lunes, 7 de julio de 2014

BETTE DAVIS



BETTE DAVIS nació en Lowell, Massachusetts el 5 de abril de 1908 murió en Neuilly-sur-Seine, París, el 6 de octubre de 1989 fue el seudónimo de Ruth Elizabeth Davis, una actriz estadounidense de cine, televisión y teatro. Se destacó por su fluidez al interpretar personajes antipáticos y fue ampliamente apreciada por sus actuaciones en filmes melodramáticos, históricos y ocasionalmente de comedia, aunque sus mayores éxitos ocurrieron en dramas románticos.

Después de aparecer en obras de teatro de Broadway, Davis se trasladó a Hollywood en 1930, donde sus primeros filmes para Universal Studios tuvieron poca aceptación. Se incorporó a Warner Bros. en 1932 y fortaleció su carrera con varias actuaciones aclamadas por la crítica. En 1937, intentó liberarse de su contrato y aunque perdió un procedimiento legal muy publicitado, dio inicio al período más exitoso de su carrera. Hasta finales de los años de 1940, fue una de las actrices del cine norteamericano más importantes, reconocida por su desenvolvimiento apasionado y decidido. Davis fue calificada como una perfeccionista que podía ser muy combativa y a menudo se hicieron públicos sus enfrentamientos con ejecutivos de los estudios, directores de cine y coprotagonistas. Su manera de ser frontal, su estilo vocal entrecortado y su cigarrillo ubicuo contribuyeron a forjar una imagen pública que a menudo fue imitada y satirizada.

Davis fue cofundadora de la Cantina de Hollywood y fue la primera mujer presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Obtuvo el premio de la Academia como Mejor Actriz en dos ocasiones, fue la primera persona en alcanzar 10 nominaciones a los Óscar por sus actuaciones y fue la primera mujer en recibir el premio a la Trayectoria del American Film Institute. Su carrera pasó por varios períodos de declive y catástrofes personales. Casada en cuatro ocasiones, viuda una vez y divorciada otras tres, crio a sus hijos prácticamente como madre soltera. Sus últimos años estuvieron signados por un largo período de mala salud, pero continuó actuando hasta poco antes de su muerte por cáncer de mama, con más de 100 películas, ciclos televisivos y obras teatrales en su haber. En 1999, Davis fue seleccionada como la segunda mejor actriz de todos los tiempos en la lista del American Film Institute, solamente precedida por Katharine Hepburn.

Ruth Elizabeth Davis, conocida desde su infancia como «Betty», nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachusetts, como la primera hija de Ruth Augusta «Ruthie» de soltera, Favor; 1885-1961 y del abogado de patentes Harlow Morrell Davis 1885-1938. Su única hermana, Barbara «Bobby», nació el 25 de octubre de 1909. La familia era protestante, con ascendencia inglesa, francesa y galesa. En 1915, los padres de Davis se separaron y Betty y Bobby permanecieron en un internado llamado Crestalban en Lanesborough, en las montañas Berkshires hasta que en 1921, Ruth se trasladó con sus hijas a Nueva York, donde trabajó como fotógrafa retratista. Betty decidió convertirse en actriz con el apoyo de su madre luego de ver a Rodolfo Valentino en Los cuatro jinetes del Apocalipsis 1921 y a Mary Pickford en Little Lord Fauntleroy 1921; por otra parte, decidió cambiar su apodo a «Bette» por el libro La prima Bette de Honoré de Balzac.

A principios de la década de 1920, Davis asistió a la Cushing Academy, un internado en Ashburnham, Massachusetts, donde conoció a su futuro esposo, Harmon O. Nelson conocido como «Ham». En 1926, asistió a la presentación de la obra El pato silvestre de Henrik Ibsen, con Blanche Yurka y Peg Entwistle. Según Davis recordó más adelante, esa obra le inspiró el pleno compromiso con su carrera: «Antes de esa actuación, quería ser actriz. Después de la misma, tenía que ser una actriz exactamente como Peg Entwistle».

