Se llama SIBARITA a una persona o grupo urbano, de gustos refinados. La
etimología de este término deriva de la ciudad italiana de Síbari, que en la
antigüedad era famosa por la exquisitez de sus habitantes.
Actualmente, las inclinaciones de los
sibaritas son a productos de alta calidad: alimentación, tecnología de cara a
la galería, coches, moda, etc.
Por lo general, son personas con alto
nivel adquisitivo familiar. Algunos pueden tener hábitos y costumbres como
ostentación de su poder adquisitivo endeudándose continuamente llamados
coloquialmente «pijos» en España, «chetos» en Argentina, lo cual suele ser una
generalidad. Suele ocurrir con coches y ropa, pero suelen ser gente con amplios
conocimientos en marketing y desean la máxima lucidez por cuestiones estéticas.
Este término puede ser utilizado
además del campo tecnológico en un área específica de conocimiento: SIBARITA del idioma, SIBARITA de la música...
Precisamente
la destrucción de Síbaris tiene que ver con ese refinamiento: ellos presumían
de que sus caballos de guerra bailaban al son de la música. Cuenta la leyenda
que cuando entraron en guerra con Crotona, ésta contrató músicos que en plena batalla hicieron tocar
sus instrumentos, por lo que los caballos de los sibaritas se pusieron a bailar
y fueron fácil presa de sus enemigos, que destruyeron la ciudad. Desde entonces
nunca volvió a existir como tal.
En la mayor parte de los casos, el
sibaritismo es fácil de identificar por personas ajenas a la misma, debido de
la tasa de empobrecimiento global. Las principales características de esta
actividad se encuentran en la apreciación de detalles y en el cuidadoso método
de la propia actividad; liderazgo y soberbia son uno de los principales rasgos
de la persona sibarita. Algo importante para algunos que se llaman sibaritas es
el placer que se obtiene en el consumo excesivo de bienes independientemente de
su valor en el mercado, especialmente de la sensación que se obtiene al
interactuar con objetos relacionados con la elegancia. Por ejemplo, de la
"ceremonia" que puede llegar a significar una taza de té en un bello juego de porcelana. Algo que no
necesariamente es costoso a día de hoy, pero que es un placer que proviene de
un bien material. Es la apreciación interior que uno tenga la potestad de
acceder a esos lujos mientras que otros no pueden, es lo que importa.
En algunos países de América
Latina y en la Península Ibérica el término SIBARITA se
aplica a personas que tienen como afición la degustación de licores, siendo en
tal caso sinónimo de gourmet.
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