim, Asarualimnunna, Asaruludu, Namru, Namtillaku o Tutu.

La reinvención del término los Anunnakis surgió en 1964, tras la publicación del libro Mesopotamia antigua: retrato de una civilización muerta, del asiriólogo Adolph Leo Oppenheim, quién popularizó este concepto que fue tomado por distintos blogs y personajes del mundo esotérico y de pseudo ciencias de Internet. Por otra parte, el escritor y conferenciante británico David Icke sostiene que los anunnaki continúan controlándonos a través de los gobiernos y las grandes fortunas.

Según esta creencia, los Anunnaki fueron extraterrestres que llegaron al planeta Tierra hace 445.000 años con un propósito claro: obtener oro. Al parecer, necesitaban este mineral para restaurar su atmósfera y protegerse de los rayos ultravioleta. Con el paso del tiempo, los Igigi se amotinaron y decidieron no seguir extrayendo oro, por lo que Enki decidió crear una nueva especie para que ésta extrajera dicho mineral. Decidió extraer un óvulo de una hembra neandertal, lo fecundó con esperma anunnaki y lo volvió a introducir en la neandertal. De esta unión nacieron unos seres con poco raciocinio y muy primitivos. En otras palabras: no eran útiles para el propósito por el que habían sido creados. Decidieron entonces repetir el proceso, pero, en vez de reintroducir el óvulo en la hembra neandertal, lo introdujeron en una hembra anunnaki. Y funcionó. De esa unión surgió la especie humana y durante miles de años fueron esclavos de los anunnaki, los cuales acabaron por enseñarles conocimientos para la supervivencia y el desarrollo.

Varios ufólogos postulan que los antiguos mitos sumerios narran esta experiencia real acerca de la intervención extraterrestre. Entre otros, para Zecharia Sitchin la intervención anunnaki explicaría el porqué no se ha encontrado al conocido eslabón perdido en la cadena evolutiva humana.

Relata la tirante relación entre los medio hermanos y herederos ENKI y ENLIL, asi como la epopeya de Ziusudra similar al Noé bíblico que, con la ayuda de ENKI habría salvado a la humanidad y a muchas especies de su extinción en el Diluvio Universal. Curiosamente todas las historias compendiadas en el Viejo Testamento, Sitchin las hace aparecer en las tablas sumerias.

El libro se aferra a la obsoleta idea de la civilización original que generó las restantes culturas de la Tierra. Cuenta como, espontáneamente, de la noche a la mañana surgió una civilización avanzada en SUMER.

Según la saga de Sitchin, la tecnología y poder de los Anunnaki aún no ha sido superada por nosotros, plantea que podían efectuar viajes espaciales y manejar la ingeniería genética hace 450.000 años, sino que habrían dejado sus rastros en toda la Tierra dando como ejemplo pirámides las egipcias, mayas, aztecas y chinas, Stonehenge, el "espacio puerto de Baalbeck", las líneas de Nazca y hasta Machu Pichu, con tecnología que aún desconocemos. Sus libros, entonces buscan dar respuesta a lo que según sus seguidores serían los llamados "misterios" de la humanidad.
Uno de los textos de Sitchin es " El libro perdido de ENKI", en el cuál el heredero de Anu y que salvara al menos tres veces al ser humano de su extinción, cuenta sus experiencias en la Tierra por casi 400.000 años dictándoselas por 40 días a un escriba humano de tablillas sumerias en su propia nave, antes de partir.

El autor fue muy atacado y hasta ridiculizado, porque mezcla conocimientos científicos aislados, mitologías diversas y la biblia para crear una historia literaria, abiertamente declarándola como real. Las traducciones de simples mitologías son demasiado fantásticas. No existe evidencia paleontológica de una aceleración de la evolución humana, tal como lo plantea. A pesar de que plantea que los Anunnaki eran seres biológicos y en consecuencia no eran inmortales. Muchos habrían muerto en la Tierra; sin embargo, no existe el menor esqueleto estudiable de éstos a pesar de una broma difundida en blogs.

Sitchin murió sin alcanzar a comprobar sus teorías.

La ciencia, tanto la arqueología, como la Historia, no tiene evidencias alguna que confirmen estas teorías, criticándose las licencias que Sitchin y otros se han tomado para sus traducciones y elucubrar sus teorías. De hecho, históricamente está documentado el lento origen de Mesopotamia y claramente ahora se sabe que no es, ni existe, la cuna de la civilización como se pretendía cuando el libro fue escrito.

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