CIMARRÓN es cualquier animal doméstico que
escapa de sus amos y se asilvestra. En algunas zonas se llama también cimarrones a los animales salvajes con parientes
domésticos. En México, por ejemplo, se
suele llamar "Borrego cimarrón" al muflón de las Rocosas.
Los animales cimarrones pueden haber
llegado de forma involuntaria o haber sido introducidos de forma deliberada por
los humanos. Con el tiempo, unos pocos de estos animales pueden generar
poblaciones enteras y con frecuencia son un problema para la fauna salvaje de
la zona. Sin embargo, en ocasiones los animales cimarrones pueden servir para
contrarrestar determinadas especies "problemáticas" como, por
ejemplo, roedores, insectos dañinos, o plantas agresivas. Asimismo, retornar
especies perdidas a sus respectivos medio-ambientes puede tener efectos
beneficiosos en los mismos al recobrar cierto balance en sus ecosistemas.
Los caballos asilvestrados durante la conquista española de América forman las manadas de mustangs que hoy se pueden ver en las praderas de Estados
Unidos y las de caballos salvajes o baguales de algunos lugares de Argentina y Chile durante
el Pleistoceno había
caballos en América que luego se extinguieron. Los mustangs son incluso una
especie protegida en EEUU.
Durante los
siglos XVII y XVIII especialmente aunque se conocen casos más antiguos en el Mediterráneo las cabras se soltaban deliberadamente en las islas frecuentadas
por los marineros con el fin de servir de despensa viviente cuando los barcos
volvieran a recalar allí. Debido a ello, estos animales se encuentran en
multitud de islas por todo el globo. En la actualidad, el gobierno de Ecuador ha puesto en marcha un plan para eliminarlas de las Islas Galápagos, donde compiten con las famosas tortugas gigantes del archipiélago por el alimento. Algo
parecido sucede en la Isla Juan Fernández que
es parque nacional en Chile, donde la cabra de Juan
Fernández se
ha asilvestrado desde que fue introducida por el descubridor de la isla Juan Fernández Sotomayor en el siglo XVI, causando considerable impacto en el frágil
ecosistema insular.
Los conejos son una plaga especialmente dañina en Australia, donde
se han reproducido hasta llegar a ser cientos de miles, y siguen aumentando.
Por increíble que parezca, estos conejos cimarrones descienden de unas pocas
parejas que alguien soltó a finales del siglo XIX en
las costas del sureste de la isla. Las autoridades australianas ya no saben qué
hacer con ellos para evitar la competencia que le hacen a los marsupiales como
los bandicuts y ualabíes, algunas de cuyas especies ya están cercanas a la extinción.
La introducción del zorro rojo se
convirtió en un nuevo problema porque este animal se ha inclinado por cazar los
marsupiales, más lentos, en lugar de los conejos, y el desarrollo artificial de
la mixomatosis se
ha convertido en una catástrofe para las poblaciones de conejos de otros
lugares donde no son una plaga, especialmente en Europa, lo que ha afectado a
la cadena trófica. En Australia se ha llegado a sugerir la importación del diablo de Tasmania, hoy
extinto fuera de su isla, para combatirlos. De momento continúan las batidas.
Los conejos europeos también se han asilvestrado en Chile, el estado estadounidense de Washington, Nueva Zelanda y
algunas otras islas pequeñas donde sí han podido ser eliminados.
En Europa,
los gatos cimarrones
están aumentando en los últimos años debido a los abandonos en periodo
vacacional. Como consecuencia, muchos de estos gatos asilvestrados compiten o
se cruzan con el gato salvaje europeo,
reduciendo su pureza genética. En islas oceánicas y Australia se cuentan como la principal plaga alóctona después de ratas y ratones, siendo sus principales víctimas las aves marinas
en periodo de anidación. En Nueva Zelanda, Ascensión y
las Islas Galápagos los
gatos cimarrones han sido cazados con el fin de erradicarlos y proteger a las
aves locales, muchas de ellas en vías de extinción debido a estos animales.
Los perros son los animales que
primero se domesticaron, y por ello no es de extrañar que se encuentren como
cimarrones casi en cualquier lugar donde haya humanos. En Europa y América del Norte son con toda seguridad el principal
asaltante de las granjas y gallineros no temen a los humanos, de hecho, aunque
los campesinos suelan culpar más frecuentemente a zorros y lobos. En estos lugares, además, pueden
cruzarse con lobos y coyotes en Estados
Unidos, generando híbridos fértiles aún más peligrosos que suelen
desplazar además a sus ancestros salvajes. Su
impacto es aún mayor en islas como Nueva Zelanda,
donde se han dado casos donde un solo perro grande pastor alemán, doberman, etc. ha
exterminado gran parte de poblaciones enteras de kiwis.
Tras millones de años de evolución en una isla sin depredadores, los
animales se vuelven indefensos, llamativos y tan fáciles de matar que los
perros los cazan por cientos, sin llegar a comérselos la mayoría de las veces.
Se ha sugerido que el dingo australiano pudiera haber tenido su
origen a partir de primitivos perros cimarrones.
A partir de los cánidos traídos a
América por los primeros colonizadores europeos se han generado variantes
particularmente resistentes a medioambientes hostiles, tal es el caso del gozque o sato, una variante canina surgida de
múltiples cruces interraciales de cánidos que se puede ubicar en toda la
extensión continental de centro y Suramérica; y que no son exclusivos de ningún
país.
A comienzos
del siglo XVII; se soltaron gran cantidad de reses en ambas
orillas del Río de la Plata por
orden del virrey del Perú, Hernando Arias de
Saavedra, conocido como Hernandarias; con la intención plena de que se reprodujesen libremente.
Partió de Buenos Aires en 1604 en
busca de la mítica Ciudad de los Césares con
600 cabezas de ganado vacuno y la misma cantidad de ganado equino, parte del
cual decidiría ir abandonando previendo que la zona era apta para su
proliferación.5 En 1618, ostentando el recientemente creado título de Gobernador del Río
de la Plata, encabezó una expedición a la Patagonia que culminó con su aprensión y fortuito escape de
manos de los Tehuelches, dejando nuevamente ganado vacuno; esta vez en
las orillas del Río Negro.6 Este
ganado fue desapareciendo paulatinamente a medida que se multiplicaban las
estancias y se alambraban los campos. Se le atribuye el mismo origen al ganado
cimarrón equino pampeano.
Como
extensión, el término fue usado en América colonial para
describir a los esclavos que escapaban de su cautiverio. En Cuba, Jamaica, Panamá y algunos países sudamericanos Colombia, Venezuela, etc. el término cimarrón está asociado con los esclavos negros fugitivos que llevaban una vida de libertad en
rincones apartados de los centros urbanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario