"Diga
honradamente qué opina de la escasez de alimentos en el resto del mundo, por
favor"
Los resultados han sido los
siguientes:
Los europeos no entendían
qué significa "escasez".
Los africanos no sabían qué
es "alimentos".
Los israelíes no comprendían
qué quiere decir "por favor".
Los estadounidenses se
preguntaban qué significa "el resto del mundo".
Los chinos y los cubanos pedían
que se les explicara qué se entiende por "opina".
Y en los Parlamentos italiano,
alemán, español, inglés, francés, argentino, venezolano, etc., etc., etc... Aun
siguen debatiendo al día de hoy qué significará "Honradamente".
Tras este humor, un ácido humor, se esconde una triste,
tristísima realidad: la insolidaridad imperante que produce millones de muertos por inanición, millones de marginados, millones de desahuciados,
millones de seres humanos en la más absoluta indigencia.
Hoy en día hay 925 millones de personas desnutridas en el mundo.
Esto significa que al menos uno de cada seis personas no tiene alimentos
suficientes para estar saludable y llevar una vida activa.
El hambre y la desnutrición son consideradas a nivel mundial el principal
riesgo a la salud, más que el SIDA, la malaria y la tuberculosis juntas.
Entre las principales causas del hambre están los desastres
naturales, los conflictos, la pobreza, la falta de infraestructura agrícola, la
sobre-explotación del medioambiente y el incremento de los alimentos.
Recientemente, el número de personas con hambre ha aumentado debido a las
crisis financieras y económicas.
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