El universo
es la totalidad del espacio y del tiempo, de
todas las formas de la materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas que las gobiernan. Sin
embargo, el término universo
puede ser utilizado en sentidos contextuales ligeramente diferentes, para
referirse a conceptos como el cosmos, el mundo o la naturaleza.
Observaciones astronómicas
indican que el universo tiene una edad de 13,73 ± 0,12 millardos
de años entre 13 730 y 13 810 millones de años y por lo menos 93.000
millones de años luz
de extensión.
El evento que se cree que dio inicio al universo se denomina Big Bang.
En aquel instante toda la materia y la energía del universo observable estaban
concentrada en un punto de densidad infinita. Después del Big Bang, el universo comenzó a expandirse para llegar a su
condición actual, y continúa haciéndolo.
Debido a que, según la teoría de la relatividad especial,
la materia no puede moverse a una velocidad superior a la velocidad de la luz, puede parecer paradójico
que dos objetos del universo puedan haberse separado 93 mil millones de años
luz en un tiempo de únicamente 13 mil millones de años; sin embargo, esta
separación no entra en conflicto con la teoría de la relatividad general, ya que ésta
sólo afecta al movimiento en el espacio, pero no al espacio mismo, que puede
extenderse a un ritmo superior, no limitado por la velocidad de la luz. Por lo
tanto, dos galaxias
pueden separarse una de la otra más rápidamente que la velocidad de la luz si
es el espacio entre ellas el que se dilata.
Mediciones sobre la distribución espacial y el desplazamiento hacia el rojo, redshift de galaxias distantes, la radiación cósmica de fondo de
microondas, y los porcentajes relativos de los elementos químicos
más ligeros, apoyan la teoría de la expansión del espacio, y más en general, la
teoría del Big Bang, que propone que el universo en sí se creó en un momento
específico en el pasado.
Observaciones recientes han demostrado que esta expansión
se está acelerando, y que la mayor parte de la materia y la energía en el universo
es fundamentalmente diferente de la observada en la Tierra, y no es
directamente observable, véanse
materia
oscura y energía oscura. La imprecisión de las
observaciones actuales ha limitado las predicciones sobre el destino final del
universo.
Los experimentos sugieren que el universo se ha regido
por las mismas leyes físicas, constantes a lo largo de su extensión e historia.
La fuerza dominante en distancias cósmicas es la gravedad, y la relatividad general es actualmente la teoría
más exacta para describirla. Las otras tres fuerzas fundamentales, y las
partículas en las que actúan, son descritas por el Modelo
Estándar. El universo tiene por lo menos tres dimensiones de espacio
y una de tiempo, aunque experimentalmente no se pueden descartar dimensiones
adicionales muy pequeñas. El espacio-tiempo
parece estar conectado de forma sencilla, y el espacio tiene una curvatura media muy pequeña o incluso
nula, de manera que la geometría euclidiana es, como norma
general, exacta en todo el universo.
La ciencia modela el universo como un sistema
cerrado que contiene energía
y materia
adscritas al espacio-tiempo y que se rige fundamentalmente
por principios causales.
Basándose en observaciones del universo observable, los físicos intentan
describir el continuo espacio-tiempo en que nos encontramos, junto
con toda la materia
y energía
existentes en él. Su estudio, en las mayores escalas, es el objeto de la cosmología,
disciplina basada en la astronomía y la física,
en la cual se describen todos los aspectos de este universo con sus fenómenos.
La teoría actualmente más aceptada sobre la formación del
universo, dada por el belga valón Lemaitre, es el modelo del Big Bang,
que describe la expansión del espacio-tiempo a partir de una singularidad espaciotemporal. El universo
experimentó un rápido periodo de inflación cósmica que arrasó todas las
irregularidades iniciales. A partir de entonces el universo se expandió y se
convirtió en estable, más frío y menos denso. Las variaciones menores en la
distribución de la masa dieron como resultado la segregación fractal
en porciones, que se encuentran en el universo actual como cúmulos de galaxias.
En cuanto a su destino final, las pruebas actuales
parecen apoyar las teorías de la expansión permanente del universo, Big Freeze
ó Big Rip,
aunque otras afirman que la materia
oscura podría ejercer la fuerza de gravedad suficiente para detener
la expansión y hacer que toda la materia se comprima nuevamente; algo a lo que
los científicos denominan el Big Crunch o la
Gran Implosión.
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