Los VISIGODOS fueron la rama de
los pueblos godos perteneciente a los pueblos germánicos orientales.
Los VISIGODOS surgieron de grupos góticos anteriores posiblemente de
los tervingios que habían invadido el Imperio Romano
a partir de 376 y habían derrotado a los romanos en la batalla de Adrianópolis en 378. Los visigodos invadieron Italia
bajo Alarico I y saquearon Roma en el año 410. Se establecieron en el sur de la
Galia como federados del imperio romano, y tras la derrota de Vouillé en
507 pasaron a establecerse en Hispania creando un gran reino que abarcaba toda
la península hasta que fueron derrotados por los árabes en la batalla de Guadalete en 711 y su reino fue sometido durante
siglos hasta que posteriormente con la Reconquista, los Reyes Católicos,
descendientes de los reyes visigodos, reinstauraron el Reino de España
basándose en el antiguo Reino Visigodo.
La división de los godos se encuentra
afirmada por vez primera en 291, donde aparecen mencionados los tervingios; esta primera mención tuvo lugar en un
elogio al emperador Maximiano 285–305, pronunciado en el año 291 o
poco después o quizá pronunciado en Tréveris el 20 de abril de 292 y tradicionalmente
atribuido a Claudio
Mamertino, que dice que los «tervingios, otra división de los godos»
Tervingi pars alia Gothorum se
unieron a los taifalos para atacar a los vándalos y a los gépidos.
El término «vándalos» puede estar equivocado y referirse en realidad a los «Victohali» porque alrededor del año 360 el
historiador Eutropio narra que Dacia estaba entonces nunca habitada por los taifalos, victohali y tervingios.
Las referencias contemporáneas a las
tribus góticas usaban los términos "Vesi", "Austrogothi",
"Tervingi"
y "Greuthungi".
La mayor parte de estudiosos han concluido que los términos "Vesi" y
"Tervingi" fueron usados ambos para referirse a una misma tribu
particular, mientras los términos "Ostrogothi" y
"Greuthungi" fueron usados para referirse a otra. Herwig Wolfram
indica que mientras las fuentes primarias no mezclan los nombres de los
pueblos, estas mencionan por un lado la pareja Tervingios-Greutungos y por otro
lado la pareja Vesi-Ostrogodos y no en otra combinación, aunque ocasionalmente
se enumeran los cuatro nombres como Gruthungi, Austrogothi, Tervingi, Visi. Según Herwig Wolfram, en la Noticia
Dignitatum los vesison
igualados a los tervingios en una referencia a los años 388–391; esto no está claro en la propia Notitia.
Hay un gran debate erudito sobre la identificación de los vesi con los tervingios y los greutungos con los ostrogodos.
Que los tervingios fueran los visigodos y los greutungos los ostrogodos es algo
que también indica Jordanes, que identificó a los reyes visigodos
desde Alarico I a Alarico II como los herederos del juez tervingio
del siglo IV, Atanarico;
y los reyes ostrogodos desde Teodorico el Grande a Teodato como los herederos del rey greutungo Hermanarico.
Esta interpretación, sin embargo, aunque muy divulgada entre los eruditos
actuales, no es universal.
Para Wolfram existe una continuidad
entre tervingios y visigodos, y entre greutungos y ostrogodos. Las derrotas
godas en época de Aureliano habrían
hecho que los godos se escindieran. Al
este del Dniéster permanecieron los greutungos, y en el Bajo Danubio los tervingios constituyeron junto con otros pueblos
como los taifalos o sármatas, una confederación de pueblos que
estuvo encabezada por un juez, Atanarico.
De esta confederación de pueblos surgirían los visigodos. Para Heather, por
contra, la división de los godos se produjo por la invasión de los hunos: los
visigodos resultarían de una mezcla de tervingios y greutungos, y seguidores de
Radagaiso, y que se establecieron al sur del Danubio a finales del siglo IV;
mientras que los ostrogodos serían el resultado de la unión de fuerzas de Teodorico II y Teodorico el Grande a fines del siglo V. Roger Collins cree que la identidad
visigótica surgió de la Guerra Gótica 376–382 cuando un conjunto
de tervingios, greutungos y otros contingentes "bárbaros" formaron un
ejército federado al este de los Balcanes que no se integró en la sociedad
romana,14 y que por tanto no podía ser
reconocidos únicamente como tervingios.
