El Islam es una religión monoteísta abrahámica
cuyo dogma se basa en el libro del Corán, el cual establece como premisa
fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que Alá y que Mahoma es el último mensajero de Alá». La palabra árabe Allah, hispanizada como Alá,
significa "Dios" y su etimología es la misma de la palabra semítica El, con la que se
nombra a Dios en la Biblia. Los eruditos islámicos definen al
islam como: “La sumisión a Dios el Altísimo a través del monoteísmo, la obediencia y el abandono de
la idolatría”
El libro sagrado del islam es el Corán, dictado por Alá a Mahoma a
través de Yibril el arcángel Gabriel.
Los seguidores del islam se denominan musulmanes.
Atestiguan que Mahoma es el último de los profetas enviados por Dios y sello de la
Profecía.
Se aceptan como profetas principalmente, pero no
limitándose a Adán, Noé,
Abraham, Moisés, Salomón y Jesús llamado
Isa. Además del Corán, los musulmanes de tradición sunita siguen asimismo los hadices
y la sunna del profeta Mahoma, que conforman el Registro histórico de las acciones y las
enseñanzas del Profeta. Se aceptan también como libros sagrados la Torá el Antiguo Testamento
de los cristianos, los Libros
de Salomón y los Evangelios el Nuevo Testamento.
El islam es una religión abrahámica
monoteísta que adora exclusivamente a Alá sin copartícipes. Se estima que hay
en la actualidad entre 1.000 y 1.200 millones de musulmanes en el mundo. Según
el Vaticano, el islam conjuntamente con todas
sus ramificaciones es la religión más extendida
del mundo, ya que recientemente ha superado el número de católicos, y la segunda religión del mundo si se suma el
número de fieles de las distintas confesiones del cristianismo.
El islam se inició con la predicación de Mahoma en el año
622
en La Meca, en la actual Arabia Saudita. Bajo el liderazgo de Mahoma
y sus sucesores, el islam se extendió rápidamente. Existe discrepancia entre
los musulmanes y no musulmanes de si se extendió por imposición religiosa o
militar, o por conversión de los pueblos al islam.
La palabra Islam, de la
raíz trilítera s-l-m, deriva del verbo árabe aslama, que significa literalmente “Aceptar, rendirse o
someterse” Así, el islam representa la aceptación y sometimiento ante Dios. Los
fieles deben demostrar su sumisión venerándolo, siguiendo estrictamente sus
órdenes y aboliendo el politeísmo.
La doctrina islámica
tiene cinco pilares
en su fe que forman parte de las acciones
interiores de los musulmanes. Los
pilares principales son:
La profesión de fe, es decir, aceptar el
principio básico de que sólo hay un Dios y que Mahoma es el último de sus
profetas.
La oración.
El zakat o azaque traducido a veces como limosna, es decir, compartir los recursos con los necesitados.
El ayuno en el mes de ramadán.
La peregrinación a la
Meca para quien pueda al menos una vez en la vida.
Sin embargo, la doctrina mayoritaria entre los chiitas considera los pilares suníes como "Aspectos
secundarios" o "Derivados" de la fe, oponiéndoles otros cinco "Principios"
teóricos de la fe, que son la unicidad de Dios, la profecía, la retribución de
las acciones al final de los tiempos, la justicia divina y la guía de los
musulmanes por los imanes de la familia de Mahoma tras fallecer éste.
A los cinco pilares de la concepción suní añaden algunos
el sexto pilar del yihad
o esfuerzo en defensa de la fe.
En términos estrictamente religiosos, se entiende fundamentalmente como un
esfuerzo espiritual interior de cada creyente por vivificar su fe y vivir de
acuerdo con ella. A esto se le llama yihad
mayor, mientras que existe un yihad
menor que consiste en predicar el islam o defenderlo de los ataques. De
este último concepto nace la idea de yihad como lucha o guerra que se ha
popularizado en todo el mundo.
Además, conforme al Corán todos los musulmanes tienen que
creer en Dios, sus ángeles, sus libros, sus profetas, la predestinación y en la próxima vida.
en el Corán se nombra a sí mismo como Allah, nombre derivado de la raíz
semítica El. Aunque el término es conocido en
Occidente como referencia al Dios musulmán, para los hablantes en árabe de
cualquier religión, incluidos cristianos y judíos se emplea como referencia a
"Dios". La creencia en Dios dentro del islam
consiste en cuatro aspectos:
En Su existencia. Esto primeramente por guía del
Creador a Su siervo,
posteriormente por evidencias del instinto natural del ser humano, la razón,
los sentidos, signos en la creación y como prueba principal; los textos
sagrados.
En que Él es el único,
en Sus actos y dominio de este Universo, es decir: Él
único Creador, Sustentador, Soberano, etc.
En que Él es la única divinidad y sustentador de las cualidades
divinas, por lo tanto solamente Él es el merecedor de la adoración.
En Sus nombres y
atributos: Consiste en afirmar de Dios lo que ha afirmado de Sí mismo en el
Corán o a través del profeta Mahoma, sobre sus nombres y atributos divinos, sin
distorsión, negación, o asemejarlo a algo de este mundo.
Dado que se trata del mismo Dios de cristianos y judíos, las cualidades que los musulmanes
le atribuyen son básicamente las mismas que le atribuyen aquellos, pero hay
diferencias considerables. Es reseñable, sin embargo, que el islam, a semejanza
del judaísmo pero alejándose del cristianismo, insiste en su radical unidad,
es decir, que es uno y no tiene diversas personas, como afirma en cambio la
mayoría de las corrientes cristianas con el dogma
de la Trinidad
en su carácter incomparable e irrepresentable.
El islam se refiere a Dios también con otros noventa y
nueve nombres, que son otros tantos epítetos referidos a cualidades de Dios, tales
como El Clemente, El Apreciadísimo, El Creador. El conjunto de los 99 Nombres de Dios
recibe en árabe el nombre de al-asma'
al-husná o ‘los más bellos nombres’, algunos de los cuales han sido utilizados
asimismo por cristianos y judíos o han designado a dioses de la Arabia preislámica.
Algunas tradiciones afirman que existe un centésimo nombre que permanece
incognoscible, que es objeto de especulaciones místicas, y que se define en
ocasiones como el Nombre Inmenso Ism
al-'Azam, o como el nombre de la Esencia, figura que existe igualmente
en el judaísmo, y que ha tenido una gran importancia en el sufismo. Otras veces, se utiliza
simplemente la palabra rabb, señor.
El Corán es el libro sagrado del islam. Los musulmanes
creen que fue revelado a Mahoma por el arcángel Gabriel entre 610
y 632,
fecha esta última en la que falleció dicho profeta. Además de su memorización,
se dice que los seguidores de Mahoma escribieron el Corán en pergaminos,
piedras y hojas.
Los musulmanes creen que el texto actual del Corán es
idéntico a la revelación recibida por Mahoma. Él, a su vez, lo dictó a sus
discípulos, quienes memorizaron sus palabras. Los eruditos actuales afirman que
la primera compilación escrita del Corán data de tiempos del tercer califa, 'Uthman ibn 'Affan, quien gobernó entre 650
y 656.
Existen numerosas tradiciones y diferentes puntos de
vista en cuanto al proceso de compilación del Corán. La mayoría de los
musulmanes aceptan lo que indican diversos hadices: el primer califa, Abu Bakr,
ordenó a Zaid ibn Zabit compilar todos los auténticos versos del Corán, tal
como se preservaban en forma escrita o a través de la tradición oral. La
compilación realizada por Zaid, conservada por la viuda de Mahoma, Hafsa bint
Umar, y que fue utilizada por 'Uthman, es la base del Corán actual.
La versión de “Uthman” organiza las azoras
en capítulos según su extensión, de forma que las más largas se encuentran al
comienzo del Corán y las más cortas al final. Hay teorías que indican que este
orden no cronológico de las azoras fue establecido por Dios.
El Corán fue escrito originalmente en escritura hijazi,
masq, ma'il y cúfica. En un principio, sin vocales, sólo con consonantes,
siguiendo la técnica de escritura vigente hasta entonces en árabe y en otras
lenguas semíticas de la Península Arábiga. Para evitar posibles desacuerdos en
cuanto al contenido de los versos del Corán, se crearon marcas diacríticas que
indicaran las vocales o la ausencia de éstas, el fonema hamza y la prolongación
o geminación de consonantes. En cambio, no tiene signos de puntuación,
interrogación o exclamación, pues el idioma árabe contaba con partículas
palabras breves de interrogación y de énfasis.
La forma del Corán más utilizada actualmente es el texto
de Al-Azhar de 1123, preparado por un grupo de
prestigiosos eruditos de la Universidad Islámica de Al-Azhar de El Cairo.
La mayor parte de los musulmanes veneran el libro del
Corán. Lo envuelven en paños limpios y se lavan las manos antes de los rezos o
para leerlo. Los ejemplares coránicos en desuso no se destruyen como papel
viejo, sino que se queman o se depositan en "Tumbas" para el Corán.
Muchos musulmanes memorizan al menos parte del Corán en
su idioma original. Aquellos que memorizan totalmente el Corán son conocidos
como hafiz. En la actualidad
existen millones de hafiz en el mundo.
Desde el comienzo del islam, la mayoría de los musulmanes
consideran que el Corán es perfecto únicamente en la versión árabe en la que
fue revelado. Las traducciones son interpretaciones no infalibles del texto
original. Muchas versiones actuales del Corán indican la versión original en
árabe en una página y la traducción vernácula en otra.
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