El nombre BEDUINO proviene
del idioma árabe,
que significa morador del desierto en lengua vulgar: allí donde no existe
población fija, es decir, el desierto.
Se da el nombre de BEDUINOS a los árabes nómadas que habitan en los desiertos
de Arabia
Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel. Son originarios de
la península arábiga. En el siglo VII,
con las conquistas árabes, se expandieron por el norte de África Egipto, Argelia, Libia, Malí, Túnez. Los beduinos
actuales están organizados en tribus que hablan el badawi, y se consideran descendientes del
pueblo árabe.
Los BEDUINOS de la península arábiga, en tiempos de Mahoma constituían un grupo social de unos
tres mil miembros; dicho grupo estaba a su vez dividido en familias pero unido
por vínculos de sangre, que se transmitía por vía paterna. La relación entre
las distintas tribus fue siempre difícil e inestable. Las características de
estas tribus de BEDUINOS eran,
además de los vínculos de sangre, el sentido de la hospitalidad, tener siempre
presente el honor y el valor guerrero, y el aprecio a la poesía y a la elocuencia,
facultades éstas que sirvieron para preservar la "Memoria colectiva"
del pueblo árabe.
Estas tribus nómadas veneraban piedras,
árboles, astros, demonios y ciertos dioses o ídolos que eran venerados en La Meca. No eran
monoteístas. Eran muy religiosos. Aceptaron enseguida las enseñanzas de Mahoma y se hicieron musulmanes con más intensidad y fervor que el
resto de los árabes.
Muy importante y definitivo en las
conquistas que promovió el islam, fue el aporte
humano de los beduinos. Su fuerza, agresividad, y tácticas de combate fueron,
en gran medida, eficaces para el triunfo del islam sobre los grandes imperios
sedentarios vecinos. Los BEDUINOS
llevaron de generación en generación el recuerdo de sus orígenes, recuerdo que
mitificaron como una idílica época primitiva.
Existen dos clases bien diferenciadas
entre los beduinos: los "Verdaderos BEDUINOS"
son pastores nómadas y son famosos por sus caravanas cruzando los desiertos. Se
dedican al comercio. Los fellahin son agricultores y se han hecho
sedentarios; viven al borde del desierto. Ha aparecido una tercera clase de BEDUINOS, semi-nómadas, que emigran con
sus animales y que además se ocupan de una agricultura estable.
Su hogar son las tiendas bajas, de
forma rectangular, hechas con pelo de camello o de cabra. Se enrollan por los
lados para que pueda circular el aire, y cuando llueve o hay tormentas de
arena, se cierran herméticamente. Una parte de la tienda es para los hombres y
los invitados, la otra es para las mujeres y niños.
Los BEDUINOS usan ropa ligera para soportar el calor. Llevan túnicas
que cubren el cuerpo entero, salvo la cara, manos y pies. El vestido de los
hombres se llama thawb y es de algodón blanco. A veces llevan
encima mantos de seda o chaquetas de algodón que se llaman kibrs,
sujetos con cinturones de cuero.
Se organizan por grupos de parentesco.
La unidad más pequeña es la familia, después sigue el clan y por último, la
tribu.
Los niños pequeños se quedan al
cuidado de sus madres hasta que cumplen los siete años, en que ya acompañan al
padre en su tarea. Las mujeres preparan las comidas, cosen, tejen, cargan las
tiendas, recogen leña y se ocupan de los niños y de los ancianos. También se
dice que son trashumantes, otra de sus características, como
se ve al inicio del neolítico
Los BEDUINOS, para soportar el calor
extremo del desierto, utilizan ropa
ligera, túnicas que permiten la circulación del aire y libertad de movimiento,
proporcionando protección contra el sol y la arena. Sus vestidos se diseñan
para cubrir el cuerpo entero salvo la cara, manos y pies.
El vestido principal para los hombres
es el thawb de algodón
blanco o la túnica gris. Encima de la túnica, los hombres llevan mantos de seda
larga o chaquetas de algodón llamadas kirbs. Las chaquetas están abiertas
por delante y llevan broches de cuero.
Con el calor que hace en el desierto,
por un lado se protegen del sol y la arena, pero por otra tienen todavía más
calor. Pues, resulta que al llevar ropa, en vez de ir casi desnudos, lo que
pasa es que la ropa actúa de aislante. Esto quiere decir que como hay un tejido
que se interpone entre el calor y el cuerpo, este tarda más en calentarse. La
ropa en un lugar como el desierto, debe facilitar la evaporación del sudor de la piel, pero rendir con un máximo
de aislamiento. Es por ello que las túnicas son ligeras y holgadas.
Por otra parte, la ropa blanca, como
las túnicas de los BEDUINOS, refleja
más radiación, y si va mejor, en lugares con temperaturas tan elevadas, todos
los pueblos que viven en el desierto deberían llevar ropa de color blanco.
Pues, resulta que los tuaregs, otro pueblo que
vive en el desierto, van vestidos de color azul, incluso se les conoce como los
hombres azules. Parece, por tanto, que el color no es tan importante.
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