KAYAK
es un término de
origen esquimal. Se trata de una
variedad de piragua en su origen de un sólo tripulante,
usada para pescar y cazar. En la actualidad, en sus variantes modernas, su uso
es fundamentalmente deportivo. El tripulante o palista, a diferencia de las
embarcaciones de remo,
se acomoda sentado y orientado en dirección al avance, propulsando la
embarcación mediante una pala de doble hoja o cuchara que no necesita de apoyo
sobre el casco.
El kayak es una embarcación larga, eslora y
estrecha, manga y en sus diseños tradicionales de
cubierta cerrada, sólo abierta en la 'bañera' donde se sitúan el o los
palistas. Existen en la actualidad tantos diseños y variantes como usos
potenciales, pero en general puede considerarse una embarcación pequeña en
relación con otras, en ocasiones de diseño extraordinariamente hidrodinámico y
en otros casos de diseño compacto y maniobrable. Se construyen kayaks de uno,
dos y cuatro tripulantes. Dadas sus características pueden encontrarse kayaks
en aguas tranquilas ríos, embalses, lagos, piscinas, aguas bravas ríos de 'montaña'
o canales de aguas bravas y en el mar, incluso en mar abierto. Tal variedad de
usos se traduce en una gran cantidad de modelos: de pista y descenso de ríos,
de aguas bravas, de kayak extremo, de rodeo, kayaks de 'surf', kayak de mar,
de kayak-polo y de recreo, entre otras.
Un kayakista romántico definió el
kayakismo como la transformación de su ser en un barco como un todo: "Mi
cuerpo es mi barco y mi alma el capitán". La afirmación, más allá
del romanticismo, es bastante cierta, ya que en realidad "una persona no
se sube a un kayak sino que se viste con el", teniendo el efecto que más
que una embarcación el kayak es como un artilugio de adaptación del cuerpo al
agua, formando kayak y tripulante toda una unidad. Es una de las pocas
embarcaciones cuyo navegar en el agua puede "sentirse" en el cuerpo.
Al kayak se le atribuye un origen
esquimal, más concretamente inuit. La palabra
significaría "bote-de-hombre" o "pedazo de madera flotante"
ya que se construía a la medida del palista. En la sociedad esquimal, los
menores no podían utilizar estas embarcaciones y sólo al alcanzar la mayoría de
edad, en un acto ritual, la familia le construía su propio kayak. Se decía que
si un esquimal salía a cazar y no regresaba era porque había usado un bote
prestado. En su origen, en el Ártico, el kayak fue
concebido originalmente como bote unipersonal consistente en una armazón
de madera revestida de pieles. Tiene una antigüedad de al menos 4000
años.1 Los más antiguos kayaks recuperados se
muestran hoy en día en el departamento de Norte América del museo etnológico de Múnich. Los esquimales crearon también prendas
específicas para esta actividad como el anorak o el denominado cubre bañeras, que en
su caso sólo dejaba al descubierto la cara del palista.
Los kayaks contemporáneos de estilo
tradicional están inspirados en los diseños nativos, especialmente de Alaska, norte de Canadá, y suroeste de Groenlandia.
El escocés John McGregor, explorador,
deportista y filántropo del siglo XIX, introdujo y popularizó el kayak y el
piragüismo en Europa, donde rápidamente alcanzó popularidad hasta el punto de
llegar a ser deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de París de 1924 y
parte del programa oficial en los Juegos de Berlín de 1936. Los kayaks modernos
se construyeron mayoritariamente en madera hasta los años 50, cuando
aparecieron en EEUU los primeros kayaks de fibra de vidrio. Los primeros kayaks
de material plástico roto moldeado se introdujeron en 1973. Hoy en día los
materiales de construcción varían; sigue construyéndose en madera pero también
en fibra de vidrio, carbono, kevlar, y materiales plásticos, dependiendo del
uso que se le vaya a dar al bote.
Los diferentes modelos de kayak son un
buen ejemplo de los parámetros hidrodinámicos que entran en juego. Los kayaks
de velocidad (de pista), de competición en mar y de travesía, son largos y
extremadamente estrechos. Buscando un rendimiento hidrodinámico óptimo. En
cambio, los kayaks de aguas bravas, de surf y de polo son cortos, redondeados y
de formas más anchas. Para lograr maniobrabilidad y un gran control de la
embarcación en condiciones de fuerte corriente, oleaje... etc.
Otro factor importante es el peso
frente a la resistencia. Los kayaks de materiales plásticos son muy resistentes
y pesados, se suelen usar en travesías, descensos no competitivos o para
turismo e iniciación. Pero no son adecuados para la competición. En este caso,
los materiales compuestos han acabado por sustituir a la madera; serán
embarcaciones muy ligeras y en general rígidas, con resistencia al choque
adecuada a la competición donde evolucionen.
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