El Hombre de Vitruvio es un famoso dibujo
acompañado de notas anatómicas de Leonardo da
Vinci realizado alrededor del año 1490 en uno de sus
diarios. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones
sobreimpresas de brazos y piernas e inscrita en una circunferencia y un
cuadrado. Se trata de un estudio de las proporciones del cuerpo humano,
realizado a partir de los textos de arquitectura de Vitruvio,
arquitecto
de la antigua Roma,
del cual el dibujo toma su nombre. También se conoce como el Canon de las proporciones humanas.
Las proporciones descritas por
Vitruvio son las siguientes :
El rostro, desde la barbilla
hasta la parte más alta de la frente, donde están las raíces del pelo, mide una décima
parte de la altura total.
La palma de la mano, desde la muñeca hasta el extremo del dedo medio,
mide exactamente lo mismo.
La cabeza, desde
la barbilla hasta su coronilla, mide la octava parte de todo el cuerpo.
Desde el esternón
hasta las raíces del pelo equivale a una sexta parte de todo el cuerpo.
Desde la parte media del pecho hasta la coronilla,
una cuarta parte de todo el cuerpo.
Del mentón hasta la base de la
nariz,
mide una tercera parte del rostro.
La frente mide igualmente otra
tercera parte del rostro.
El pie equivale a un sexto de
la altura del cuerpo.
El codo, una cuarta parte de
todo el cuerpo.
El pecho equivale igualmente a
una cuarta parte de todo el cuerpo.
El ombligo
es el punto central natural del cuerpo humano. En efecto, si se coloca un
hombre boca arriba, con sus manos y sus pies estirados, situando el centro del compás en su ombligo y trazando una circunferencia,
esta tocaría la punta de ambas manos y los dedos de los pies.
La figura circular trazada
sobre el cuerpo humano nos posibilita el lograr también
un cuadrado:
si se mide desde la planta de los pies hasta la coronilla, la medida resultante
será la misma que se da entre las puntas de los dedos con los brazos extendidos.
Además, Leonardo corrige
algunas proporciones y añade otras
:
Cuatro dedos hacen una palma.
Cuatro palmas hacen un pie.
Seis palmas hacen un codo.
Cuatro codos hacen un paso.
Veinticuatro palmas hacen a un
hombre.
Si separas la piernas
lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta
que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, has de saber que
el centro geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y que el
espacio entre las piernas será un triángulo equilátero.
Desde la parte superior del
pecho al nacimiento del pelo será la séptima parte del hombre completo.
Desde los pezones a la parte de
arriba de la cabeza será la cuarta parte.
La anchura mayor de los
hombros contiene en sí misma la cuarta parte.
Desde el codo a la punta de la
mano será la quinta parte.
Desde el codo al ángulo de la axila será la octava
parte.
La mano completa será la
décima parte.
El comienzo de los genitales
marca la mitad del hombre.
El pie es la séptima parte.
Desde la planta del pie hasta
debajo de la rodilla
será la cuarta parte.
Desde debajo de la rodilla al
comienzo de los genitales será la cuarta parte.
La distancia desde la parte
inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada caso, la
misma, y, como la como la oreja.
El redescubrimiento de las proporciones
matemáticas
del cuerpo humano en el siglo XV por Leonardo y otros autores, está considerado como
uno de los grandes logros del Renacimiento.
El dibujo también es a menudo
considerado como un símbolo de la simetría
básica del cuerpo humano y, por extensión, del universo
en su conjunto.
Examinando el dibujo puede
notarse que la combinación de las posiciones de los brazos y piernas crea
realmente dieciséis posiciones distintas. La posición con los brazos en cruz y
los pies juntos se ve inscrita en el cuadrado sobreimpreso. Por otra parte, la
posición superior de los brazos y las dos de las piernas se ve inscrita en el
círculo sobreimpreso. Esto ilustra el principio de que en el cambio entre las
dos posiciones, el centro aparente de la figura parece moverse, pero en
realidad el ombligo de la figura, que es el centro de masas verdadero,
permanece inmóvil.
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