Realizó una audición para ser admitida en el Manhattan Civic Repertory de Eva Le Gallienne, pero fue rechazada por que Le Gallienne consideró que tenía una actitud «poco sincera y frívola». Sin embargo, estudió danza con Martha Graham y fue aceptada en la escuela de teatro de John Murray Anderson, donde fue compañera de Lucille Ball.

También participó en una audición para la compañía de teatro de George Cukor, y aunque no impresionó al director, obtuvo su primer papel remunerado durante una estadía de una semana como una de las chicas del coro en la obra Broadway. Luego, fue elegida para representar a Hedwig, el personaje que Davis había visto interpretar a Entwistle, en El pato silvestre. Tras actuar en Filadelfia, Washington y Boston, debutó en Broadway en 1929 con Broken Dishes y continuó con Solid South. Un buscador de talentos de Universal Studios vio su actuación y la invitó a Hollywood para realizar una prueba de cámara.

Davis y su madre viajaron en tren a Hollywood y arribaron el 13 de diciembre de 1930. Más tarde, recordó que le había sorprendido el hecho de que nadie del estudio hubiese ido a recogerla a la estación; en realidad, un empleado del estudio sí había ido, pero se fue porque no vio a nadie que «pareciese una actriz». Davis no pasó su primera prueba de cámara, pero participó en muchas otras pruebas dando la réplica a otros actores. En una entrevista de 1971 con Dick Cavett, relató la experiencia: «Yo era la más yanqui del este, la virgen más modesta que haya pisado la tierra. Me pusieron en un sofá, y ensayé con quince hombres... Todos ellos tenían que echarse sobre mí y darme un beso apasionado. ¡Oh! pensé que iba a morir. Sólo pensaba que iba a morir». Se le dispuso una segunda prueba para la película La casa de la discordia 1931 donde, vestida apresuradamente con un traje de escote bajo mal ajustado, fue rechazada por el director William Wyler, quien comentó en voz alta al equipo reunido: «¿Qué piensan ustedes de estas damas que creen que pueden conseguir un trabajo mostrando sus pechos?». Carl Laemmle, jefe de Universal Studios, consideró poner fin al empleo de Davis, pero el director de fotografía Karl Freund le dijo que tenía unos «ojos encantadores» y sería adecuada para Mala hermana 1931, filme con el que debutó en el mundo del cine. El nerviosismo de Davis se agravó cuando escuchó al jefe de producción, Carl Laemmle Jr., comentar a otro ejecutivo que «tenía casi el mismo atractivo sexual que Slim Summerville», una de las coestrellas de la película. El filme no tuvo éxito y su siguiente papel en Semilla 1931 fue demasiado breve como para llamar la atención.

Universal Studios renovó su contrato por tres meses y Davis apareció en un pequeño papel en El puente de Waterloo (1931) antes de ser cedida a Columbia Pictures para La amenaza y a Capital Films para La casa del infierno (ambas rodadas en 1932). Después de nueve meses y seis películas sin éxito, Laemmle decidió no renovar su contrato, aunque George Arliss la eligió para el papel femenino principal de La oculta providencia 1932. Por el resto de su vida, Davis atribuyó a Arliss su consolidación artística en Hollywood. The Saturday Evening Post escribió que «no sólo es hermosa, sino que bulle de encanto», y la comparó con Constance Bennett y Olive Borden. Poco después, Warner Bros. firmó con ella un contrato por siete años.

En 1932, se casó con Harmon «Ham» Nelson, que recibió duras críticas por parte de la prensa; sus ganancias semanales de 100 USD eran comparadas desfavorablemente con los ingresos semanales de 1000 USD de Davis. La actriz tocó el tema en una entrevista, señalando que muchas mujeres de Hollywood ganaban más dinero que sus maridos, pero la situación fue difícil para Nelson, quien se negó a permitir que su esposa comprara una casa hasta que pudiera darse el lujo de pagarla por sí mismo. Davis tuvo varios abortos espontáneos durante su matrimonio

Después de más de 20 papeles en cine, el rol de la viciosa y desaliñada Mildred Rogers en la producción de RKO Radio Pictures, Cautivo del deseo 1934, una adaptación cinematográfica de la novela de W. Somerset Maugham, le dio a Davis su primera gran aclamación por parte de la crítica. Muchas actrices temían interpretar personajes antipáticos y varias habían rechazado el papel, pero Davis lo vio como una oportunidad para demostrar la gama de sus habilidades interpretativas. Su compañero de reparto, Leslie Howard, fue inicialmente despectivo con Davis pero a medida que avanzó el rodaje su actitud fue cambiando y posteriormente habló muy bien de ella. El director John Cromwell le dio una «relativa» libertad y comentó: «Dejé que Bette fuera su propia guía. Confié en sus instintos». Davis insistió en que fuera expuesta de manera realista en la escena de su muerte, aclarando que «las últimas escenas de tuberculosis, pobreza y abandono no son bonitas e intenté ofrecer una imagen convincente».

La película fue un éxito y la caracterización a cargo de Davis ganó los elogios de la crítica. De hecho, la revista Life publicó que su actuación «fue probablemente la mejor jamás registrada en la pantalla por una actriz de EEUU». Davis pensó que la recepción que tuvo su caracterización animaría a Warner Bros. a darle papeles más importantes. Sin embargo, se sintió decepcionada cuando Jack Warner se negó a cederla a los estudios Columbia para aparecer en Sucedió una noche y, en su lugar, debió participar en el melodrama Ama de casa. Cuando no fue nominada para los premios de la Academia por Cautivo del deseo, el periódico The Hollywood Citizen News cuestionó el hecho y la también candidata Norma Shearer inició una campaña para que Davis fuera nominada. Esto llevó a que el presidente de la Academia, Howard Estabrook, pronunciara un discurso diciendo que bajo las circunstancias «cualquier votante... puede escribir en la votación su opción personal para los ganadores», lo que permitió por esta sola ocasión en la historia de la Academia la consideración de un candidato oficialmente no nominado para un premio. Claudette Colbert ganó el premio por Sucedió una noche pero el escándalo provocó que se llevara a cabo un cambio en los procedimientos de votación de la Academia al año siguiente. Las nominaciones pasaron a ser decididas por los miembros de la Academia de cada especialidad en lugar de por un pequeño comité, y los resultados fueron controlados de forma independiente por la empresa auditora Price Waterhouse.

En 1935, Davis apareció interpretando a una actriz perturbada en Peligrosa y recibió muy buenas críticas. E. Arnot Robertson escribió en Picture Post: «Creo que Bette Davis probablemente hubiera sido quemada por brujería si hubiera vivido hace doscientos o trescientos años atrás. Me da la curiosa sensación de que está cargada de un poder que no puede encontrar una salida común». The New York Times escribió que estaba «convirtiéndose en una de nuestras actrices de cine más interesantes». Davis ganó el premio de la Academia a la Mejor Actriz por el papel pero comentó que era un reconocimiento tardío por Cautivo del deseo, calificando a su galardón como un «premio consuelo». Por el resto de su vida, sostuvo que fue ella misma quien le dio el nombre de «Óscar» a la estatuilla cuando dijo que la parte posterior del galardón se parecía al trasero de su marido, cuyo segundo nombre era Oscar. Su afirmación fue puesta en duda por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. La versión más fiable es la de Margaret Herrick, bibliotecaria de la Academia, que habría bautizado a la estatuilla como Oscar luego de apreciar un parecido con su tío del mismo nombre. En su siguiente película, El bosque petrificado 1936, Davis compartió cartel con Leslie Howard y Humphrey Bogart, quien recibió la mayor parte de los elogios de la crítica al ser su primer papel importante
En 1983, después de filmar un episodio piloto para la serie Hotel, Davis fue diagnosticada de cáncer de mama y se sometió a una mastectomía. Dos semanas después de la cirugía, padeció cuatro accidentes cerebro vasculares que le causaron una parálisis en el lado izquierdo de la cara y en el brazo izquierdo que la dejaron con dificultad para hablar. Comenzó un largo período de terapia física y con la ayuda de su asistente personal, Kathryn Sermak, logró recuperarse parcialmente de la parálisis.

Durante este tiempo, su relación con su hija, B.D. Hyman, se deterioró cuando esta última se convirtió en una cristiana renacida y trató de persuadir a Davis a seguir su ejemplo. Con su salud estable, viajó a Inglaterra para filmar Murder with Mirrors 1985, basada en la obra de misterio de Agatha Christie. A su regreso, se enteró de que su hija había publicado un libro de memorias, El guardián de mi madre, en el que hablaba de la difícil relación madre-hija, el comportamiento prepotente y los episodios de alcoholismo de su madre. Varios de los amigos de Davis comentaron que las descripciones de Hyman sobre los hechos no eran exactas; uno de ellos dijo que «la mayor parte del libro está fuera de contexto». Mike Wallace retransmitió una entrevista de 60 minutos que había grabado con Hyman unos años antes, donde la elogió en sus habilidades como madre y dijo que había adoptado varios de los principios de Davis en la crianza de sus propios hijos.199 Los críticos de Hyman señalaron que Davis había apoyado económicamente a la familia de su hija durante muchos años y recientemente los había salvado de perder su casa. A pesar de las asperezas de los primeros años de divorcio, Gary Merrill también defendió a Davis; entrevistado por CNN, Merrill dijo que Hyman fue motivada por «la crueldad y la codicia». El hijo adoptivo de Davis, Michael Merrill, terminó todo contacto con Hyman y se negó a hablar con ella de nuevo, al igual que Davis, que la desheredó.

En sus segundas memorias, This 'N That 1987, Davis escribió: «Todavía me estoy recuperando del hecho de que una hija mía escriba sobre mí a mis espaldas, no diré nada sobre el tipo de libro que es. Nunca me recuperaré completamente del libro de BD como lo hice con el accidente cerebro vascular. Ambas fueron experiencias demoledoras». Sus memorias concluyeron con una carta a su hija, en la que se dirigió a ella varias veces como «Hyman» y describió sus acciones como «una notoria falta de lealtad y agradecimiento por la vida privilegiada que creo que te he dado». Para concluir con una referencia al título del libro de Hyman, expresó: «Si se refiere al dinero, si mi memoria no falla, he sido tu guardián todos estos años. Sigo siéndolo, ya que mi nombre ha hecho de tu libro un éxito»

Davis se desmayó durante la entrega de los premios American Cinema en 1989 y poco después descubrió que el cáncer había reaparecido. Se recuperó lo suficiente como para viajar a España, donde fue galardonada con el premio Donostia en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, pero durante su estadía su salud se deterioró rápidamente. Demasiado débil para hacer el largo viaje de regreso a EEUU, viajó a Francia, donde murió a las 23.20 h del 6 de octubre de 1989 a los 81 años, en el Hospital Americano de Neuilly-sur-Seine. Sus restos fueron sepultados en el Forest Lawn—Hollywood Hills Cemetery de Los Ángeles, al lado de su madre, su hermana Bobby (fallecida en 1979) y con su nombre grabado en una letra más grande con respecto a las otras dos. El epitafio de Davis dice: «Lo hizo a la manera difícil», que también fue mencionado en su libro de memorias Mother Goddam por sugerencia de Joseph L. Mankiewicz poco después de haber terminado de filmar Eva al desnudo.

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