Wolfram indica que "Vesi" y
"Ostrogothi" eran los términos que cada tribu emplearían para
designar para auto describirse, los vesi eran los buenos,
y los ostrogodos eran
los godos del sol naciente; mientras
que "Tervingi" y "Greuthungi" eran identificadores
geográficos con los que cada tribu describiría a la otra tribu, lo que explicaría que estos últimos
términos dejaran de usarse después del 400, cuando los godos habían sido
desplazados por las invasiones de los Hunos.
El término visigodo es una invención del siglo VI. Casiodoro,
que era un romano al servicio del rey Teodorico el Grande, inventó el término
"Visigothi" para hacer la correspondencia con el de
"Ostrogothi", así mientras él pensaba que este último término
significaba godos orientales, se inventó un término para designar a los godos
occidentales. El término Visigodo fue empleado en el mismo reino
visigodo pues así consta en sus relaciones diplomáticas con Italia en el el
siglo VII
Durante el
siglo III los pueblos godos greutungos y tervingios, efectuaron incursiones
contra el Imperio, destacando las del 251 contra Moesia y Tracia, la del 258–259 contra la costa del Mar Negro, Propóntide, las islas del Egeo, Éfeso, Atenas y otros puntos y la del 269 contra Creta, Chipre, Tesalónica y
otros puntos. Entre los años 270 y 273, el emperador romano Aureliano abandonó la Dacia, región sobre el norte del Danubio, y los tervingios
emprendieron hacia el 300 la ocupación del territorio, y entraron como mercenarios al
servicio de los romanos.
Hacia el año 370 los greutungos
estaban gobernados por un rey llamado Hermanarico o Ermrich, el primer rey histórico de
la dinastía de los Amalos, quien hubo de enfrentarse en el 375 a los hunos dirigidos por Balamber.
Hermanarico, ya anciano, fue gravemente herido en un atentado y se suicidó ante
una inminente derrota, sucediéndole Vitimiro,
cuyo intento de resistir a los hunos no tuvo éxito y él mismo resultó muerto,
de modo que los gretungos fueron sometidos por los hunos. Pero los tervingios
al mando de Alavivo y Fritigerno,
que eran unos doscientos mil, se reunieron en la orilla norte del Danubio y
pidieron al Imperio,
contra el que habían combatido unos años antes, que les aceptara en sus
territorios y se les otorgaran tierras donde asentarse. A este grupo se le
permitió asentarse en la orilla sur del Danubio y los Balcanes Tracia
y Moesia. Pero la explotación a que fueron sometidos por los funcionarios
imperiales y por jefes militares romanos les creó una situación insostenible
para su orgullo. Fritigerno y los grandes terratenientes visigodos presentarían
quejas y el general romano Lucipino intentó
asesinar a Fritigerno durante un banquete; el intento fracasó y Lucipino
resultó muerto. Fritigerno y los visigodos se rebelaron 377 en Marcianópolis Moesia Inferior, venciendo a las
fuerzas imperiales en batalla de Adrianópolis 9 de agosto de 378 en cuyo combate murió
el emperador Valente.
Su sucesor, Teodosio, tras combatirles algún tiempo,
ajustó con ellos la paz 381,
pero hubo de asentarlos más firmemente en el Imperio y darles un papel
importante en el ejército.
Los
visigodos obtuvieron una participación destacada en las guerras civiles del 388 contra Magno Clemente Máximo y 394 contra el pagano Eugenio. Cuando murió Teodosio 17
de enero de 395 el imperio de éste se dividió: el Oriente quedó para
su hijo Arcadio y el Occidente se asignó a su segundo hijo, Honorio, que sólo
tenía 11 años, por lo que Teodosio le había designado como regente al general
Estilicón, jefe de su ejército. Los visigodos eran gobernados por Alarico I, al que Jordanes
indicó que pertenecía al linaje de los Baltos, como un medio de
incrementar su prestigio. Alarico
atacó Constantinopla y asoló Grecia 395 y 396. El general Estilicón logró
expulsarlos de Grecia, pero el emperador, temeroso del poder del general,
designó a Alarico gobernador de Iliria, logrando con ello cinco años de paz 396 a 401. Gala
Placidia, nacida en el año 391 e hija de Teodosio estaba, desde niña,
comprometida en matrimonio con un hijo de Estilicón, cuando los visigodos
conducidos por Alarico penetraron el año 401 al norte de Italia. Estilicón, fue
ejecutado en las revueltas posteriores al año 406 y el compromiso de Gala quedó
sin efecto. Alarico dirigió sus ejércitos a Roma e impuso como gobernante a un
romano, Átalo. No pudo someter a Honorio, aunque en agosto de 410 pudo entrar a
Roma y sus godos la saquearon obteniendo también como la parte del botín más
importante a Gala Placidia. Luego se dirigió al sur para ocupar Sicilia camino
a controlar África, principal bastión de aprovisionamiento romano. Falleció a
poco de intentar cruzar el mar y su sucesor, Ataúlfo, desestimó este intento y
se volvió al norte, pero para buscar un acuerdo con Honorio, para servirle, se
casó con su cautiva Gala Placidia en Narbona, el año 414.
