Lo PINTORESCO es una categoría estética surgida en el siglo XVIII en
el Reino Unido, íntimamente relacionada con el movimiento
romántico. El término proviene del vocablo italiano pittoresco, que
significa ‘similar a la pintura’, ‘a la manera del pintor’, queriendo expresar
una propiedad de los objetos, paisajes, o cualquier otro elemento del mundo de
los sentidos, que por sus características, cualidades, belleza o singularidad es
digno de ser pintado, de ser representado en una obra de arte. Lo pintoresco es
aquel estímulo visual que aporta una sensación tal de singularidad que pensamos
que debería ser inmortalizado en un cuadro.
Como palabra, pintoresco fue empleado
por primera vez por Giorgio
Vasari en sus Vite,
donde utiliza el término “alla pittoresca” para significar un objeto que es
capaz de producir nuevos efectos en el terreno pictórico. En Francia, se empleó el
término “genre pittoresque” para calificar la decoración rococó. Sin embargo, la
significación actual y de significado estético del término surgió en Gran Bretaña en el siglo XVIII, en relación con la
escuela filosófica empirista y el incipiente romanticismo, y en
paralelo a la formulación de nuevas categorías estéticas como lo sublime.
Joseph
Addison, en Los placeres de la imaginación Pleasures
of the Imagination, 1712, distinguió tres
cualidades estéticas principales: belleza, grandeza sublimidad y singularidad pintoresco.
En su obra, establecía como motor de lo sublime y lo pintoresco la imaginación,
que es la que condiciona nuestra interpretación del mundo circundante basada en
primer lugar en los sentidos, pero tamizada por la mente, por nuestro gusto y
nuestros recuerdos y educación. Para Addison, la imaginación es la fuente del
impulso artístico creador, rechazando el principio clásico y académico del arte
como imitación de la realidad, basado en reglas. En la base de lo pintoresco se
hallaría la novedad, la singularidad de un objeto que nos produce admiración,
una sorpresa agradable, lo cual produce curiosidad, ganas de aprehenderlo, de
conocerlo mejor. La novedad comporta extrañeza, hecho por el cual nos atrae
tanto un objeto bello como uno feo o monstruoso, pues su carácter singular
despierta nuestra atracción por él. Así, Addison hizo una interpretación psicológica de lo pintoresco, ya que es una
cualidad que agita nuestra mente, que nos provoca nuevas ideas o sensaciones.
Es un impulso que parte de nuestra percepción sensible para provocarnos
emociones, sentimientos
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