El GERIFALTE o halcón gerifalte es una especie de ave falconiforme de
la familia Falconidae, el más septentrional de los halcones.
Su hábitat se distribuye desde la taiga a
la tundra y regiones polares de la región holártica Europa, América y Asia, presentando diferentes variedades según la zona. En general
es una especie sedentaria de las regiones en las que vive pero algunos
ejemplares hacen pequeñas migraciones en invierno, después de la temporada de
reproducción. Es ave de
la tundra y de las montañas, donde puede encontrar acantilados y
árboles.
Esta ave es la más grande de todas las
especies de halcón, es similar en tamaño con los miembros más grandes del
género Buteo. El macho mide hasta 60 cm de longitud, pesa
hasta 1.350 kg y su envergadura mide hasta 130 cm. La hembra, como es
normal en las aves rapaces, es más grande que el macho, con una longitud de
hasta 65 cm, un peso de hasta 2.100 g y una envergadura de hasta 160 cm.
En líneas generales el gerifalte
resulta similar a un halcón peregrino de gran tamaño, pero tiene una serie
de características que lo diferencian notoriamente del peregrino: en primer
lugar el colorido y las manchas bigoteras característica de todos los falcónidos
resultan más difusos que en sus parientes más meridionales. Las alas de un
gerifalte son más cortas, en proporción, que las de un peregrino, y la cola es
más larga. La variedad marrón del gerifalte se distingue del halcón peregrino
por las rayas de color crema en la nuca y en la coronilla y por la ausencia de
una raya malar. La variedad blanca
del gerifalte no se puede confundir con otra especie de halcón pues es la única
especie de halcón blanco. En los tratados medievales de cetrería esta variedad blanca era conocida como "Fino
de Noruega".
Comparte las características del resto
de la familia: alas largas y triangulares, tarsos desnudos cubiertos de escamas, vientre
claro y barreado de manchas oscuras en su etapa adulta, iris oscuro, cera
amarilla, bigoteras y un pico ganchudo con "diente" que le
permite rematar a sus presas. En cambio, al igual que con otras muchas especies
de climas fríos, estos halcones son notoriamente más grandes y fuertes que sus
parientes sureños.
Otra característica notable es que
estas aves están adaptadas tanto para la caza en el aire como en el suelo, al
contrario que el peregrino que sólo caza presas en vuelo. Por ello sus garras
resultan más romas y potentes que las de su pariente sureño ya que la caza en
suelo requiere ese tipo de especialización. Al igual que todos los miembros de
la familia, remata a sus presas mediante un puntazo de su pico ganchudo en el
cogote.
No se
conocen subespecies, aunque
el plumaje parece ser muy variable en esta especie; su color
puede ser cualquier tono desde blanco hasta casi negro; las poblaciones de Groenlandia suelen
tener plumaje blanco con pintas oscuras sobre las alas, mientras los de Eurasia suelen ser grises.
El
gerifalte se alimenta de mamíferos y
otras aves. Es depredador hábil y vuela hasta que vea una presa para
atacar. Mata la mayoría de sus presas en tierra, incluso si las captura primero
en vuelo. Sus presas aviarias suelen ser lagópodos, gaviotas, zancudas y pájaros, pero a veces incluyen hasta otras aves rapaces.
Sus presas mamíferas también varían mucho de tamaño, desde las musarañas hasta
las marmotas las cuales pueden pesar hasta tres veces más que el
halcón. El gerifalte también se alimenta de carroña, pero muy ocasionalmente.
Al igual que el peregrino, el
gerifalte no construye nido sino que pone los huevos sobre el lecho desnudo del
acantilado donde cría, o bien aprovecha los nidos abandonados de aves de cierto
tamaño, especialmente los de águilas
reales o cuervos
comunes. Se observa a parejas reproductoras construyendo su propio
nido en contadas ocasiones. La nidada puede ser de hasta siete pollos, pero
normalmente suele haber sólo tres o cuatro, y sobrevive el más fuerte de ellos.
Tanto el macho como la hembra colaboran para sacar adelante a la progenie. El
tamaño medio de un huevo es de 58,46 x 45mm, y el peso medio es 62g. El período
de incubación suele durar 35 días, hasta que salgan
del cascarón los polluelos, cada uno de ellos con un peso medio de 52g. Después
de un período de cría que dura de diez a quince días los polluelos echan a
volar, pero no abandonan el nido definitivamente hasta pasadas unas semanas,
cuando son ya enteramente independientes de los padres.
Los únicos depredadores naturales del
gerifalte son el águila real,
cuyos ataques son muy poco frecuentes, y el cuervo común,
que sólo constituye un peligro para sus polluelos o para sus huevos. En
realidad el mayor peligro para esta especie son los humanos, ya sea por
accidente o intencionalmente. Los gerifaltes que sobreviven y llegan a la
madurez normalmente alcanzan de nueve a doce años de edad.
En la Edad Media el
gerifalte era considerado « el ave del rey ». Por su rareza y por las
dificultades en conseguirlo este halcón solamente era asequible a reyes e
hidalgos adinerados. Incluso hoy en día los gerifaltes son aves tan costosas
que los dueños y avicultores los
esconden para evitar robos.
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