En 401, Alarico marchó contra Roma
pero fue vencido cerca de Pollentia 6 de abril de 402 y después en Verona.
Probablemente Estilicón negoció con Alarico su ayuda contra otros bárbaros como
Radagaiso, y se cree que le fue ofrecida la confirmación como Magister
Militum y gobernador de Iliria, con
unos límites que entraban en contradicción con las reivindicaciones
territoriales de Oriente. El partido nacionalista romano, tal vez instigado por
el gobierno de Constantinopla, acusó a Estilicón de preparar la entrega del
Imperio a Alarico y urdió un complot.
Estalló una revuelta de tropas que
obligó a Estilicón a refugiarse en una iglesia, siendo asesinado en el momento
de salir tras prometérsele que salvaría la vida si salía por Olimpo, bajo
órdenes del emperador Honorio 23 de agosto de 408. Alarico regresó a
Italia y obtuvo nuevas concesiones de Honorio que se había establecido en Rávena,
pero una vez que se retiraron los visigodos, Honorio no mantuvo sus promesas.
Los visigodos marcharon hacia Roma y apoyaron la proclamación de un
usurpador llamado Prisco Atalo 409, que era de origen jonio y
probablemente arriano, el cual concedió a Alarico el título de Magister
Militum.
Pero Atalo no quiso o no pudo cumplir
sus promesas y el rey visigodo regresó a Roma poniéndole sitio. Por primera vez
en su historia desde la invasión gala, Roma cae ante un rey extranjero. Después
de ser tomada por Alarico, éste depuso al usurpador 24 de agosto de 410 y sus
hombres saquearon la Ciudad Eterna durante tres días, tras lo cual la
abandonaron, llevándose con ellos a Atalo y a Gala Placidia,
hermana de Honorio. De Roma pasaron al sur, devastando Campania, Apulia y Calabria.
Alarico murió en el sitio de Cosenza 410 y le sucedió su cuñado Ataúlfo.
Éste pactó con Honorio la salida de Italia a cambio de la concesión del
gobierno de las Galias territorios que escapaban del control de Roma, pues se
habían sometido a Constantino. La caída de Roma fue un golpe muy duro para el
mundo romano de esa época, porque a la Ciudad Eterna se la creía inexpugnable.
Los visigodos bajo Ataúlfo dejaron
Italia 412 y a cambio de tierras por paz, fueron al centro y al sur de las
Galias y posteriormente, al norte de Hispania.
Las largas y complejas luchas de Ataúlfo para dominar el sur de las Galias le
ocuparon varios años (411 a 414). En el414 el rey Ataúlfo, que tras una alianza
con Honorio y con el Magister Militum Constancio,
había vuelto a actuar por su cuenta, se casó con Gala Placidia, hermana de
Honorio que había sido raptada por Alarico. Constancio fue enviado a la zona y
los visigodos fueron derrotados en Narbona.
Constancio logró desviar a Ataúlfo hacia Hispania lo que le permitía conservar el
sur de la Galia, y los visigodos
entraron en la Tarraconense el 415.
Ese mismo año Ataúlfo fue asesinado en
Barcelona. Walia, su sucesor, trató
de establecer a su pueblo en África, pero una tempestad dio al traste con sus
intenciones. Los visigodos, faltos de víveres, proponen una alianza con el
Imperio romano, en nombre del cual se encargarían de combatir a los suevos, alanos, vándalos, asdingos y silingos,
que ocupaban las provincias de Hispania excepto la Tarraconense, y a entregar a Gala Placidia; a cambio
Honorio les enviaría suministros. Así, los visigodos acaban con los vándalos
silingos de la Bética y los alanos de la Lusitania,
pero Honorio cambia de planes y vuelve a instalar a los visigodos en la Galia
en el 418.
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