viernes, 28 de marzo de 2014

CIMARRÓN



CIMARRÓN es cualquier animal doméstico que escapa de sus amos y se asilvestra. En algunas zonas se llama también cimarrones a los animales salvajes con parientes domésticos. En México, por ejemplo, se suele llamar "Borrego cimarrón" al muflón de las Rocosas.

Los animales cimarrones pueden haber llegado de forma involuntaria o haber sido introducidos de forma deliberada por los humanos. Con el tiempo, unos pocos de estos animales pueden generar poblaciones enteras y con frecuencia son un problema para la fauna salvaje de la zona. Sin embargo, en ocasiones los animales cimarrones pueden servir para contrarrestar determinadas especies "problemáticas" como, por ejemplo, roedores, insectos dañinos, o plantas agresivas. Asimismo, retornar especies perdidas a sus respectivos medio-ambientes puede tener efectos beneficiosos en los mismos al recobrar cierto balance en sus ecosistemas.

Los caballos asilvestrados durante la conquista española de América forman las manadas de mustangs que hoy se pueden ver en las praderas de Estados Unidos y las de caballos salvajes o baguales de algunos lugares de Argentina y Chile durante el Pleistoceno había caballos en América que luego se extinguieron. Los mustangs son incluso una especie protegida en EEUU.

Durante los siglos XVII y XVIII especialmente aunque se conocen casos más antiguos en el Mediterráneo las cabras se soltaban deliberadamente en las islas frecuentadas por los marineros con el fin de servir de despensa viviente cuando los barcos volvieran a recalar allí. Debido a ello, estos animales se encuentran en multitud de islas por todo el globo. En la actualidad, el gobierno de Ecuador ha puesto en marcha un plan para eliminarlas de las Islas Galápagos, donde compiten con las famosas tortugas gigantes del archipiélago por el alimento. Algo parecido sucede en la Isla Juan Fernández que es parque nacional en Chile, donde la cabra de Juan Fernández se ha asilvestrado desde que fue introducida por el descubridor de la isla Juan Fernández Sotomayor en el siglo XVI, causando considerable impacto en el frágil ecosistema insular.

Los conejos son una plaga especialmente dañina en Australia, donde se han reproducido hasta llegar a ser cientos de miles, y siguen aumentando. Por increíble que parezca, estos conejos cimarrones descienden de unas pocas parejas que alguien soltó a finales del siglo XIX en las costas del sureste de la isla. Las autoridades australianas ya no saben qué hacer con ellos para evitar la competencia que le hacen a los marsupiales como los bandicuts y ualabíes, algunas de cuyas especies ya están cercanas a la extinción. La introducción del zorro rojo se convirtió en un nuevo problema porque este animal se ha inclinado por cazar los marsupiales, más lentos, en lugar de los conejos, y el desarrollo artificial de la mixomatosis se ha convertido en una catástrofe para las poblaciones de conejos de otros lugares donde no son una plaga, especialmente en Europa, lo que ha afectado a la cadena trófica. En Australia se ha llegado a sugerir la importación del diablo de Tasmania, hoy extinto fuera de su isla, para combatirlos. De momento continúan las batidas. Los conejos europeos también se han asilvestrado en Chile, el estado estadounidense de Washington, Nueva Zelanda y algunas otras islas pequeñas donde sí han podido ser eliminados.

En Europa, los gatos cimarrones están aumentando en los últimos años debido a los abandonos en periodo vacacional. Como consecuencia, muchos de estos gatos asilvestrados compiten o se cruzan con el gato salvaje europeo, reduciendo su pureza genética. En islas oceánicas y Australia se cuentan como la principal plaga alóctona después de ratas y ratones, siendo sus principales víctimas las aves marinas en periodo de anidación. En Nueva Zelanda, Ascensión y las Islas Galápagos los gatos cimarrones han sido cazados con el fin de erradicarlos y proteger a las aves locales, muchas de ellas en vías de extinción debido a estos animales.

Los perros son los animales que primero se domesticaron, y por ello no es de extrañar que se encuentren como cimarrones casi en cualquier lugar donde haya humanos. En Europa y América del Norte son con toda seguridad el principal asaltante de las granjas y gallineros no temen a los humanos, de hecho, aunque los campesinos suelan culpar más frecuentemente a zorros y lobos. En estos lugares, además, pueden cruzarse con lobos y coyotes en Estados Unidos, generando híbridos fértiles aún más peligrosos que suelen desplazar además a sus ancestros salvajes. Su impacto es aún mayor en islas como Nueva Zelanda, donde se han dado casos donde un solo perro grande pastor alemán, doberman, etc. ha exterminado gran parte de poblaciones enteras de kiwis.

Tras millones de años de evolución en una isla sin depredadores, los animales se vuelven indefensos, llamativos y tan fáciles de matar que los perros los cazan por cientos, sin llegar a comérselos la mayoría de las veces. Se ha sugerido que el dingo australiano pudiera haber tenido su origen a partir de primitivos perros cimarrones.

A partir de los cánidos traídos a América por los primeros colonizadores europeos se han generado variantes particularmente resistentes a medioambientes hostiles, tal es el caso del gozque o sato, una variante canina surgida de múltiples cruces interraciales de cánidos que se puede ubicar en toda la extensión continental de centro y Suramérica; y que no son exclusivos de ningún país.

A comienzos del siglo XVII; se soltaron gran cantidad de reses en ambas orillas del Río de la Plata por orden del virrey del Perú, Hernando Arias de Saavedra, conocido como Hernandarias; con la intención plena de que se reprodujesen libremente. Partió de Buenos Aires en 1604 en busca de la mítica Ciudad de los Césares con 600 cabezas de ganado vacuno y la misma cantidad de ganado equino, parte del cual decidiría ir abandonando previendo que la zona era apta para su proliferación.5 En 1618, ostentando el recientemente creado título de Gobernador del Río de la Plata, encabezó una expedición a la Patagonia que culminó con su aprensión y fortuito escape de manos de los Tehuelches, dejando nuevamente ganado vacuno; esta vez en las orillas del Río Negro.6 Este ganado fue desapareciendo paulatinamente a medida que se multiplicaban las estancias y se alambraban los campos. Se le atribuye el mismo origen al ganado cimarrón equino pampeano.

Como extensión, el término fue usado en América colonial para describir a los esclavos que escapaban de su cautiverio. En Cuba, Jamaica, Panamá y algunos países sudamericanos Colombia, Venezuela, etc. el término cimarrón está asociado con los esclavos negros fugitivos que llevaban una vida de libertad en rincones apartados de los centros urbanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario