jueves, 10 de julio de 2014

PIE GRANDE



El PIE GRANDE o yeti es una criatura mitológica de aspecto simiesco que  habitaría los bosques, principalmente en la región del noroeste del Pacífico en América del Norte. El término sasquatch procede de la versión en inglés de la palabra del idioma halkomelem sásq’ets.

La comunidad científica dice que las pruebas existentes no son lo suficientemente convincentes y generalmente las consideran como el resultado de mitología, folklore o identificación errónea, más que de un animal verdadero, debido a la carencia de evidencia física y los grandes números de ejemplares que serían necesarios para mantener una población que pueda reproducirse. Muchos profesionales y académicos afirman que los estudios adicionales son una pérdida de tiempo, pero los partidarios de su existencia piensan que la evidencia actual puede ser escasa y que ha de evaluarse objetivamente a medida que se vaya presentando. Unos pocos científicos, como Jane Goodall, Grover Krantz y Jeffrey Meldrum, han expresado interés y cierta creencia en la criatura. Otros, incluyendo una subcultura activa, compuesta generalmente por aficionados, continúan investigando y actualmente consideran la existencia del sasquatch como posible descendiente del Gigantopithecus.

Los testigos indican características no siempre similares, pero la descripción más habitual es la de una gran criatura simiesca bípeda, normalmente de una altura de 1.83m a 2.13m de aproximadamente 160kg con amplios hombros y estructura robusta. La cabeza es pequeña, puntiaguda y baja; en ocasiones, se habla de una cresta en la parte superior del cráneo. Los ojos se describen generalmente como pequeños y ocultos bajo una frente pronunciada. A excepción de la cara, manos y pies, una fina capa de pelo cubre su cuerpo, de color normalmente marrón o negro, aunque tiende a ser rojizo, arenisco o con brillos plateados.

Las enormes huellas, similares a un pie humano, le dieron su nombre. El ecologista Robert Michael Pyle las describe así: “Las huellas normalmente miden de 38 a 45 centímetros de largo. Tienen cinco dedos, un músculo doble y un arco 18 ó 21 cm. de ancho.

Los sonidos que emite se describen como similares a agudos chillidos o silbidos o gruñidos graves, al igual que el yeti, por lo que algunos criptozoólogos sostienen que podría ser una especie emparentada con el yeti, la cual quizá llegó a América a través del Estrecho de Bering durante la última glaciación, tal y como hicieron los ancestros de los pueblos nativos americanos y diversas especies de animales. También se cree que podría estar relacionado con la mítica criatura llamada wendigo.

La mayoría de los avistamientos son nocturnos, lo cual hace pensar que se trata de una criatura nocturna. Algunos testigos mencionan algo que Pyle denomina como “brillo rojizo ocular”, similar al brillo de algunos animales nocturnos. Normalmente se avistan individuos solitarios, raramente en pares o grupos familiares y son más comunes los avistamientos de machos que los de hembras.

No se han encontrado restos físicos de ningún ejemplar, cadáveres, huesos,   piel, pelos, excrementos u otros rastros físicos que no hayan sido identificados como de otro animal conocido. Los únicos rastros de que se dispone es de huellas de pisadas muchas de ellas son claramente falsas o se ha encontrado incluso los moldes con que se hicieron, alguna foto borrosa y lejana, una película de autenticidad muy cuestionada, y las observaciones de los testigos.

Los defensores de la existencia del animal alegan que habita en zonas remotas, huyen del hombre a pesar de los miles de avistamientos reportados entierran o esconden a sus muertos, y otras opiniones similares. Los detractores alegan que con miles de avistamientos, la población debía ser bastante numerosa como para no haber encontrado ningún rastro físico, apoyado por que ni siquiera existen fósiles de alguna especie que haya podido generar a este ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario